- Volver a la página principal »
- Geoparque costa vasca 2
Nos
desplazamos nuevamente al País Vasco para conocer algunos rincones del Geoparque
de la Costa Vasca que no vimos en nuestra anterior visita. El territorio
que hoy visitamos es unos de los once geoparques mundiales de la Unesco con los
que cuenta España, lo que nos permitirá descubrir un espacio natural con
paisajes de extraordinaria belleza. La ruta del Flysch, principal
atractivo geológico de la costa vasca, se encuentra situada entre los
municipios de Mutriku, Deba y Zumaya, donde a lo largo de 13 kilómetros nos
permitirá observar impresionantes acantilados formados por las rocas
sedimentarias conocidas como “Flysch”.
Salimos de Valladolid, en dirección a Mutriku de donde nos separan 304 Km.
Mutriku, pueblo más occidental del territorio histórico de Guipúzcoa, se asienta en un desnivel sobre el puerto, siendo este uno de los más antiguos del Cantábrico. Esta villa pesquera fue fundada por el Rey Alfonso VIII en el año 1209 y desde siempre ha estado muy ligada a la pesca de ballenas. Entre las estrechas y empedradas calles de su casco antiguo, declarado conjunto monumental en 1995, podemos encontrar palacios de los siglos XVI, XVII y XVIII, que nos harán viajar a otra época.
Aparcamos el coche en la parte baja, junto al Puerto. En esta zona encontramos uno de los edificios más emblemáticos, la antigua Lonja de pescado que a pesar de las transformaciones sufridas mantiene el estilo gótico-renacentista de sus orígenes, Su fachada principal tiene un gran pórtico con amplios arcos de medio punto. Junto a la Lonja podemos ver una casa-torre, peculiar vivienda de pescadores del siglo XVI.
Encontramos también en una posición dominante sobre el puerto la Torre Berriatua, una bella edificación de estilo gótico, que fue uno de los pocos edificios que resistió al incendio de 1543. Entre el espigón y el puerto existen 2 piscinas naturales de gran tamaño, donde el agua de estas piscinas se llena de forma natural con el cambio de las mareas.
Callejeando en dirección a la parte alta del pueblo, pasamos por el Palacio Montalivet, un palacio barroco del siglo XVIII, con un llamativo escudo en la esquina.
Muy cerca se levanta el Palacio Olazarra-Mizkia, del siglo XVII, que sigue las líneas arquitectónicas del resto de los palacios: escudo familiar, balcones de forja, fachada de sillería y aleros tallados. Siguiendo nuestro camino hasta la Plaza Txurruka nos detenemos ante el Palacio Zabiel, con una espléndida fachada del siglo XVI, hoy convertido en Casa de Cultura.
Llegamos a la Plaza Txurruka, uno de los centros neurálgicos de Mutriku. Es esta plaza un espacio de gran valor histórico y cultural, presidida por la estatua del hijo predilecto de la villa, Cosme Damián Churruca, alcalde hasta 1805, en que dejo el puesto para poder participar heroicamente en la Batalla de Trafalgar contra los ingleses, hito histórico en el que desgraciadamente perdió la vida, pudiéndose leer sobre el gran pedestal sobre el que se asienta: “Murió gloriosamente en el combate de Trafalgar mandando el navío San Juan Nepomuceno, el 21 de octubre de 1805”. Frente al monumento se encuentra el Ayuntamiento. Además, allí se alza el Palacio Galdona que data del siglo XVII, en donde son de resaltar los balcones forjados, sus aleros y el escudo de su fachada. Justo al lado de este último Palacio se encuentra la Oficina de Turismo. Otra edificación de interés es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica guipuzcoana, en donde destaca su fachada a modo de los templos griegos, con un pórtico compuesto de seis columnas dóricas y en cuyo interior podemos admirar un excelente lienzo de Cristo crucificado, atribuido a Zurbarán.
Sin movernos de la misma plaza nos detenemos a comer en Taberna Ametza. Local con comida casera y producto de calidad. Pedimos un rape y unos chipirones a la plancha que estaban realmente buenos, de postre tarta de queso al horno, una autentica delicia. Todo ello acompañado de un estupendo vino txakoli “Aialle” de la D.O. Getariako Txakolina.
Terminada la comida, nos dirigimos de nuevo al puerto al objeto de coger el coche y continuar la ruta. Olvidaba comentar que en varios puntos del casco histórico de Mutriku existen elevadores, que te permiten ascender a lo alto del pueblo con mayor facilidad.
