viernes, 10 de abril de 2020



La costa asturiana está llena de maravillas naturales que nunca dejarán de sorprendernos. Una de estas maravillas son los "bufones", grietas creadas por la erosión del mar sobre las rocas calizas de los acantilados, que cuando las olas llegan, comprimen violentamente el aire y el agua presente en las grietas, buscando una salida al exterior, lo que origina un curioso fenómeno a modo de surtidor o géiser, que hace que el chorro de agua pueda alcanzar hasta los 40 metros de altura, acompañado del bufido o silbido típico de los bufones. La mejor época para ver este fenómeno natural en todo su esplendor es en otoño e invierno y cuando existe fuerte marejada, pero en realidad pueden surgir en cualquier época del año.

Salimos de Valladolid por la carretera A-67/E-70 en dirección a Puertas de Vidiago, para después de 277 Km llegar a nuestro destino. A poco menos de un kilómetro del pueblo, parte un camino que nos lleva hasta un pequeño aparcamiento, donde debemos dejar el coche, para seguir a pie por un camino señalizado, que nos permite llegar y disfrutar del grandioso espectáculo de los Bufones de Arenillas, declarados monumento natural el año 2005, los cuales pasan por ser unos de los más grandes y espectaculares de la costa oriental asturiana, todo ello entre los impresionantes acantilados del mar Cantábrico.

Terminado el interesante paseo por los Bufones de Arenillas, debemos reponer energías y nada mejor que hacerlo en Casa Poli, situada en una casa de labranza asturiana de 1833. Servicio rápido y buena materia prima, resaltando de la comida: la fabada, las croquetas de cabrales, el chuletón a la piedra, un buen cachopo nada grasiento y una insuperable tarta de queso. En resumen, local totalmente recomendable.

Nuestro siguiente destino es el Mirador de la Boriza, situado a unos cinco kilómetros de Llanes, entre las localidades de Cué y Andrin. Para llegar al mirador solo tenemos que dirigirnos al Campo de Golf de Llanes, que se encuentra como a 1 km de Cué, donde veremos un cartel que señaliza el campo de golf y otro indicador al mirador, que nos lleva hasta un pequeño aparcamiento donde dejar el coche, para luego seguir un corto trayecto por un camino de tierra que nos conduce hasta el mirador. Desde el mismo, podemos observar unas excepcionales vistas, tanto de la playa de Andrín a la derecha, como de la Playa de la Ballota a la izquierda, quedando la Sierra del Cuera a tus espaldas. No es de extrañar que José Luis Garci decidiera rodar aquí algunos exteriores de la película "El Abuelo".


Llegados a Llanes, conocida por poseer el título de “muy noble y leal villa”, nos dirigimos al Hotel Don Paco. Situado en pleno centro de la Villa, el hotel se encuentra ubicado en un bello convento Barroco del siglo XVII, a muy pocos metros de la playa del Sablón y del paseo marítimo de San Pedro. Se trata de un lugar con un encanto especial, con instalaciones modernas y personal muy atento. Dispone de parking en un hotel cercano, algo que se hace imprescindible en esa localidad.

Abandonamos el Hotel en dirección a la pequeña playa del Sablón, para continuar hasta el puerto, lugar en donde se encuentran una de las imágenes más representativas de Llanes, los "Cubos de la Memoria", un conjunto de bloques de hormigón que dan lugar a una colorida obra de arte creada por el pintor vasco Agustín Ibarrola. 
A continuación, nos adentramos en el casco antiguo con una primera parada en la Plaza de Santa Ana, en este rincón con encanto se encuentran restos de las murallas que cercaban la villa y una de las siete puertas que la cerraban, la de San Nicolas. En esta plaza se sitúa la Capilla de Santa Ana, lugar de veneración de los marineros, data del siglo XV, posee un interesante y recién restaurado retablo del siglo XVII. Tambien en la plaza, se situa la Casa de la Ballena, lugar donde se despiezaban y subastaban las ballenas hasta el siglo XVIII, dado que Llanes fue un importante puerto ballenero. (Como curiosidad, se pagaba a la iglesia un ala de cada cetáceo como diezmo). Al lado opuesto de la plaza, se sitúa el Palacio de Gastañaga, una antigua casa señorial del siglo XVI. 

