sábado, 3 de octubre de 2020

 

Dedicaremos esta ruta a conocer alguno de los pueblos con mayor concentración de hórreos en Asturias, un metodo de almacenamiento cuyas construcciones han perdurado con el paso del tiempo como muestra de las costumbres en la region.

Salimos de Valladolid en dirección a Tazones, para después de recorrer 260 Km llegar a nuestro destino.

Tazones, forma parte de las rutas imperiales de Carlos V en Europa y es que en este pequeño puerto, ubicado en las inmediaciones de la ría de Villaviciosa, desembarco en 1517 el príncipe Carlos V, para poner rumbo a Valladolid donde seria coronado Rey. Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado a la entrada del Pueblo, situado en el barrio San Miguel. Caminando desde este punto, lo primero que nos encontramos es con la Iglesia de San Miguel, una construcción reciente, de blancas paredes donde destaca su rosetón. Continuamos caminando por calles estrechas y empinadas, pasando por antiguas casas de pescadores en donde resaltan los tonos rojo y azul, para llegar hasta una pequeña playa, que si la pillas en marea baja, que no fue nuestro caso, puedes llegar caminando hasta una zona en donde pueden verse huellas de dinosaurios. 

Llegada la hora de comer, subimos por la carretera que conduce a Villaviciosa y que divide los dos barrios del pueblo, para detenernos en el Portal de Tazones, en el barrio de San Roque. Acudimos a este restaurante siempre que visitamos Tazones y como siempre, hemos salido encantados. Comimos una ración de zamburiñas y un exquisito “pixin” o rape, acompañado de patatas panaderas, para terminar con una sabrosa torrija, que según nos cuentan se encuentra entre la mejores de España y un buen arroz con leche. A destacar, además de la comida, la amabilidad de su propietaria, lo que hace que sea este un local totalmente recomendable.

Terminada la comida, bajamos de nuevo por la carretera en dirección al puerto, donde poco antes de llegar, a la izquierda, nos detenemos ante una original construcción: La Casa de las Conchas, donde su dueño, hace 20 años comenzó a decorar su fachada con todo tipo de conchas. Al lado de la casa, podemos ver una panera en buen estado de conservación y justo detrás, sale un empinado camino que nos llevara hasta el Faro. (Si quieres llegar al Faro en coche, antes de llegar al pueblo, sale un camino a la izquierda que te llevara hasta él y desde este punto, una senda de unos cinco kilometros te permite realzar la "ruta del azabache", mineral de color negro brillante, de tradición artesana en esta zona). 

Continuamos paseando por el puerto hasta llegar al espigón, desde donde puede verse unas buenas del final de la ría de Villaviciosa. 

Dejamos Tazones para poner rumbo al Puntal, a 5 Km de donde nos encontramos. Se trata de un pequeño arenal situado al final de la Ria de Villaviciosa, que cuenta con una reducida playa y un puerto deportivo, desde donde disfrutaras de bonitas vistas de la cumbre del Sueve y justo enfrente, la Playa de Rodiles, que recomiendo visitar si vas bien de tiempo.  

Nos dirigimos a Villaviciosa, de donde nos separan 11 Km, llegando hasta la Plaza del Ayuntamiento. En esta Plaza se encuentra la Confitería Colon, pastelería artesana, en donde tomamos un café acompañado de una “casadiella”, dulce típico por el que han sido premiados en 2019 como la mejor “casadiella” del mundo. (Se trata de una empanadilla frita elaborada con una masa de harina de trigo que se rellena con una mezcla de nuez, azúcar y anís). 

Cogemos de nuevo el coche para desplazarnos siete kilómetros hasta Lugas, lugar en donde se sitúa el Hotel en donde nos alojamos, “La Corte de Lugas”. Se trata de una antigua casona asturiana del S XVII, con viejos muros de piedra, transformada en un hotel con mucho encanto. 

A resaltar, el trato cercano que te dispensan los dos hermanos que lo gestionan y el entorno tranquilo en donde se encuentra. 

