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Blog sobre viajes

Bienvenido a este blog de viajes, en donde puedes encontrar rutas a rincones interesantes con algunos consejos y sugerencias que te pueden servir como pequeña guía de viaje. Aunque el punto de partida de estas rutas, generalmente es desde Valladolid, las mismas se pueden adaptar fácilmente cuando tengan otra Ciudad de origen. Espero que este blog, pueda ser de vuestro interés e utilidad. Jose Maria Vicente

Archive for mayo 2017

Pueblos con encanto en la Sierra de Francia 1 (Actualizado 12-09-24)




Al sur de Salamanca, en el limite con Extremadura, esta ruta transcurre casi en su totalidad dentro de un parque natural y se visitan pueblos que son en su mayoría conjuntos históricos.


Salimos de Valladolid en dirección a San Martín del Castañar, para después de 208 Km. y unas dos horas de viaje, llegar a este pequeño pueblo de la Sierra de Francia, situado en un entorno natural de gran belleza. Dejamos el coche en un parking  habilitado en la entrada del pueblo, para entrar caminando y así disfrutar mucho más de todos y cada uno de sus rincones. 

Pasear por sus calles te hará trasladarte a tiempos pasados, contemplando una arquitectura típica que resalta por la piedra, madera y mampostería de sus fachadas, donde la planta baja de la mayoría de las casas contaba antiguamente con una bodega en la que almacenaban el vino.  

Algo que nos llamó la atención durante el paseo fueron sus jardineras con frases y palabras típicas de la zona, que además de dar color a las calles, te entretienes en leer.


Llegamos al punto neurálgico de la localidad, su Plaza Mayor, una plaza cuyo centro se encuentra presidido por una fuente con zona de pilón para el ganado. Un elemento singular que puedes ver en la Plaza es el llamado Portalón. Se trata de un soportal de gran amplitud, de ahí viene su nombre, sostenido por columnas de piedra, alguna de de las cuales lleva tallado en la parte superior una cara. Por unas escaleras se asciende a la parte alta del pueblo.


Continuamos el recorrido para detenernos en la Iglesia de San Martín, que conserva en su interior unos grandes arcos del siglo XIII, así como un interesante artesonado mudéjar. Del exterior llama la atención su enorme espadaña del siglo XVI.


Muy cerquita de allí está un antiguo Hospital de Peregrinos, destinado a acoger a aquellos viajeros que iban hasta la Peña de Francia o que transitaban por la zona haciendo el Camino de Santiago.

Detrás de la iglesia, se encuentran las ruinas del Castillo medieval del siglo XV, recientemente restaurado, que alberga el Centro de Interpretación de la Sierra de Francia y que vale la pena visitar. En la torre del homenaje, que encuentras nada más entrar al castillo se sitúa una escalera que te permite subir hasta la parte más alta y disfrutar de unas magníficas vistas sobre la Sierra de Francia y la Sierra de Béjar, además de poder observar el cementerio local, que se encuentra dentro del recinto amurallado.


Justo al lado del castillo, se encuentra su original Plaza de toros, que ocupa lo que fue la antigua Plaza de Armas, de forma irregular está considerada la segunda más antigua de España por detrás de la de Béjar.


En el otro extremo del pueblo, se halla otro de los rincones sugerentes, el que incluye el puente medieval, que nos conduce a la Ermita del Humilladero. A partir de este punto encontramos una calzada de tiempos romanos y una pequeña presa retiene el agua del río Canderuelo, dando lugar a una piscina natural.

En Mesón de San Martín, que ya conocíamos de otra ocasión paramos a tomar el aperitivo. En un ambiente tranquilo de la terraza de la Plaza Mayor, tomamos una copita de vino de la zona, La Zorra, elaborado con una uva autóctona llamada "rufete" acompañado de un plato de jamón ibérico. Muy buena opción para comer si estas por la zona. Parada obligada si eres amante de lo dulce es conocer la Panadería “Sierra de Francia”. Nos quedaremos prendados con los sabores a limón, aguardiente y anises de las “perronillas” que salen de este obrador artesanal.


