sábado, 2 de febrero de 2019


Dedicaremos esta ruta a conocer la ciudad de Alcalá de Henares, lugar de nacimiento en 1547 de la máxima figura de la literatura española, Miguel de Cervantes, universalmente conocido por su obra “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Reconocida por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, la ciudad atesora un rico patrimonio artístico e histórico.
Realizamos el recorrido desde Valladolid en tren hasta Madrid, para continuar por este mismo medio hasta Alcalá de Henares.
Saliendo de la Estación, caminamos por el Paseo de la Estación y nos detenemos en el Nº 10, lugar donde se encuentra el Palacete Laredo, construido en 1882, destaca por la belleza exterior de este edificio en estilo neomudejar. Hoy día es la sede del Museo Cisneriano y del Centro Internacional de Estudios Históricos Cisneros. De su visita interior, quiero destacar el Salón de los Reyes, en donde podemos ver sobre sus paredes pinturas de todos los Reyes de Castilla y una cúpula de gran belleza. 
También es de resaltar, la colección de antiguos documentos de la Universidad, entre los que destacan una edición original de la Biblia Políglota Complutense y la Biblia Políglota de Amberes.
Continuamos nuestra ruta por la calle Libreros, hasta llegar a la Plaza San Diego, lugar donde se sitúa el antiguo Colegio Mayor de San Ildefonso. Fundado por el Cardenal Cisneros a comienzos del siglo XVI, alberga las instalaciones del edificio más emblemático de Alcalá, la Universidad, la tercera más antigua de España, detrás de Salamanca y Valladolid. Lo más destacado de este edificio, obra maestra del renacimiento, es su preciosa fachada, obra de Rodrigo Gil de Hontañón. Está realizada en piedra y estructurada como si fuera un retablo con tres niveles horizontales y cinco calles verticales. En el segundo cuerpo, podemos ver el escudo del Cardenal Cisneros, escudo que tomó la Universidad como suyo propio y en la parte superior, en el tercer cuerpo, destaca el escudo de Carlos I de España, con los símbolos de su imperio, el águila bicéfala, las columnas de Hércules y el toisón de oro. Rodeando la puerta de entrada, destaca un gran cordón franciscano y cuatro ventanas en donde dentro de unos medallones, aparecen representados los padres de la Iglesia Católica (San Ambrosio, San Gregorio, San Jerónimo y San Agustín). 
En el interior del Colegio, existen varios patios construidos en diferentes estilos: El Patio de Escuelas o de Santo Tomás de Villanueva, en recuerdo a uno de sus más notables alumnos y primer Santo salido de sus aulas; este primer patio lo encontramos nada más traspasar la puerta de entrada, consta de tres pisos rematado por un balaustre y un elegante pozo en el centro. 

Patio Trilingüe (por acoger a estudiantes de griego, latín y hebreo, de ahí su nombre). Patio de los Filósofos o de los “continuos”, por ser este el lugar en donde se encontraban las habitaciones de los “criados” de los estudiantes. Contiguo a este ultimo patio, se encuentra el Paraninfo (Salón de actos de la Universidad), es donde se hace entrega del Premio Cervantes, reconocido premio internacional de literatura en lengua española, concedido anualmente por el Ministerio de Cultura de España.
Nos detenemos ahora ante un magnífico edificio situado a la derecha de la fachada de la Universidad, la Capilla de San Ildefonso, cuya función era servir de iglesia al Colegio. En su interior pudimos admirar el magnífico sepulcro del Cardenal Cisneros, realizado en mármol de Carrara. (Como curiosidad, los restos del Cardenal no se hallan en su interior, sino bajo una lápida en la Catedral).
A salida de la Capilla, nos encontramos con la espectacular Plaza de Cervantes, lugar en donde se celebra el mercado semanal. Como curiosidad, en la zona de soportales de la plaza, en el Nº 17, podemos ver en una de las columnas que soportan las casas, un antiguo escudo de Alcalá. En el entorno de la plaza, presidido por la estatua de Cervantes, podemos ver: la torre de Iglesia de Santa María, junto a la Capilla Oidor, en cuyo interior se conserva la pila bautismal en donde fue bautizado Cervantes; el Corral de Comedias, considerado el espacio escénico mejor conservado de Europa; Colegio menor Málaga, obra de Gomez de Mora, arquitecto de la corte, en cuya fachada de ladrillo son de destacar dos esbeltos torreones.
Desde esta última Plaza, parte la calle más importante del casco histórico, la calle Mayor, que puede presumir de ser la calle  con “soportales” más larga de España. Es esta calle un buen lugar para hacer un alto en el camino y comer, tomando unas cervezas con unas ricas tapas (ver al final, los bares por los que pasamos).
Si seguimos caminando por la Calle Mayor, en el Nº 48, se encuentra el Museo Casa Natal de Cervantes, donde vivió hasta los cuatro años, cuando se trasladó a Valladolid, donde también se puede visitar otra casa suya. En la visita que realizamos (entrada gratuita), pudimos conocer cómo era la vida en la época del escritor, ver una magnífica colección de muebles de época y admirar una de las mejores colecciones del Quijote en diferentes idiomas. Sin embargo, lo que es realmente imprescindible es que os hagáis una foto con Sancho Panza y Don Quijote en el banco que está en frente a esta casa, se trata de la escultura más fotografiada de la ciudad. 
Junto a la Casa de Cervantes, se encuentra el Hospital de Antezana, conocido por los alcalainos como el "hospitalillo", fue creado en tiempo de los Reyes Católicos para albergar a personas sin recurso a los que dar atención medica, posee  un interesante patio mudéjar.