Continuando por la calle Posada Arguelles, llegamos a la Plaza Cristo Rey, donde visitamos la Basílica de Santa María del Conceyu, un templo de estilo gótico, que bien merece la pena dedicarle unos minutos. A pocos pasos de esta plaza se encuentra el Palacio de el Cercau, una bella edificación renacentista llena de encanto. Seguimos nuestro camino por la Calle Mayor, hasta llegar a la Plaza de la Magdalena, así llamada porque en ella se encuentra la Capilla de la Magdalena, una iglesia del siglo XIII, más antigua que la basílica de Santa Maria. Accedemos de nuevo a la calle Mayor, para girar al final por la calle Castillo, donde podemos ver el Casino y el Ayuntamiento. Entre estos dos edificios, sale la calle Alfonso IX, donde nada más empezar ya puedes ver el Torreón, una torre defensiva del siglo XIII, que formaba parte de la antigua muralla medieval y que actualmente alberga la Oficina de Turismo. Volvemos al punto de partida, la playa del Sablón, para continuar caminando hacia la última parada antes de ir a cenar, el Paseo de San Pedro. Se trata de un maravilloso mirador al Cantábrico que bordea los acantilados y que ofrece unas espectaculares vistas, a un lado el mar, al otro Llanes y detrás los Picos de Europa.

Para cenar, nos dirigimos a la Sidrería La Amistad (Calle Cueto Bajo 8). No dejes de probar las croquetas de queso con mermelada de manzana, el cachopo con patatas y pimientos y de postre, tarta de la abuela.

La mañana del segundo día, le comenzamos visitando la centenaria Confitería Vega (Calle Mercaderes 10), donde tomamos el desayuno: un buen café acompañado de un “carbayon” y unas “llaniscas”, unas tartaletas rellenas de una masa de frutos secos y recubiertas de almíbar, ¡buenísimas ¡
 
 De camino a visitar los bufones de Pria, dejo algunos lugares interesantes, que si dispones de tiempo recomiendo visitar:

Playa de Torimba, en la localidad de Niembro. Es una de las playas más bellas de toda Asturias, a unos 9 Km de Llanes. Con forma de concha casi perfecta, esta playa de singular belleza, se encuentra resguardada por unos escarpados acantilados y para acceder a ella, hay que caminar durante 10 minutos, pero el esfuerzo vale la pena. Debes saber también que una parte de esta playa, es nudista. Si no te apetece bajar hasta la playa, desde arriba hay un mirador donde las vistas son magníficas. También en la misma localidad de Niembro, se encuentra uno de los parajes más desconocidos y bonitos de Asturias.  Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de Barro, junto a la que se sitúa el cementerio y desde donde podrás disfrutar de un fotogénico lugar en medio de la ría de Barro, especialmente en pleamar, cunado las "cruces del camposanso se reflejan sobre el agua".

Playa Gulpiyuri, en la localidad de Naves. Con apenas 50 metros de longitud, no es la más bonita, ni la que mejor entorno posee, pero posee la particularidad de ser una playa de interior. Situada entre verdes prados, esta pequeña playa de aguas turquesas, es fruto de un capricho geológico, donde el agua de mar llega a través de túneles subterráneos excavados en la roca, a pesar de encontrarse a 100 metros de la costa.

Playa del Cobijeru, en la localidad de Buelna. Deveras dejar el coche junto a la Iglesia de Santa María y seguir a pie por un camino, que te conduce hasta esta playa de forma semicircular, que también es de interior, sin salida directa al mar.


Terminado el desayuno, cogemos el coche para poner rumbo por la autopista A-8 a los Bufones de Pría, situados dentro de la localidad de Llames de Pría. Tomaremos la salida 319 hacia Pria/Nueva. Una vez que sales de la autopista te incorporas a la AS-263, aquí debes coger dirección Piñeres, pero no debemos meternos hacia este pueblo, continuamos por la carretera hasta el pueblo de Belmonte y a mitad de pueblo encontrarás un desvío a la derecha que pone Llames 1,5 km, coges este camino hasta llegar al pueblo, una vez allí aconsejo que aparques el coche y vayas caminando. El itinerario comienza por un camino que nos conduce a la Playa de Guadamía, en donde lo especial y único de esta playa es que está ubicada en un canal estrecho entre los acantilados, por lo que es la playa más protegida de las embestidas del mar en todo el oriente asturiano. (Al inicio de su larga lengua, la profundidad del agua es escasa y en marea baja, queda un arenal de gran longitud, idóneo para ir con niños). Dejamos la playa y seguimos por un camino a la derecha que nos conduce al Bramadoriu de Llames, un extenso campo de bufones que nos ofrece un espectaculo impresionante, en donde el fuerte oleaje combinado con el aire comprimido que escapa con fuerza hacia la superficie a través de las grietas de las rocas calizas, lo que da lugar a un salto de agua a modo de surtidor a presión, capaz de alcanzar los 20 metros de altura, provocando un ruido que puede oírse a kilómetros de distancia. Este fenómeno natural, lo podrás admirar en cualquier época del año, pero de una manera especial en otoño e invierno, cuando el Cantábrico se encuentre en pleamar y en los días de fuerte marejada.
Volvemos de nuevo a Llames y paramos a comer en "La Pomarada" (calle Llames 13). Un lugar es encantador donde degustar comida casera. El surtido de tortos de cabrales y picadillo, muy buenos. También recomendables los calamares y chipirones.