Dedicaremos la tarde de este primer dia a visitar Sietes. Este pequeño pueblo asturiano se hizo conocido en 2009, cuando Microsoft realizo la presentación a nivel mundial de su programa informático Windows 7, aprovechando la coincidencia del nombre del pueblo. Durante el recorrido que realizamos por el pueblo, por cierto, un pueblo sin apenas gente, pudimos ver varios hórreos, alguno de ellos centenarios, pero sobre los que se debería iniciarse un plan de conservación, dado que muchos de ellos se encuentran en bastante mal estado, así como mejorar su imagen retirando los trastos que guardan en sus bajos, uno de los más interesantes es el Hórreo de la Carretera, que data del siglo XVII. Otro de los atractivos del pueblo es la Iglesia de San Emeterio, un templo renacentista, un arte poco habitual en Asturias. También es de resaltar La Casa del Horru, instalado en el edificio del antiguo Casino, fundando por los vecinos que emigraron a América en 1914. En su interior, guarda la historia y la evolución de uno de los emblemas por excelencia de Asturias, el Hórreo. (Concertar cita previa, dado que habitualmente está cerrado). La visita del pueblo nos ha decepcionado un poco para las expectativas que teníamos, aun así, valió la pena. 

En el camino de vuelta al Hotel, nada más pasar Villaviciosa, nos detenemos en Amandi. En esta localidad se encuentra la Iglesia de San Juan de Amandi,  una de las mejores representaciones del románico asturiano. De su exterior, es de destacar el enorme porche semicircular del siglo XVII, que cubre la fachada donde se encuentra la puerta de entrada y sobre este pórtico una espadaña barroca de dos huecos para las campanas, así mismo es de resaltar la cabecera del ábside, en donde podemos ver numerosos canecillos (soportes de piedra en el alero del tejado), alguno de los cuales representan a personajes humanos en aptitud erótica. No pudimos acceder al interior del templo por encontrarse cerrada. (Horarios de apertura Julio, agosto y Septiembre:11:30-13:30 h. y de 17:00-19:00 h. Lunes cerrado; Octubre a Junio: martes y sábados de11:30-13:30 h).

Dado que se ha hecho la hora de cenar, en las proximidades del Hotel, paramos en la Sidrería Cortina, donde pedimos unos ricos calamares frescos y zamburiñas, acompañado de una buena sidra tradicional, para teminar con un queso "La Peral", un queso que guarda cierto parecido con el Roquefort francés, con el que probamos la novedosa para nosotros, sidra de hielo, galardonada en 2019 como la mejor sidra del mundo dentro de su categoría. Se trata de una sidra dulce y de aspecto brillante con tonos dorados. En mi opinion, prefiero la tradicional sidra asturiana. 
Dejamos Amandi para seguir tres kilómetros por la carretera AS-255 y llegar a nuestro Hotel en Lugas. 
 
La primera visita del segundo día, a pocos pasos del Hotel, es el Santuario de Santa María de Lugas,  templo que pasa por ser el segundo Santuario mariano de Asturias después de Covadonga. Se encuentra emplazado sobre una colina dominando el pueblo y la leyenda atribuye el hallazgo de la Virgen a un labrador que la encontró mientras araba. Del exterior, destacar la portada principal románica, con tres arquivoltas que se apoyan en columnas con unos capiteles ricamente esculpidos. Del interior, es de resaltar la venerada imagen de la Virgen titular del Santuario, una bella talla del siglo XIII de apenas 40 centímetros con el niño en brazos, que milagrosamente pudo salvarse en la Guerra Civil, que se encuentra situada en el retablo barroco del altar mayor. Junto a la iglesia podemos ver otros equipamientos auxiliares, como la Casa Rectoral o el cementerio.

Nos desplazamos 25 Km para llegar a Infiesto. Capital del concejo de Piloña, se encuentra atravesada por el rio Piloña, afluente del Sella,  considerada la capital de la avellana, por la calidad y abundancia de este producto en la zona. Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado junto al rio, en pleno centro de la Villa, encontrando a poca distancia el Ayuntamiento, en cuyo entorno se sitúa la Iglesia de San Antón y la Casa del Tiempo, lugar donde se ubica la Oficina de Turismo y el Museo del Reloj, con una importante colección de relojes antiguos, de diferentes épocas, algunos piezas únicas. (No lo pudimos visitar dado que solo abre en fin de semana). En el mismo edificio, visitamos la exposición “Los trece del Sidrón”, donde se muestra de manera muy pormenorizada los hallazgos encontrados en la Cueva del Sidrón (no visitable al público), siendo de resaltar la colección de restos óseos neandertales más importantes de España. Entre el contenido de la exposición, nos llamó la atención un panel que refleja el esqueleto de varios individuos localizados en la cueva, con objeto de mostrar cual era la altura que tenían los antiguos moradores de la zona. Caminando por detrás del ayuntamiento, en la calle del Queso, encontraras, dentro de la arquitectura civil, la Casa Arguelles, que data del siglo XVIII.

