lunes, 25 de marzo de 2024

 


Salimos de Valladolid en dirección a Salinas de Añana de donde nos separan 214 Km. En esta localidad se encuentran las Salinas que hoy nos disponemos a visitar. 

He querido extenderme un poco más de lo habitual en la descripción del Valle Salado, dado que la espectacularidad del paisaje, junto al interesante proceso de extracción de sal, que no ha cambiado desde la época romana, lo merece. 

El Valle  se asienta sobre un antiguo mar de hace mas de 200 millones de años. Lo que ocurre en este Valle es un fenómeno geológico proveniente del griego llamado "diapiro", que significa atravesar, el agua de lluvia caída sobre el diapiro atraviesa las capas de sal, aflorando de nuevo a la superficie en forma de salmuera

Se trata de un complejo industrial único, con una historia de mas de 7.000 años, conformado por una peculiar y extensa red de canales de madera que distribuye el agua por gravedad hasta las plataformas de evaporación "eras", sobre las que se vierte el agua salada que surge de los manantiales, para la obtención de la sal por evaporación solar.  


Comenzamos la visita, que recomiendo reservar previamente,  caminando por las pasarelas que bordean las salinas, lo que te permite descubrir cada detalle de este proceso de obtención de sal entre las amenas explicaciones del guía. 

Los manantiales son los que suministran la salmuera a nivel de superficie de manera continua. Existen varios en el Valle Salado, pero principalmente se abastece del Manantial de Santa Engracia, con un caudal permanente de unos 2 litros por segundo y con una salinidad media superior a 200 gramos por litro, mucho, en comparación con las aguas del Océano Atlántico con unos 36 g de sal por litro, pero no llegando a los niveles de unos 350 g/l del Mar Muerto. Junto al manantial situado en un extremo del valle existe un deposito, llamado "partidero", que reparte el agua en dos canales de madera: El " Rollo de Suso" conduce la muera por la margen izquierda del Valle y el "Rollo de Quintana" que discurre por la margen derecha; este ultimo transporta mayor cantidad de caudal y se divide posteriormente.

El transporte del agua salada se realiza de manera continua y por gravedad a través de la red de canales comentada anteriormente, con una longitud cercana a los 4 kilómetros. Si bien en origen gran parte de ellos eran simples zanjas excavadas en el terreno, con el tiempo fueron sustituidos por troncos de madera. 
El siguiente paso es el llenado de las eras. Consiste en verter la salmuera sobre unas plataformas rectangulares rodeadas por un pequeño borde a modo de piscinas, cuya superficie varía entre doce y veinte metros cuadrados, que se encuentran sustentadas la mayor parte sobre vigas de madera, utilizando sus bajos como pozos o almacenes de sal. Inicialmente la base de la plataforma para que fuera impermeable se la recubría de arcilla, pero esta daba muchos problemas y al objeto de conseguir una sal lo mas limpia posible se empezó a cubrir de cemento.

Los grupos de eras trabajadas por un mismo propietario se denominan granjas. Las plataformas se van adaptando a la compleja orografía del paisaje, tanto en forma como en altura, teniendo actualidad más de 2.000 eras, de las que solo están en producción 200. La acción de llenado se efectúa de diversos modos, atendiendo a las características particulares de los pozos de almacenamiento existentes en cada una de las granjas (por cada 20 eras, un pozo). Destaca un curioso artilugio denominado "trabuquete", compuesto por tres palos, una cuerda en el extremo más largo, un contrapeso en su parte más corta y un cubo, que se introduce en el pozo y una vez lleno se sube, apoyándose en la parte corta del palo sin mucho esfuerzo, gracias al contrapeso y una vez en la superficie se gira para acercarlo a las eras y volcarlo sobre ellas. Actualmente es más cómodo el uso de motobombas y mangueras. La salmuera vertida sobre las eras será entre dos y cuatro centímetros de altura (de hecho, antaño, cuando los operarios no utilizaban botas de goma como actualmente, la medida estándar se calculaba al cubrir el dedo gordo del pie). Luego se dejaba evaporando el agua entre 8 y 12 horas bajo el sol, hasta que utiliza otra herramienta llamada rodillo (una especie de pala-rascador) para removerla evitando que la sal se pegue al fondo y facilitando su cristalización homogénea por toda la superficie de la terraza. 