Continuamos nuestro recorrido por la Calle Mayor, llegando a la Plaza de los Santos Niños, en donde visitamos la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor.
Se trata de la segunda Catedral en el mundo que posee el título de Iglesia Magistral, junto a la de San Pedro de Lovaina en Bélgica, en donde todos sus canónigos deben ser Doctores en teología. Su construcción, en estilo gótico isabelino, data de 1514 y su alta torre, en estilo renacentista, es obra de Rodrigo Gil de Hontañon. En la nave de la epístola se encuentran los restos incorruptos del fraile franciscano San Diego de Alcalá, quien dio nombre a la ciudad del estado de California en Estados Unidos, se conservan desde hace más de 400 años en una urna y cada 13 de noviembre, se exponen a la devoción popular. 
En la girola se encuentra la cripta de los Santos Justo y Pastor, en cuyo interior  se conservan sus restos en una urna, con relieves en plata y oro. 
También en la girola es de destacar el bello sepulcro plateresco en alabastro del canónigo Gregorio Fernández. 
Desde el interesante claustro, se accede a la Sala capitular y a la antigua biblioteca, actualmente sede del Museo catedralicio, con interesantes piezas de orfebrería religiosa. Recomiendo visitar la torre de 82 metros de altura, en donde tras subir cerca de 350 escalones a través de una escalera de caracol, podemos disfrutar de unas vistas fantásticas de la ciudad. Como curiosidad, la torre dispone de 8 campanas con un peso de 5.374 kg.
(Horario: 9 a 13h. y de 17 a 20.30h. de lunes a viernes / 9 a 13h. y de 18 a 20.30h. los sábados y domingos. Precio: 1 € la catedral y 2 € más el claustro y torre).


Terminada la visita de la Catedral, si salimos por la calle Victoria, nos encontramos con la Casa de los Lizana, que conserva una de las portadas renacentistas más bellas de España.
Volvemos de nuevo a la Plaza de los Santos Juanes, para continuar por la calle San Felipe Neri, lugar en donde se encuentra el Oratorio del Santo, actual colegio de Felipenses, para llegar al bello rincón de la Plaza de las Bernardas. En esta zona se encuentran  el Convento cisterciense de San Bernardo (no visitables su interior, por esta en obras) y el Palacio Arzobispal, residencia de los arzobispos de Toledo desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, nació como fortaleza defensiva, pasando por los estilos mudéjar, renacentista y barroco (edificio privado, no visitable). Llama la atención, el enorme escudo de la fachada principal. Como curiosidad, en una de sus salas, tuvo lugar la primera entrevista entre la Reina y Cristóbal Colón, siendo esta una de las puertas para el descubrimiento de América.
Para terminar el día, recorriendo de nuevo la calle Mayor camino de la Estación, nada mejor que una parada en el convento de las Clarisas, en la plaza de San Diego, en donde las monjas, llamadas popularmente "almendreras" ,elaboran de manera artesanal almendras garrapiñadas (son aquellas a las que, crudas, se les añade un recubrimiento de caramelo, hecho a partir de azúcar caramelizado), recomiendo probarlas, están realmente buenas.
Fin de esta interesante ruta y vuelta para Valladolid.
Otras sugerencias y curiosidades
Tres curiosidades sobre la Universidad alcalaína: Los colegiales vestían con un bonete negro, un manto de color canela y una “beca” del mismo color. En esta universidad, se doctoro la primera mujer en España, en 1784. Los estudiantes que suspendían, se les podía identificar fácilmente siglos atrás porque portaban unas orejas de burro y una manta, siendo manteados a la puerta de la Universidad, de ahí surgió la expresión “ser un manta”.
Si observas con detenimiento las bases de los pináculos del balaustre del Patio de los Estudios de la Universidad, veras que aparecen grabadas letras, que unidas completan la frase: “EN LUTEAM ALIM, MARMOREAM NUNC” ("en otro tiempo en ladrillo, ahora de mármol"). Con esta frase se hace referencia a la predicción que hizo el Cardenal Cisneros, durante la visita del Rey Fernando el Católico a Alcalá, en donde se sorprendió por la modesta construcción de la Universidad (ladrillo y madera). Preguntado sobre esta circunstancia, el Cardenal Cisneros le contestó; "Otros harán en piedra y mármol lo que yo construyo en ladrillo".

