sábado, 25 de julio de 2020
La Comarca del Asón, situada en la
parte oriental de Cantabria es una de las zonas más
fotogénicas del norte de España. Este recorrido circular, transcurre por carreteras
de montaña por las que debemos circular con precaución y donde tendremos ocasión de
visitar algunos miradores espectaculares, junto a una de las cascadas más impresionantes
de España, especialmente si la escapada la haces coincidir en primavera u
otoño.
Salimos de Valladolid en dirección Santander,
desviándonos antes de llegar a la capital cántabra en sentido Bilbao y Solares.
Para luego continuar por la CA-261, hasta la falda del puerto de Alisas, donde se sitúa el pueblo de Arredondo, nuestra primera parada. Bautizado
como la “Capital del Mundo” debido a que fueron muchos los vecinos de esta
localidad los que salieron de aquí para buscarse la vida en América y
retornaron al pueblo rodeados fortuna, convertidos en indianos. En esta localidad es de destacar la Iglesia San Pelayo, cuya fachada imita a la del Congreso de
los Diputados en Madrid y que posee un gran campanario cilíndrico que simula un
faro, más concretamente al faro de Cabo Mayor de Santander.
Cogemos de nuevo el coche para dirigirnos
por la carretera CA-265 y subir el Puerto de Alisas hasta llegar a Asón, bonito pueblo con vistas a escarpadas
montañas. Nuestro objetivo es visitar los dos miradores que nos
encontraremos por el camino. A unos nueve kilómetros del pueblo de Asón se situa
el primero de ellos, el Mirador de los Collados del Asón desde donde contemplaremos
unas buenas panorámicas de la zona. Hay que estar muy atentos, puesto que el
segundo mirador se encuentra a poca distancia, justo a la mitad de una curva en
zigzag esta el famoso Mirador del nacimiento del Rio Asón, que es el que mejor
te permite admirar la impresionante cascada de 70 metros de caída, un
espectacular salto de agua en forma de cola de caballo, que se precipita al
vacío nada más ver la luz. Es uno de los nacimientos de rio más espectaculares
de España, después del río Mundo, en Albacete. El mejor momento para verla en
su plenitud es primavera, durante el deshielo. Justo después de este último mirador,
pasadas unas curvas, encontraras un pequeño cartel a mano izquierda, que indica
una ruta a pie directa a la cascada, cuando lo veas, aparca donde puedas, para
iniciar un recorrido de unos 15 minutos, caminando paralelo al curso del río que
te llevara hasta esta gran cascada.
Por la carretera CA-256 nos
encaminamos en dirección a La Gándara, realizando una parada en Quintana de
Soba, para comer en Restaurante Rufaco. Pedimos el menú de 15 €,
en donde quiero destacar el cocido montañés y las alubias rojas, los segundos y
los postres, fueron muy correctos. Recomiendo al reservar, pidas si te dan la
posibilidad de comer en la terraza, por las buenas vistas que tienes desde ella.
Continuamos por la carretera CA-256 rumbo
a La Gándara, en donde tenemos dos parajes naturales que visitar y los dos,
corresponden al río que da nombre a la localidad. En primer lugar, visitaremos
el nacimiento del río Gándara, antiguamente llamado río Soba, pero que se
quedó con el topónimo del lugar donde se encuentra su nacimiento. Para visitar
su nacimiento, dejamos el coche junto al Centro de Interpretación de Collados de Asón, donde nos explicaron la ruta que
podíamos hacer. Se trata de un camino asfaltado, fácil de recorrer y muy bien señalizado,
que te permite en un agradable paseo llegar hasta una explanada, en donde se encuentra
uno de los antiguos molinos, restaurado recientemente y donde pudimos
ver el nacimiento del rio, un torrente de agua que surge a
borbotones del propio suelo. Tened en cuenta que, en verano, es posible que el nacimiento no lleve mucha
agua, por lo que recomiendo visitarlo en primavera u otoño para verlo en toda
su plenitud.
Otro de los parajes naturales que no
debemos perdernos es el Mirador y las cascadas del río
Gándara. Volvemos de nuevo sobre nuestros pasos hasta el Centro de Interpretación
del Parque Natural de los Collados de Asón. Desde este punto, parte un sendero que
nos llevará directos hasta el mirador, frente al que
se sitúan las cascadas del río Gándara. Se trata de un vertiginoso mirador, no apto
para aquellos que tengan miedo a las alturas, que nos permite a través de una estructura
voladiza con suelo de rejilla, tener unas impresionantes
vistas del entorno.
Es recomendable visitarlo después de fuertes lluvias, para
poder verlo en todo su esplendor.