Continuamos nuestra ruta en dirección Mogarraz, a donde llegamos en apenas once kilómetros. Mogarraz es conocido como el "pueblo de las mil caras", dado que sobre las fachadas de cada casa se encuentran los retratos de aquellos que allí vivían décadas atrás y que en algún caso todavía hoy viven.

 



Comenzamos nuestro recorrido por la Plaza de la Solana, lugar donde se ubica la Torre campanario de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, en cuyo interior se encuentra la Virgen patrona de Mogarraz. 



Muy cerca se encuentra la Plaza Mayor, donde podemos visitar la Casa de las Artesanías, un museo Etnográfico de gran interés, centrado en las artesanías más representativas de la Sierra de Francia, con muestra de tres oficios: Joyería, bordado y zapatería.

Durante el paseo, entre callejuelas que parten de una arteria principal, veremos casas con entramados de madera y adobe y sobre los dinteles de los portales de algunas de ellas aparecen esculpidos en granito epigramas alusivos a la fe y al año de su construcción, pero lo que más te sorprenderá son la exposición de retratos con la que están decoradas las fachadas.



En el otro extremo del pueblo, se sitúa el Calvario, un conjunto de cruces de granito del siglo XVII y en las proximidades, podemos ver la Ermita del Humilladero del siglo XIII y frente a ella la Cruz de las Judíos, con un curioso capitel decorado con calaveras. 




Dejamos para el final la visita a la Alberca, el pueblo más visitado de la comarca y el que mejor ha sabido conservar la arquitectura popular. 

Es el primer pueblo de España en recibir la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1940. 

Paseando por sus calles llama la atención los muros y marcos de los portales realizados en piedra y reforzados con un dintel que en algunos casos se encuentran grabados con el año de construcción de la propia vivienda o en otras ocasiones con advocaciones marianas y cruces. 




Nuestro paseo nos conduce hasta la bella Plaza Mayor, en ella se localiza el Ayuntamiento, que antiguamente fue una cárcel y la Casa Ducal. Se encuentra presidida por un crucero de granito del siglo XVIII, labrado con motivos de la pasión de Cristo y es un buen lugar para admirar las típicas casas albercanas, construidas en piedra y madera, con balconadas ricamente engalanadas con flores. Su arquitectura serrana es preciosa.

Como curiosidad, en los soportales de la Plaza Mayor es posible comprar turrón en cualquier época del año. Esta golosa tradición de origen mozárabe, que elaboran de manera artesanal tiene  su secreto s en la utilización de almendras de los Arribes del Duero y miel de encina.

 

Justo al lado de la Plaza, nos encontramos con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora Asunción, una construcción del siglo XVIII a cargo de Manuel de Lara Churriguera, sobrino de Alberto Churriguera. De su interior, bastante sobrio debemos detenernos a admirar el púlpito de granito policromado y una bella talla del Cristo del Sudor, que se atribuye a Juan de Juni o Gregorio Fernández.

 



Otra curiosidad, junto a una de las puertas del templo podemos ver una talla en piedra de un cerdo, una tradición en la que un cerdo recorre las calles del pueblo desde San Antonio de Padua, 13 de Junio, hasta San Antón, el 17 de enero, siendo alimentado por los propios vecinos.

Quizás el elemento más curioso del exterior de la iglesia es una hornacina dedicada a las Ánimas, con dos cráneos humanos y un candil. Está ligada a la leyenda local de la “moza de animas”, cuando un grupo de mujeres con una campanilla recorren diariamente el pueblo a la medianoche rezando por los difuntos: “Fieles cristianos, acordaos de las benditas almas del purgatorio…...”

 


Parada para comer en Restaurante La Colmena. Elegimos unas magníficas patatas meneás (Se trata de un puré de patatas, con trocitos de corteza de cerdo y pimentón de la Vera. También llamadas “patatas revolconas” en la zona de Ávila) y terminamos con un plato de cabrito cochifrito. 



Otra buena opción es Restaurante Ibericos Doña Consuelo, en la misma Plaza Mayor. Personalmente recomiendo tanto el menú como la carta. Buena materia prima y personal muy amable. En la parte baja tienen despacho de carnes y embutidos.

J


Otras curiosidades y sugerencias.