No te pierdas probar la rica repostería alcalaína: Rosquillas de Alcalá (hechas de una masa de harina, huevos y azúcar, con forma redonda y agujero en el centro), son uno de los dulces más típicos y conocidos de la ciudad, junto con la Costrada (milhoja de hojaldre, crema y merengue cubierto de almendra picada y gratinada). Nosotros  probamos esta rica repostería en Pastelería Paraninfo (Calle Mayor, 75), frente a la Casa Cervantes. 

En Valladolid, tenemos también unas rosquillas similares a las de Alcalá, llamadas “Glorias”, que en 2006 obtuvieron el premio al mejor dulce artesano de Castilla y León (recomiendo probar, las que elaboran en Confitería “El Bombón”, son las mejores).

La Puerta de Madrid, es una de las siete puertas del antiguo recinto amurallado de la ciudad, era la puerta de entrada desde Madrid, de ahí su nombre. Como curiosidad debes saber que si desde esta puerta fueras andando en línea recta, llegarías a la puerta de Alcalá en Madrid.
Algunos bares de interés en el tapeo alcalaíno: Bar Nino (Calle Mayor, 70). Es el bar más antiguo  de Alcalá, famoso por sus champiñones, los probamos y estaban realmente buenos. 
El Indalo (Calle Libreros, 9). En las paredes del bar se muestran fotos de numerosos famosos que han pasado por el local: probamos unos ricos chipirones y una buena rosca de jamón. El Hidalgo (Calle Bedel, 3).Situado junto a la Casa Cervantes, destaca por su bella decoración con azulejos de Talavera, en donde se cuenta la vida del escritor. Cada consumición, la acompañan de la correspondiente tapa, normalmente embutido. Buen vermut de grifo.
Si precisas hacer noche en Alcalá, recomiendo el Hotel Evenia, un pequeño hotel con encanto situado en una antigua casa de Postas, con las habitaciones distribuidas alrededor de un encantador patio.
Si dispones de tiempo es interesante la visita de la Ermita Universitaria del Cristo de los Doctrinos, que data del siglo XVI. En su interior podemos admirar una bella talla del Cristo de los Doctrinos, imagen muy venerada por los Universitarios y que cada jueves Santo desfila en la Semana Santa alcalaína. San José de Calasanz y San Ignacio de Loyola, dos ilustres Santos, fundadores de dos de las órdenes religiosas más importantes en el siglo de oro: “Calasancios y Jesuitas”, impartieron la doctrina cristiana en el recinto de esta Ermita.
En el patio del Colegio “Malaga”, uno de los antiguos Colegios Menores de la ciudad, se encuentra una fuente barroca llamada “Boca de León, que posee una cabeza de león esculpida con la boca abierta, la cual cuenta con una curiosa leyenda, que decía que si un hombre juraba fidelidad a su amada y luego le era infiel, si metía su mano en la boca del león, este se la devoraría, lo que servía para que probar la fidelidad de los novios y maridos.
Espero que te haya gustado esta ruta, si encuentras otros puntos que consideras de interés y que merezcan estar aquí, coméntanoslo aquí abajo, serán de interés para mí y quien nos visita.

Jose Maria Vicente

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