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- Santo Domingo de la Calzada
Santo Domingo de la Calzada se levanta sobre una llanura, a orillas del río Oja. Vinculada al Camino de Santiago Francés desde sus orígenes, la localidad debe su nombre a Santo Domingo, que entre otras obras construyó un puente, un hospital y un albergue de peregrinos, para facilitar con ello el peregrinaje de la ruta Jacobea a su paso por la ciudad, lo que la convirtió en un núcleo artístico, religioso y económico importante, alrededor de la segunda mitad del siglo XII.
Salimos de Valladolid en dirección a Santo Domingo de la Calzada, de donde nos separan 193 Km.
Arrancamos nuestra vista en la Plaza del Santo, lugar en donde se sitúan alguno de los edificios más significativos de la ciudad. Nos detenemos en primer lugar, en la Ermita de la Virgen de la Plaza, pequeña iglesia de finales del siglo XVI, que alberga en su interior a la Patrona de la ciudad. Saliendo de la ermita, encontraras a mano izquierda el antiguo Hospital de Peregrinos, actualmente Parador Nacional de Turismo.
Frente al Hospital de Peregrinos, se encuentra nuestro siguiente destino, la Catedral del Salvador. El actual templo data del siglo XII, es esencialmente románico y tiene el aspecto de iglesia-fortaleza, único ejemplo de este tipo que podemos contemplar en La Rioja. Del exterior, resaltar la Portada del Cristo, realizada en el siglo XIII y la torre exenta, es decir que no forma parte del recinto de la Catedral y en su interior, podemos ver una interesante exposición de relojes y campanas, pero lo mas interesante es subir a lo alto de la torre, eso sí, con bastantes escalones, pero el esfuerzo merece la pena por las espectaculares vistas que se tienen desde lo alto, ¡no hay que perdérselo¡ Como curiosidad, señalar que dispone de un reloj, de los pocos que podemos encontrar en las Catedrales, dando las horas con su maquinaria original de 1780.
Ponemos ahora rumbo a la arteria principal de la ciudad, la Calle Mayor, en donde además de observar los numerosos peregrinos con los que te cruzas, al encontrarnos en pleno camino de Santiago, podemos ver varios Palacios y Casas señoriales. Nos vamos a detener en el N.º 38, lugar en donde se encuentra la Casa de la Cofradía del Santo, edificio renacentista situado en la calle Mayor, frente a la Plaza de la Alameda, utilizado como Albergue de Peregrinos, siendo este uno de los mejores de la ruta Jacobea y sede de la Cofradía del Santo, la cofradía asistencial más antigua del Camino de Santiago. En su interior, se crían los gallos y las gallinas que forman parte del Gallinero de la Catedral, como recuerdo al famoso “Milagro del gallo y la gallina”.
Justo en frente de esta ultima casa, en el N.º 45, se encuentra la Casa de Lorenzo Tejada, conocida como de los Señores de Cirujeda, pues durante casi dos siglos se ubicó la farmacia que regentaba esta familia. En este Palacio que data de 1840, destaca su gran blasón en la fachada y su doble alero de madera, delicadamente trabajado.
En el N.º 70 de esta calle vale la pena detenerse en la Casa de Trastamara, lugar en donde residió y murió el Rey Enrique II de Castilla, se trata del edificio civil más antiguo de la ciudad, que actualmente alberga la Oficina de Turismo.
Terminada la comida, nos dirigimos a visitar el Monasterio Nuestra Señora de la Anunciación. Del interior de la iglesia es de resaltar: el bello retablo Mayor en donde se sitúa la imagen titular que da nombre al Monasterio, un sepulcro en alabastro donde aparecen ricamente labrados las esculturas yacentes de tres obispos. El coro bajo, situado a los pies de la iglesia ha servido de cementerio hasta 1960, para la comunidad de monjas cistercienses que habitan el convento. Anexo a la iglesia está el claustro del siglo XVII, que destaca por su austeridad. La Abadía, cuenta con una Hospedería y con Albergue de Peregrinos, atendido por las Monjas Cistercienses (Bernardas), ademas si tu visita coincide en horario de misa, es una delicia oirlas cantar. En los exteriores hay una curiosa estatua dedicada a los peregrinos, tanto a los que hacen el camino a pie, como en bicicleta.
Contiguo al Ayuntamiento, podemos ver el edificio del Corregimiento, que data del siglo XVIII, sede del Corregidor (Representante Real, con poder judicial, político y administrativo) y Cárcel Real.
Para finalizar la ruta cultural, recomiendo visitar alguna pastelería
y degustar unos típicos dulces, los “Ahorcaditos”, elaborados con una masa de
hojaldre rellena de crema de almendra, sobre una base en forma de vieira que en
el centro lleva la figura de un hombre ahorcado. Les probamos en "Pasteleria Isidro" y estaban realmente buenos.
En la centenaria "Pastelería
Isasi", degustamos otro típico dulce, el “Milagro del Santo”, un
hojaldre que tiene como base la forma de una gallina y que se encuentra
recubierto de merengue con avellana. Otro dulce con una textura dificil de olvidar.
Fin de la interesante ruta por una de las ciudades mas emblemáticas de la ruta Jacobea y vuelta para Valladolid.
Otras sugerencias y curiosidades.
* Cuenta la leyenda cómo un matrimonio alemán peregrinaba a Santiago junto a su hijo, llegados a Santo Domingo se hospedaron en un mesón. La hija del posadero se enamora del joven, pero al no ser correspondida, decide vengarse y oculta entre su equipaje una jarra de plata. Cuando los peregrinos alemanes abandonan la ciudad, la joven denuncia el robo lo que provoca la captura del chico, quien es acusado de robo y condenado a la horca, sin más culpa que la de no amarla. Sus padres continúan la peregrinación y de vuelta, van a ver el cuerpo de su hijo y comprueban cómo, sorprendentemente, estaba vivo. Los padres van, acto seguido, junto al Corregidor a contarles el milagro, pero este, escéptico, les asegura que su hijo está tan vivo como el gallo y la gallina asados que él se disponía a comer a continuación. El gallo y la gallina, se levantaron de los platos en los que estaban servidos y listos para su deguste, recuperando las plumas y la vida, algo que confirma el milagro y que da pie al famoso dicho: «Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada».
* Si dispones de tiempo, vale la pena acercarse al Convento San Francisco. Actualmente estas dependencias monásticas son ocupadas por el Parador Bernardo de Fresneda, obispo confesor de Felipe II, un centro de restauración y un establecimiento hospitalario.
* No quiero dejar de hablar del recinto amurallado de Santo Domingo de la Calzada. Construido en el siglo XIII, tenía originalmente una longitud de 1670 metros, un grosor medio de 2 metros y disponía de 38 torreones de 12 metros de altura y 7 puertas de entrada a la ciudad. Actualmente se conservan algunos torreones, amplios lienzos y tres de las siete puertas que cerraban la localidad en época medieval. Justo antes de llegar al Ayuntamiento, viniendo por la Avenida Calahorra, se encuentra uno de los torreones recientemente rehabilitado, así como un paño de muralla.
Jose Maria Vicente