A tan solo 2 Km de Infiesto, nos acercamos a visitar el Santuario de la Virgen de la Cueva, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. En un bello paraje natural, tranquilo y relájate, junto a las cristalinas aguas del rio Mon, encontramos una enorme roca inclinada a modo de visera, la cual da cobijo a la Virgen de la Cueva, una pequeña talla policromada que data del siglo XVIII. Junto al Santuario, se situa el área recreativa de la Cueva, de donde parte una interesante senda fluvial de 3 Km.

Una curiosidad: La popular canción infantil, que todos hemos cantado de pequeños “Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva …..”, se revindica como originaria de esta zona.


Ocho kilómetros nos separan de nuestro siguiente destino, Espinaréu o en castellano Espinaredo, lo que nos permitirá contemplar una de las concentraciones de hórreos y paneras más grandes de Asturias, con algunas construcciones que datan del siglo XVI, lo que te transportara en un viaje en el tiempo a épocas pasadas.

A nuestra llegada, dejamos el coche en la Plaza, junto a la Iglesia de Santa María de las Nieves, construcción que data del siglo XVII, a la que no pudimos acceder al interior por encontrarse cerrada. De su exterior, resaltar la presencia de un gran tejo, árbol muy ligado a la mitología asturiana, que representa el vínculo del hombre con la tierra y simbolizando el paso de la vida a la muerte, por eso encontramos tejos junto a ermitas y cementerios. 

En la misma plaza, podemos ver un panel informativo, que te permitirá conocer la ubicación de los hórreos más significativos, el más antiguo de ellos data del año 1548 y la gran mayoría de ellos en buen estado de conservación. 

Llegada la hora de comer, nos detenemos en el Restaurante "El Rincón de Espinaredo". En este pequeño local familiar, disfrutamos de la gastronomía típica asturiana, probando una sabrosa fabada, unos “tortos” de cabrales con huevo y “pitu de caleya” (pollo autóctono de corral, criado sin pienso), acompañado de unas ricas patatas caseras. Lo más curioso y original de este local fue estar comiendo en los bajos de un hórreo. Local totalmente recomendable, tanto por la calidad de la comida, como por la amabilidad de su propietario. 


Del recorrido que realizamos por el pueblo después de comer, quiero resaltar la panera conocida como "l'Horru La Capilla", llamada así porque antiguamente, hasta que se construyó la iglesia, se oficiaba la misa en su interior

Muy cerca de esta última panera, vale la pena detenerse ante una casa que data de 1714, un buen ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona.

En el camino de vuelta al Hotel, merece la pena detenerse en Torazo. Precioso pueblo, situado a los pies del Pico Incos, con un encanto especial, donde se combina la arquitectura rural tradicional, con los verdes paisajes montañosos. Galardonado en 2008 con el premio al “Pueblo Ejemplar de Asturias”, entro a formar parte del selecto grupo de los “Pueblos más bonitos de España” en 2016. 

Nos dirigimos a la parte baja de pueblo, para dejar el coche junto a la Hostería de Torazo, lugar en donde nos hemos alojado en otras ocasiones. Se trata de un local totalmente recomendable, que destaca tanto por la amabilidad de su personal como por las inmejorables vistas que tienes desde las habitaciones y desde la terraza de su cafetería. En el restaurante, puedes disfrutar de un interesante menú a base de productos típicos de la zona, donde no debes dejar de probar el arroz con leche ¡está delicioso¡

A pocos metros del Hotel, ya te encuentras el primero de los numerosos hórreos que vamos a poder ver a lo largo del pueblo y justo enfrente, nos detenemos ante la pequeña Capilla de Nuestra Señora de la Sienra, en cuyo interior se puede observar un altar de madera tallada, con la imagen de la Virgen de Covadonga en el centro. Saliendo de la capilla, giramos a la izquierda, siguiendo un camino adoquinado que nos lleva hacia el centro del pueblo, encontrando en el recorrido interesantes hórreos, junto a casas construidas con la arquitectura típica de la zona.  