* Si se dispone de tiempo, recomiendo una vista que nosotros ya hicimos en otra ocasión: El Valle de las Batuecas. Para realizar esta ruta, se parte de la Alberca, se sube el puerto del Portillo (4 Km) y en la cima, se encuentra "El Mirador del Portillo", lugar desde donde se pueden ver unas magnificas vistas a todo el valle de las Batuecas; bajando el puerto, a 9 kilómetros, se encuentra un parking en donde debemos dejar el coche y desde allí, tomar una ruta de senderismo de dificultad baja, que nos permite llegar hasta el Santuario de San José (no visitable su interior). A través de una senda de 1 Km, con pasarelas de madera inicialmente, para seguir posteriormente por un camino señalizado en los árboles que discurre junto al cauce del río Batuecas, llegaremos a la zona de Cabras Pintadas (2 Km), lugar en donde se localizan unas pinturas rupestres de cabras pintadas sobre la roca con cierta tonalidad roja (la verdad, no se encuentran muy bien conservadas, pero el paisaje por el que transcurre esta ruta ha valido la pena el tiempo invertido en la caminata).

* En esta ocasión, al ser una ruta de un día, no nos dio tiempo a visitar la famosa Peña de Francia, situada a 1.800 metros de altura y a la que se accede a través de una sinuosa carretera, en cuya cima se encuentra un Santuario dominico construido en honor a la aparición de una talla negra de la Virgen en 1437; está considerado uno de los santuarios marianos más altos de Europa. Recomendable acercarse hasta un mirador, desde donde puedes ver unas espectaculares vistas de la Sierra de Béjar y algunos municipios cercanos como la Alberca. (Visitas del 01 septiembre al 30 junio, de Lunes a Domingo en  horario continuo de 10:00 a 19:0 horas).

 

Vuelta para Valladolid y fin de la interesante ruta.

José María Vicente

Valle de Ayala, Alto Nervión y Camino de Santiago Alavés


Realizamos un recorrido por la provincia de Álava, la más extensa y de menor población del País Vasco, en una interesante ruta por el Valle de Ayala, Alto Nervión y Camino de Santiago Alavés.

Salimos de Valladolid en dirección a Salinas Añana, en el limite de las provincias de Burgos y Alava, para después de 213 Km. llegar a nuestro primer destino. Cerca del pueblo, en una hondonada se encuentra el Valle Salado, un paisaje salino unico donde se lleva produciendo sal desde hace unos 6.000 años, lo que la convierte en la Fabrica de sal mas antigua del mundo. Cuenta con tres manantiales de agua salada y dos de agua dulce, en donde disfrutamos de una experiencia inolvidable a través de una visita guiada que te permite conocer el oficio del salinero y cómo se extraía la sal desde el siglo IX , para después de las explicaciones realizar un paseo por el valle, observando los canales de madera que distribuyen la salmuera a las numerosas eras, en donde con su posterior evaporación se convierten en sal ¡interesante para adultos y divertido para los niños¡

Sugerencia : La mejor época para visitar el Valle Salado es de mediados de Mayo a Septiembre, cuando llega el buen tiempo y las lluvias desaparecen, dado que en este periodo de tiempo puedes ver las salinas en producción (Información y reservas en: Visitas Valle Salado). Tambien ofrece la posibilidad de disfrutar de un SPA salino al aire libre.


Nuestro siguiente destino es el pueblo de Tuesta, vale la pena una pequeña parada para visitar la hermosa iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XIII. Es de destacar su maravillosa portada con sus arquivoltas historiadas. Ya en el interior, a través de las visitas guiadas que se organizan desde la Oficina de Turismo de Valdegovía, puede admirarse una magnífica escultura de la Virgen Blanca, de 1300.


Continuamos hasta el pueblo de Espejo, en donde nos recomendaron comer en Restaurante "La Kabaña":  un sitio muy acogedor, en donde te dispensan una atención y trato agradable; buena relación calidad-precio, aunque la carta es un poco limitada ( El precio del menú del día en fin de semana es de 20,50€ por persona).
 