Continuamos nuestro recorrido en dirección a Deba realizando una pequeña parada en Itziar, nuestro objetivo visitar el Santuario de Itziar. Un templo que se remonta al siglo VIII y en cuyo interior se venera la imagen sonriente de Santa María de Itziar, una bella talla policromada del siglo XIII, de las más antiguas de Guipúzcoa, junto a la de Juncal de Irún. Junto a la iglesia, además de disfrutar de unas espectaculares vistas, podemos ver la magnífica escultura en acero, “Amatasuna” (Maternidad en euskera), de Jorge de Oteiza, uno de los grandes escultores contemporáneos del siglo XX, que se la dedico a su mujer que se llamaba Itziar.
Nos pusimos de nuevo en marcha e hicimos una parada en el lado derecho de la carretera, para admirar las impresionantes vistas que se divisan desde el Mirador de la Hilandera, a tu derecha se abre la costa de Gipuzkoa y a tu izquierda la de Bizkaia. Lo mejor es llegar, como nos ocurrió a nosotros, con la baja mar, al objeto de ver el Flysch en todo su esplendor. (En el mirador había tres cerámicas con la curiosa leyenda de la hilandera).
Continuamos nuestra ruta en coche hasta la localidad de Deba. En su casco urbano destaca la Iglesia de Santa María la Real, un templo de grandes dimensiones, con aspecto de fortaleza, construido en estilo gótico, de cuya época tan sólo queda en pie el claustro, las capillas funerarias y la portada. La entrada a la iglesia se realiza por una impresionante portada policromada, formada por el tímpano, donde están representadas escenas de la vida de la Virgen y por seis arquivoltas que rodean el tímpano, que nacen de doce jambas con representación de los doce Apóstoles. De su interior lo más destacable es el claustro gótico, el más antiguo de la provincia. Son también de resaltar, seis capillas funerarias de los laterales de la nave principal, construidas por los nobles de la época.
Seguimos nuestro recorrido por la costa vasca hasta llegar a Zumaia, donde hemos previsto alojarnos en Agroturismo “Jesuskoa”. Construida por los Jesuitas en el siglo XVII, se trata de un caserío tradicional vasco con paredes de piedra y estructura de madera, restaurado minuciosamente en los últimos años para ofrecer el máximo confort y descanso. Situada en el barrio de Oikina a 3 km de Zumaia, es el lugar ideal para descansar y desconectar en medio del campo, con una granja con animales, huerto y una zona ajardinada. (Especialmente interesante si vais con niños). Buenos los desayunos y ricas las cenas, con productos de calidad. Nuestro agradecimiento a Ramón y su familia por hacer la estancia tan agradable, sin duda es un sitio al que volveremos y recomendaremos a nuestros amigos.
La mañana del segundo día lo vamos a dedicar a recorrer alguno de los miradores más significativos de este entorno, pero antes una breve reseña sobre el significado del “Flysch”. El término Flysch lo introdujo el geólogo suizo Berhnand Studer en 1827, palabra derivada del término alemán «fliessen» que significa deslizante o terreno que resbala. Es este el término utilizado para nombrar a las formaciones rocosas en capas que se depositaron en la cuenca marina hace millones de años, lo que nos permite leer la historia geológica de la tierra. Estas capas, suelen ir ordenadas e intercaladas por capas duras y capas blandas, lo que les da cierta similitud a las páginas de un libro. Es importante comprobar el estado de las mareas antes de comenzar la ruta, dado que lo ideal es que la marea este bajando en ese momento al objeto de poder ver el “Flysch” en su máximo esplendor.
Cogemos el coche para dirigirnos por la carretera de Zumaya a Deba, por el alto de Itziar. A poca distancia de Zumaya veremos un cartel que marca Elorriaga, un pequeño barrio en medio de verdes prados, por donde nos desviaremos hasta llegar a un área recreativa, donde dejaremos el coche. Desde este punto, en una sencilla caminata de quince minutos llegaremos al Mirador de Baratzarrak. Desde esta gran plataforma de madera colgada a más de 100 m de altura podemos admirar la excelente panorámica costera del geoparque y sus acantilados.