Terminada la comida, nos dirigimos a visitar la Playa de Cuevas de Mar, para lo que tenemos que desviarnos en la localidad de Nueva de Pria, desde donde sale una carretera que discurre al lado del río y nos lleva hasta esta playa de singular belleza. Se trata de una playa con forma de concha y encajada entre los acantilados, lo que hace que esté siempre al resguardo del viento. Salpicada por enormes formaciones rocosas perforadas por el mar, dejan al descubierto cuevas y tuneles, por lo que para verla en todo su esplendor es necesario visitarle en bajamar. Recuerda un poco a pequeña escala a la playa de las Catedrales de Ribadeo. (Consultar el horario de las mareas en Oficina de Turismo de Llanes).
Ponemos de nuevo rumbo a Llanes, donde continuamos alojados en Hotel Don Paco. Para cenar esta noche, elegimos la Sidrería “El Antoju” (Calle Mayor, 8)., Se trata de un local pequeño, donde no es posible reservar, lo que obliga a esperar hasta que haya una mesa disponible. Recomiendo el espectacular cachopo de jamón y queso de Gamoneu, el mejor de los que hemos probado durante el viaje. 

Buenas también las zamburiñas a la plancha y los calamares. A mejorar, la amabilidad de su personal.

En este tercer día, nos vamos a dirigir por la N-634 hacia Cantabria, para detenernos en la localidad de Ribadedeva, lugar en donde se localiza la Playa de la Franca, la última de la zona oriental de Asturias Según te vas acercando accedes a la playa, veras a la izquierda la desembocadura del río Cabra, que hace frontera entre los concejos de Ribadedeva y Llanes. Se trata de una playa con mucho encanto, que durante la pleamar se convierte en una piscina natural y que con la con la bajamar, se transforma en un amplio arenal, quedando comunicada con una pequeña cala conocida como playa del Oso y la playa de Bendia. Recomiendo subir por una cuesta desde la entrada de la playa, para llegar al mirador que da nombre a la playa, desde donde se pueden observar una de de la mejores panoramicas de la zona.
Nos alojamos en el Hotel Mirador de la Franca, que destaca por su ubicación, en la misma playa de la Franca. Para comer, recomiendo el restaurante del mismo Hotel, con una buena relación calidad precio y si es posible reservar una mesa junto a la ventana. 
Después de la comida, nos desplazamos tres kilómetros para visitar Colombres, localidad premiada con la distinción de Pueblo Ejemplar de Asturias en el año 2015. En el recorrido por sus calles pudimos observar numerosas casas de indianos: emigrantes asturianos que marcharon a hacer fortuna al continente americano durante la segunda mitad del siglo XIX, que a su regreso a España, compraron terrenos y levantaron grandes mansiones.

Una de las casas más espectaculares, es la Quinta de Guadalupe, una gran mansión de color azul pastel, con galerías de cristal y rodeada de jardines, que acoge la Fundación Archivo de Indianos y el Museo de la Emigración. 
Iñigo Noriega, fue una de las personalidades más importantes de la emigración española a las Indias, donde logro amasar una inmensa fortuna en Méjico y para dar la medida de su éxito, edificó esta casa de proporciones palaciegas, «Quinta Guadalupe», en honor a su mujer.

Justo al lado del Archivo, se localiza la iglesia de Santa María, construida en el siglo XIX por el arquitecto vallisoletano Darío de Regoyos y Molenillo, los exteriores son de una gran sencillez y en su interior es de resaltar la pintura del Pantocrátor sobre la cúpula del edificio, recientemente restaurada. Otra de las casas más conocidas es la Casa Roja, por el color de sus muros, popular por haber servido de escenario para el rodaje de la serie televisiva “La señora”. 