La recogida se hace formando uno o dos montones de sal en el centro de las eras. Después se introduce en cestos de madera de castaño, donde se deja un corto período de tiempo para que escurra el líquido sobrante. 

Posteriormente se almacena todavía húmeda en los almacenes situados bajo las eras, introduciéndola por unas aberturas superiores llamadas "boqueras"

En estos almacenes los salineros depositan la sal producida desde mayo a septiembre, para llegado octubre transportarla hasta los espacios de almacenaje situados en el exterior de la explotación para su posterior envasado y comercialización donde se limpia previamente de pequeñas impurezas. 

Terminada esta interesante visita, que nos ha ayudado a comprender la historia y curiosidades de la elaboración de la sal, recomiendo disfrutar del pequeño spa natural salino  que se encuentra a la entrada de las salinas, lo que nos permite refrescarnos los pies y las manos en las aguas saladas del valle, comprobando personalmente así las características de este agua. 

Finalizada la visita, un pequeño refrigerio en  la Taberna "Urgazi".  Situada a escasos metros de las Salinas, te permite  observar el paisaje salinero desde su terraza, mientras tomas una cerveza o un café. Buena la tortilla de patata y las gildas.

Para comer nos quedamos en el  mismo pueblo, en Hostel Plaza. Tomamos un menú muy completo, además de destacar la atención en el servicio, algo que cada día se va perdiendo mas. 

Terminada la comida, subimos por una empinada calle frente al restaurante, en busca de nuestro coche, encontrando a mano izquierda la parte trasera del Ayuntamiento con  la Torre del Reloj, que en su día marcaba los turnos de distribución del agua entre los diferentes propietarios de las granjas de las Salinas. Unos pasos mas pudimos ver los exteriores del Palacio Zambrana Herrán, una esplendida casona de estilo barroco, con los dos escudos de las familias a las que perteneció sobre la fachada.


Espero que esta ruta haya sido de vuestro interés e utilidad.


 
Otras sugerencias y curiosidades.
 


* En la cercana localidad de  Espejo a 6 Km. de las salinas. se puede comer en  Restaurante "La Kabaña".  Hemos comido en otra ocasión un  menú del día normalito, pero la atención de su personal deja mucho de desear. 

* Justo enfrente del restaurante se encuentran unas piscinas fluviales emplazadas en el rio Omecillo, con una zona de baño y un área de recreo con mesas y barbacoas. Recomiendo complementar la visita realizando una cata de sal, lo que nos permitirá conocer de cerca los “cinco tipos principales de sal” que se produce y comercializa en el Valle Salado de Añana: A las pocas horas de empezar a remover la salmuera, comienza a aflorar sobre la superficie de la era una fina capa de escamas que cuando cobra cierta consistencia se recoge con una pala con múltiples perforaciones, se deposita en contenedores y se lleva al almacén, pues se trata de la flor de sal. Es el momento más “interesante” de la producción salina, que requiera recogerla con la delicadeza de la que solo es capaz el salinero experimentado, dado que si esas flores dejan de flotar las pierdes para siempre. Los otros cuatro tipos de sal son: la sal de manantial (cristales de sal de gran pureza, sería esta la sal de uso diario, de grano gordo, que no tiene ningún refinamiento ni ningún tratamiento químico), el chuzo de sal (estalactita formada por filtraciones de salmuera en las eras y canales), la sal líquida (concentrada de forma natural, ideal para pulverizar platos de carne o pescado) y la sal fina (no tiene ningún refinamiento, sino que se muele para que resulte más fina y se adapte al gusto del consumidor). Sin exagerar, se trata de una de las mejores sales del mundo y la mas pura, con una producción muy pequeña, del orden de 200 toneladas al año y totalmente artesanal.

 Otra opción interesante, especialmente si vas con niños, es participar en el Taller Salinero, ya que van a descubrir de una forma muy divertida, gracias a las explicaciones de la guía, como se produce la sal de una manera practica.

* El agua salina sobrante procedente de los canales y no utilizada en las eras, es aprovechado con fines industriales en instalaciones próximas a las salinas.

* Si dispones de tiempo y quieres alargar la ruta, recomiendo pasarte por Laguardia, a 64 Km. de las Salinas. Se trata de una interesante villa medieval, capital de la Rioja Alavesa. Puedes consultar en este blog un post, con recomendaciones y visitas interesantes. Rioja Alavesa




Jose Maria Vicente



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