Después de la comida nos desplazarnos hasta Berberana para coger la carretera a Bilbao y a unos 3 kilómetros, encontramos a la derecha un parking que está señalizado como “Monte Santiago”, entraremos con el coche y recorreremos los 3 Km de pista que nos llevará hasta el último parking situado en el área recreativa de Fuente de Santiago y lugar en que dejamos el coche junto al  Centro de Interpretación. De aquí arranca un camino (señalizado como PR BU 42), de unos dos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta que nos conduce hasta el impresionante Mirador del Nervión, en el se encuentra una plataforma colgada del vacío y al mismo borde del acantilado con una vista de vértigo a 300 metros del fondo del cañón de Delika, lo que nos permite disfrutar del magnífico espectáculo de la cascada del Nervión, considerada como una de las más altas de España. Es importante tener en cuenta que la mejor época para admirar este fenómeno natural es la temporada de lluvias o los meses de deshielo, esto suele ocurrir en invierno o principios de la primavera, el resto del año está seco, pero aunque así sea, la espectacularidad del paisaje vale la pena la caminata.Mi recomendación es que  antes de emprender el viaje, preguntar en la Oficinas de Turismo de Orduña o Berberana, si la cascada trae agua (Horarios Monumento Monte Santiago).

Deshacemos el camino andado hasta tomar de nuevo la carretera a Bilbao, bajaremos con precaución el imponente puerto y recorreremos los 8 Km. aproximadamente que nos separan de Orduña. A pocos kilómetros de esta última población, en Amurrio, nos alojamos en el Caserío Iruaritz, un antiguo caserío reconstruido, con una decoración clásica y bien cuidada.


Nuestro primer destino del segundo día es Quejana, cuna de los Ayala y que da nombre a todo el valle.Realizamos una visita guiada a todo el conjunto medieval que se encuentra en medio de un paisaje de gran belleza y que se compone de: Palacio de los Ayala, un modelo de construcción militar del siglo XIV,que gira alrededor de su patio central; la iglesia que guarda las reliquias de la Virgen del Cabello y los sepulcros en alabastro de Pedro de Ayala y su esposa y el Convento Dominico de San Juan, en donde destaca un bello relicario.

Continuamos el viaje hasta la cercana localidad de Artziniega, en donde todo el casco antiguo esta declarado Conjunto Monumental: La Casa-Torre Bengoa,que data del siglo XV; el Convento de las Madres Agustinas, situado en un lugar estratégico a las afueras del pueblo y desde donde se contemplan bellos paisajes de los montes y valles que lo rodean y el Santuario de Nuestra Señora de la Encina, construido en 1498 junto a una encina en donde según la leyenda se apareció la Virgen, de su interior destacar su magnifico retablo gótico-flamenco.

De vuelta para Vitoria, nos detenemos en Murguia, histórica población a la que los Reyes Católicos otorgaron el titulo de "villa" y el lugar elegido para comer: restaurante Casa Areso, con  comida casera y un buen menú por 12,50 €.
 
Nos trasladamos ahora hasta la capital alavesa, considerada una de las ciudades europeas con más zonas verdes y kilómetros de carril bici (aproximadamente 101 Km).A la llegada, nos dirigimos en primer lugar al Hotel NH Canciller Ayala, lugar en donde nos alojarnos esta noche.
Saliendo del Hotel, realizamos una ruta llamada de la “4 torres”: la primera parada es para admirar la impresionante Catedral de Santa María, una iglesia-fortaleza que data del siglo XIII, culminándose su construcción en siglos posteriores bajo el estilo gótico, para las visitas, es preciso reservar en : Visitas Catedral Santa María; en la emblemática Plaza de la Virgen Blanca se encuentra la iglesia de San Miguel, el templo más antiguo de la ciudad, en la portada destacar una bella talla policromada de la Virgen Blanca y en su interior sobresale el retablo mayor , obra de Gregorio Fernandez; La iglesia de San Vicente, ocupa parte de un antiguo castillo-fuerte, en su interior es de interés subir a la torre y recorrer parte del entramado de madera sobre las naves del templo y por último la iglesia de San Pedro, uno de los más bellos templos góticos de la zona.
Al terminar este recorrido un paseo por las calles del casco antiguo, muchas de ellas con los nombres de los gremios que las ocupaban, como Cuchillería o Herrería, descubriendo todo el sabor medieval de una ciudad fundada allá por el siglo XII. Cuando llega el momento de darle gusto al paladar, hay que hacer parada en alguno de los muchos bares que podemos encontrar en esta ciudad.Los elegidos para esta ocasión:
Taberna Erkiaga (Herrería, 38), situada frente a la Iglesia de San Pedro, dispone de una barra con pinchos muy elaborados y con una gran presentación, buena relación calidad-precio.
Toloño (Cuesta San Francisco 3): Uno de los más famosos por sus tapas, nosotros tomamos una de lámina de bacalao con patata confitada sobre pan tostado y un Irlandés de perrichico: una gustosa crema en la que los protagonistas son las setas y el huevo, estaban espectaculares.
Sidreria Sagartoki (Prado 18), muy cerca de la catedral: Lo que dio fama a este local, es la Tortilla de patata, poco cuajada, pero dispone de otros pinchos creativos y bien elaborados, hemos tomado el pincho estrella, un saquito de puré de patata que esconde en su interior un poco de panceta y una yema de huevo, lo metes entero en la boca y la explosiva yema de huevo te llena de sabor ¡una delicia! 