Para cenar, recomiendo el Chiringuito “Los Emilios”, situado en un entorno muy agradable, al borde de la playa de la Franca. Buenas las rabas y los chipirones, espectacular el rape a la plancha. Están especializado en pescados y arroces.
La mañana del cuarto día, ya camino de Valladolid, lo vamos a dedicar a visitar la Cueva del Soplao. Para su acceso, viniendo por la Autovía A-8 Oviedo Santander, debemos tomar la salida 269 (Tánagos-Pesués-Puente Nansa) y antes de llegar al núcleo urbano de Pesués, coger la desviación a Puente Nansa hasta alcanzar el pueblo de Rábago. A partir de este punto, seguir la carretera hasta El Soplao.

Para facilitar la visita, que parte del “Centro de Recepción de Visitantes”, se accede por medio de una vagoneta minera, que se adentra en lo que fue una antigua mina, para después de recorres 500 metros, dejarnos a la entrada de la misma cueva. Ya en el interior de la gruta, realizamos un circuito a pie de una hora de duración, en medio de un logrado ambiente de luz y sonido. Entre las amenas explicaciones de la guía, recorrimos galerías y salas, en donde pudimos admirar múltiples formaciones de estalactitas y estalagmitas. (Nos llamó especialmente la atención, la formación denominada “excéntrica”, que como su nombre indica, el eje por donde se filtra el agua en la roca, no está centrado, sino excéntrico). La experiencia ha sido buena, las instalaciones se encuentran adaptadas para personas con movilidad reducida, es conveniente reservar previamente por su alto número de visitantes y es recomendable abrigarse dentro de la cueva porque se nota cambio de temperatura.

Parada para comer en restaurante Casa Jandro, situado a poca distancia de la cueva, en la localidad de Celis. Pedimos unas anchoas del cantábrico con pimientos y un buen cocido montañés. Dejamos para otra ocasión probar el “carico” montañés, una alubia pinta de la zona. Nos ha encantado el sitio, el trato y la comida.


Vuelta para Valladolid y fin de esta interesante ruta.


Otras sugerencias y curiosidades.

* En Llanes se han rodado un total de 18 películas y 3 series de TV, en más de 25 localizaciones, como “El Orfanato”, “El Abuelo” o “Historia de un beso”. Tanto es así, que se ha creado una ruta que recorre los distintos puntos de rodaje, la cual podemos consultar en la web “Llanes de Cine”.

* Si dispones de tiempo, es recomendable la visita de la Cueva del Pindal, situada a las proximidades de la localidad Pimiango, a cuatro kilómetros de La Franca. Estas cuevas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, atesoran numerosas pinturas y grabados de la época del paleolítico. (Para poder disfrutar de esta maravilla, se recomienda hacer reserva, para no realizar el viaje en balde).

* El Camino Encantado es una ruta mágica a través de los hermosos paisajes del valle de Ardisana, en Llanes. Se trata de una sencilla ruta de unos 9 kilómetros donde las esculturas de madera con personajes de la mitología asturiana, se confunden los árboles del bosque.

* Dejo la relación de algunos Restaurantes  de interes en la zona que estamos visitando:

Sidrería "Casa El Rubiu", en Vidiago de Llanes. Situada en una casona centenaria totalmente rehabilitada, tiene como platos recomendables:  la tradicional fabada con “pantruque”, el cachopo de rape y los tortos con huevos, entre una extensa carta, donde prima la calidad de la materia prima.

Sidrería "Xagarda", en Poo de Lanes. En otro viaje que realizamos por la zona tomamos un buen menú a base de: Fabada, escalopines y arroz con leche.

Bar "Casa Xico", en Llanes. Comida casera muy bien elaborada y con buena relación calidad precio. Resaltar las verdinas, la fabada y los tortos.

La "Tertulia", en Celorio. Situado junto a la Playa Palombina, dispone de una variada carta y un personal superamable. Buena la tosta de chipirones y langostinos, el pulpo y los huevos rotos con sepia y gamba.

La Sauceda, en Buelles- Panes. Acogedor restaurante en un bonito enclave, donde recomiendo probar la fabada, galardonada en 2019 como la mejor fabada del mundo.


José María Vicente


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