Nuestro siguiente destino es la
cercana localidad de Aja, situada a las orillas del rio Gándara y desde donde comenzamos la ruta hacia el Mirador de Aja. Para llegar
hasta él dejamos el coche aparcado en el pueblo y tomaremos una calle junto a la iglesia, para continuar caminando unos cinco minutos por un
sendero que nos lleva al mirador fácilmente. Desde el mirador tenemos unas espectaculares vistas de los pueblos del valle de Soba,
pasando por el Pico San Vicente y el río Gándara. En un cartel situado
en el mirador, podemos leer: "Volamos no por emular el poder de las
águilas, ni por la invitación al vacío que el paisaje sugiere, sino porque
existe el horizonte y su desafío resulta atrayente”.
Después del desayuno, ponemos rumbo
a la localidad de Ramales de la Victoria. Municipio bañado por el río Ason, su
historia se encuentra ligada a la victoria de los liberales frente a los
carlistas en 1839, que le mereció al general Espartero el título de duque de la
Victoria. La influencia de la contienda, marcaría para siempre a la localidad, apellidada
desde entonces "de la Victoria". Paseando por sus calles encontramos una
arquitectura popular muy bien conservada, con algunas casonas de indianos entre
las que sobresale el Palacio de Revillagigedo que data del siglo XVIII. Sin
embargo, su patrimonio más valioso lo constituyen el grupo de cuevas localizado
en sus proximidades y que nos disponemos a visitar en esta mañana. Antes de
marchar, recomiendo probar las magdalenas de las dos confiterías de toda la
vida que hay en el pueblo.
A 2 Km Ramales, se encuentra la Cueva de la Cullalvera. La visita transcurre entre las amenas explicaciones de la guía, recorriendo
un pequeño tramo de la cueva, paralelos a un río subterráneo, con impresionantes estalactitas y estalagmitas. La visita cuesta 3 euros y es
guiada, durante 45 minutos. Tiene acceso para personas de movilidad reducida. Como
curiosidad, comentar que esta cueva se utilizó como refugio durante la Guerra
Civil.
A cinco kilómetros de Ramales, se sitúa
la Cueva de Covalanas, más interesante que la anterior y que no pudimos visitar
por no haber reservado con antelación. El interés de esta cueva radica en la importante
colección de pinturas rupestres que guarda en su interior. Lo que si pudimos hacer
es acercarnos al Mirador situado en los exteriores de la cueva, desde donde se
tienen las mejores vistas de todo el pueblo.
Un alto en el camino para comer en Restaurante
Casa Nieves, situado a las afueras de Ramales. Se trata de un restaurante de
apariencia sencilla, pero acogedor, con un menú casero y precio inmejorable.
En el camino de vuelta a casa
realizamos una parada en Ampuero. Su punto más interesante y conocido es el
Santuario de Nuestra Señora de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, situado
en las afueras del pueblo. La tradición manda subir andando los cinco
kilómetros que hay desde el propio pueblo hasta el Santuario, aunque nosotros
realizamos el trayecto en coche. Los exteriores del templo son de una gran
sobriedad, que contrasta con la profusión decorativa de su interior, en donde
lo mas resaltable es la pequeña talla gotica de la Virgen que data del siglo XV,
situada en el retablo mayor de estilo churrigueresco. A la salida, no dejes de acercarte al mirador que
hay justo al lado del Santuario, donde puedes contemplar una de las mejores
vistas del valle del Asón.
Iniciamos el viaje de vuelta a Valladolid,
pasando por Santander, lo que nos llevara cerca de tres horas en recorrer los
282 Km que nos separan de casa, dando por finalizada esta interesante ruta.
Otras sugerencias y curiosidades.
* Muy cerca del Santuario de Nuestra
Señora de la Bien Aparecida se encuentra el Restaurante "La Solana", uno de los
mejores restaurantes de Cantabria, galardonado con una estrella Michelín. Otra buena opción para comer en las
proximidades de La Gandara es el Restaurante “Casatablas” en Soba. Nos lo habían
recomendado, pero no había sitio.
* En las proximidades de Arredondo, en
la pequeña localidad de Socueva, se encuentra la Ermita San Juan. Una
cueva transformada en ermita, que se encuentra literalmente incrustada en la roca. Si queremos aprender algo más del salmón,
podemos visitar el Centro Ictiológico de Arrendondo, dedicado al cultivo
de crías autóctonas y al estudio y conservación de sus ecosistemas.
* Otra buena opcion para alojarte en la zona es la Casona de Quintana, ocupa una típica casa montañesa del S. XVIII, situada junto al Parque Natural de Los Collados del Asón. Se trata de un hotel con encanto, decorado con mucho gusto, donde se han cuidado hasta el más mínimo detalle.
* Otra buena opcion para alojarte en la zona es la Casona de Quintana, ocupa una típica casa montañesa del S. XVIII, situada junto al Parque Natural de Los Collados del Asón. Se trata de un hotel con encanto, decorado con mucho gusto, donde se han cuidado hasta el más mínimo detalle.
Jose Maria Vicente