El tercer día salimos de Vitoria en dirección a Salvatierra y a unos 10 kilómetros realizamos una breve parada en Argandoña en donde visitamos el Santuario románico de Nuestra Señora de Estibaliz, patrona de Álava y cuya imagen se guarda en el interior. Desde aquí se tienen unas excepcionales vistas de la llanada Alavesa y de Vitoria-Gasteiz


Continuamos hacia Gazeo, en donde quedamos admirados por las magnificas pinturas murales del interior de la Iglesia de San Martín de Tours, que data del siglo XIV. A 4 kilómetros de Gazeo llegamos a Alaitza, en donde se alza la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción  construida en el s.XII y en donde encontramos también bellas pinturas sobre sus paredes y bóvedas, con una temática que curiosamente no es del ámbito religioso, sino que corresponde a imágenes de guerreros y animales.¡una maravilla¡
 
Nos dirigimos hasta Salvatierra, villa con un singular trazado medieval y que aún conserva restos de su primitiva muralla. Fue fundada por el rey Alfonso X “El Sabio” en 1256 y forma parte del Camino de Santiago Alavés.
 
Llegada la hora de comer, parada en José Mari “El Gordo”, restaurante familiar en donde tomamos un aceptable menú.
 
Antes de abandonar Salvatierra, un pequeño recorrido por sus calles, en donde son de destacar sus dos iglesias, concebidas con la doble función templo y fortaleza: Santa María y San Juan.
 
Camino de vuelta para Valladolid y fin de la interesante ruta .


Otras sugerencias y curiosidades

Próximo a Salinas de Añana, si se dispone de mas tiempo, recomiendo realizar una visita a Villamañe, pueblo en el que se encuentra la Torre-Palacio de los Varona, un espectacular ejemplo de la arquitectura militar del siglo XIV y la única fortaleza de Álava que aún conserva su foso defensivo.

Como curiosidad, un poco antes de llegar al mirador del Nervión (a escasos 200 metros de este) podemos encontrar una de las loberas más grandes de España. Se trata de construcciones-trampa formadas por dos paredes de piedra entre un amplio foso. Las batidas llegaban a concentrar a numerosas personas, los ojeadores estrechaban el camino a los lobos encajonándoles a modo de embudo hasta caer en la lobera, donde se les daba muerte.
 
En las proximidades de Gazeo, se encuentra Añua con una interesante Iglesia gótica dedicada a la Natividad de Nuestra Señora.
 
Entre Quejana y Murgia, existe un desvió para llegar hasta la Cascada de Gujuli, un lugar mágico junto a la iglesia románica de Santiago. La visita es especialmente interesante en época de lluvias.
 
En relación al “poteo” (ir de vinos) si tu visita a Vitoria coincide en jueves, existen ofertas de Pintxo-Pote, en donde por 1 €, salvo en el centro, que son 2 €, puedes degustar un vino crianza de Rioja Alavesa acompañado de un creativo pintxo (de 19 a 23 horas).
 
José María Vicente

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