Al final del pueblo se situa la Iglesia de San Martín el Real, que destaca sobre el resto de los edificios por la altura de su campanario, rematado por un reloj y dos campanas. Levantado sobre un cementerio del siglo XVI, accedemos al templo por una enorme escalinata, observando en su interior numerosas losas sepulcrales sobre el pavimento.

En la mañana del tercer día ponemos rumbo hacia Bueño, situado a escasos 5 kilómetros de Oviedo. (Coger la A-66 y tomar la salida 35: "Soto de la Ribera").

Bueño, "Pueblo ejemplar de Asturias en 2012", concedido por haber sabido sobreponer su condición rural y su cultura tradicional, a la presión del entorno industrial, gracias a la iniciativa de sus vecinos. Cuenta con 36 hórreos y 10 paneras, lo que hace que sea otra de las mayores concentraciones de este tipo de construcciones en Asturias, por lo que podríamos decir que en este pueblo hay tantos graneros como viviendas.

Recomiendo comenzar visitando el Centro de Interpretación del Hórreo, situado en la carretera general a la entrada del pueblo. La visita nos permitió conocer más en profundidad el mundo de los hórreos y paneras, a través de numerosos paneles informativos y maquetas. Tras el paso por el Centro de Interpretación, nos acercamos a visitar el pueblo, deteniéndonos en primer lugar ante un panel donde aparecen señalados todos los hórreos y paneras que podemos encontrar en el recorrido, lo que te permite poder ubicarlos mejor. Durante el agradable paseo, pudimos observar hórreos de distintas épocas, algunos de ellos centenarios, con paneles informativos de sus principales características. El más antiguo de los que vimos, está fechado en el siglo XVI y se encuentra en el centro del pueblo.
Por el camino, nos encontramos con la pequeña Capilla de San Juan de Mata, construcción de 1929Realmente ha sido esta una visita muy interesante y dentro de la ruta, es la localidad en donde mejor estado de conservación hemos encontrado estos típicos graneros asturianos.
Dada la cercanía a la capital ovetense y llegada la hora de comer, nada mejor que hacerlo en Sidrería "El Gato Negro", situada en el corazón del casco antiguo, la Plaza de Transcorrales. Volver a este local es un gustazo, hemos comenzado pidiendo unas zamburiñas, realmente ricas, para seguir con unos tacos de bonito (ahora que estamos en temporada) acompañados de patatas, para rematar con un postre delicioso, crema de queso con mermelada de fresa. Otros platos destacables de la carta son el “pixin” negro y el cachopo, les hemos probado en otras ocasiones y los preparan realmente bien. Resaltar la amabilidad de su personal, la buena relación calidad precio  y una cosa importante, no olvidar reservar.

Terminada la comida, nos pasamos por la Confitería Rialto, donde tomamos un café acompañado de un “carbayon”, dulce típico asturiano, más concretamente de Oviedo.Carballones, es como se llama a los ovetenses, por un roble que estaba situado en la calle Uría y que fue derribado en 1879, para posteriormente en 1950 plantar un nuevo roble en la plaza anterior del Teatro Campoamor, al que se le llamó “Carbayín”.


Vuelta para Valladolid y fin a esta interesante ruta.

Otras sugerencias y curiosidades.

* A tan sólo ocho kilómetros de Espinaredo, se encuentra el área recreativa de La Pesanca, una de las más interesantes de Asturias, con un impresionante paisaje de bosque, en donde abundan los robles, castaños centenarios y hayedos. El área es atravesada por el rio Infierno, cuyas aguas no hacen honor a su nombre, dado que se encuentran gélidas, aun en pleno verano. Desde este punto puedes iniciar sencillas rutas de senderismo, una de las más interesantes es las “hoces del rio Infierno”, que te permitirá disfrutar de un agradable paseo y refrescarte en alguna de sus innumerables pozas y pequeñas cascadas. Tienen una zona con mesas y zonas verdes junto al rio, ideal para ir con niños y pasar un día en plena naturaleza. Antes de llegar a la Pesanca, a la derecha de la carretera recomiendo detenerte en el Arboreto de Miera, un bonito bosque de coníferas.

* La “sidra de hielo”, que hemos probado en este viaje, tiene sus orígenes en la ciudad canadiense de Quebec, que posee temperaturas extremadamente frías en invierno. Para obtener esta novedosa bebida en España, se somete a la manzana al proceso habitual de selección, “mayado” o machacado y prensado de la “magalla” (manzana triturada) , obteniendo un mosto al que se le somete a un frio intenso, llegando a la congelación, para pasadas unas semanas descongelar y eliminar el agua, dejando el mosto resultante en fermentación varios meses, a fin de obtener la graduación alcohólica deseada, alrededor de 12º, para terminar con el filtrado y embotellado.

* Espero saber explicar las diferencias entre "Hórreo gallego y asturiano". La palabra hórreo viene del latín horreum, que significa granero. Son construcciones dedicadas a guardar y conservar alimentos agrícolas, para alejarlos de la humedad y los roedores. Encima de los pies o pegollos, normalmente de piedra o madera, se encuentran las “pegolleras” o muelas de piedra caliza, que evitan la subida de ratones. En Asturias hay dos tipos de construcciones: El más numeroso de ellos, el Hórreo, dispone del tejado a cuatro aguas, son de planta cuadrada sobre cuatro pilares y si es de planta rectangular, lleva seis o más pilares, se llama Panera, con el tejado con caballete y a cuatro aguas. Tanto el hórreo como la panera suelen tener ornamentos o grabados en la madera, clasificándose en tres estilos, según la zona de localización: Allande, (Los más tradicionales y sencillos, sus elementos decorativos son aislados), Villaviciosa (Son los más antiguos y suelen caracterizarse por un arco sobre la puerta de entrada, similar a las portadas de las iglesias románicas) y Carreño (Es el estilo más espectacular de todos, porque consta de muchos elementos decorados, especialmente en las puertas principales) y algunos, pueden tener en su perímetro una corredera con balaustrada. La principal diferencia con los hórreos gallegos, es que los asturianos son desmontables, todas sus partes deben unirse por encajes, no con clavos ni tornillos. El Hórreo gallego, normalmente es rectangular, con seis u ocho pies. Poseen la cubierta a dos aguas, en pizarra o teja y generalmente se llama Cabazo, es de planta rectangular, más estrecho que la panera asturiana, con gran diferencia entre los lados mayores y menores. El cerramiento suele estar construido de piedra, cimentado en dos paredes, prolongación de sus cabeceras que le sirven de pies. 

* Desde el Puntal, la Empresa “Trampalones” organiza paseos en barco por la Ria, así como alquiler de piraguas. ( Contactar en 984106463).

* Nos quedamos con ganas de probar  la tradicional “Boroña”, un pan típico de la zona, elaborado a base de pan de maíz,  que luego se rellena de jamón, chorizo, panceta o costillas, para posteriormente cocinarse al horno durante varias horas. Es algo similar a un "bollo preñao", pero de mayor tamaño y mas ingredientes. (El primer domingo de junio se celebra en Torazo el Festival de la Boroña).

* No quiero dejar de hablar del caballo "asturcon", todo un emblema de Asturias, que podemos ver en libertad en la comarca de Piloña, que hoy visitamos. Se trata de un caballo que no sobrepasa el 1,5 metro de altura, por lo tanto un "poni", con las crines largas y pobladas. No pudimos realizar una interesante experiencia de visitarlos en semi libertad en Monte Cayon, al encontrarse estas visitas temporalmente suspendidas. (Dejo foto de una escultura de estos tipicos caballos asturianos, sacada en la Plaza de la Escandalera de Oviedo).

* Como recuerdo de nuestro paso por Oviedo, dejo foto con la fecha que diariamente decoran en el Parque de San Francisco.



Jose Maria Vicente

 

 



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