Regresamos de nuevo al coche para seguir subiendo la carretera hasta el alto de Itziar, donde sale una rotonda con la indicación de Camping Itxaspe. Seguiremos por este camino hasta antes de llegar al camping, para coger la dirección Mendata, circulando por una pista unos 400 metros a cuyo final dejaremos el coche, para seguir andando por un camino señalizado en color blanco/amarillo durante diez minutos, lo que nos permitirá llegar hasta el Mirador de Mendatagaina. Situado sobre el gran paredón de Aitzuri, un acantilado de 150 metros de altura, es realmente un mirador "de postal". La altura proporciona vistas espectaculares sobre toda la costa vasca y en especial, sobre la playa de Sakoneta. Podemos observar en el oeste el Flysch negro, paralelo a la costa y en el este, el Flysch calcáreo o arenoso, perpendicular a los acantilados.
Deshacemos el camino andado, incorporándonos de nuevo a la carretera en dirección a Itziar, hasta llegar a una curva a poco más de un kilómetro, donde aparece la indicación naranja de Geoparkea y del Restaurante Errota Berri. Bajaremos por una pista de cemento muy inclinada hasta alcanzar el citado merendero, donde aparcaremos el coche, para continuar por un sendero que se recorre sin dificultad en unos quince minutos, llegando entre verdes prados a la zona sin duda más espectacular del geoparque, la playa de Sakoneta.
Cogemos de nuevo el coche para seguir dirección Elorriaga, hasta llegar a , lugar donde tenemos previsto comer. En esta típica sidrería se puede optar por tomar el típico menú de sidrería: ensalada, tortilla de bacalao, chuletón y el queso con membrillo y nueces de postre o pedir a la carta, de donde recomiendo un buen chuletón preparado a la parrilla, todo ello acompañado de sidra que puedes servirte tú mismo de unos enormes barriles, llamados "kupelas". Excelente producto en un buen ambiente. (Imprescindible reservar: 943199237).
Terminada la comida nos dirigimos a Zumaya, con el objetivo de coger un barco para poder disfrutar del impresionante paisaje de los “Flysch”, desde un punto de vista diferente, desde el mar. Una experiencia muy interesante, que te permite conocer de forma amena y divertida este fenómeno geológico, gracias a las explicaciones de la guía turística que nos acompaña. Es esta una visita que no debes de perderte.
La mañana del tercer día la dedicaremos a conocer alguno de los rincones significativos de Zumaya.
Callejeando por el casco antiguo llegamos hasta la majestuosa Iglesia de San Pedro, que se alza en lo alto del pueblo. Para llegar hasta ella se puede utilizar un ascensor ubicado en la Casa de Cultura y otro en un lateral de la iglesia. Templo gótico de exteriores muy austeros, posee aspecto de fortaleza militar. La joya de la iglesia la encontramos en su interior, el retablo mayor, obra del imaginero azpeitiano Juan de Antxieta, dedicado a San Pedro, concluido en 1577. Las capillas laterales albergan otras obras de gran calidad, como varios trípticos flamencos que datan del siglo XVI, representando escenas de la pasión de Cristo.
Continuamos caminando hasta la Ermita de San Telmo, situada sobre la Playa de Itzurun y un espectacular acantilado. Esta pequeña iglesia que data del año 1540 se encuentra dedicada al patrón de los marineros. Como curiosidad indicar que en esta ermita se gravaron algunas escenas de la película " Ocho apellidos vascos". Desde la ermita sale un paseo, que nos permite disfrutar de unas espectaculares vistas con acantilados de 150 metros de caída, que conforman uno de los tramos más interesantes de lo visitado.
Para finalizar nos dirigimos caminando hacia la playa de Itzurun, uno de los tramos más espectaculares del litoral guipuzcoano. Te sorprenderán los enormes acantilados verticales con paredes de piedra caliza que alcanzan hasta 150 metros de caída y te permitirá ver de cerca los maravillosos y espectaculares flysch. Además, esta playa ha sido escenario de películas como ‘’Ocho apellidos vascos’’ o ‘’Juego de Tronos’’.
Parada para comer en Amama Taberna. Degustamos unos buenos pinchos, junto a raciones, todo ello acompañado por un estupendo vino txakoli .
Vuelta para Valladolid y fin de esta interesante ruta por la costa vasca, un lugar lleno de pequeños pueblos con encanto, espectaculares paisajes y buena gastronomía, así que os invito a conocerla.
Otras sugerencias y curiosidades.
* No todo va a ser costa, si dispones de más tiempo, desde Deba, adéntrate a explorar la cara oculta del Geoparque: La zona kárstica del Valle de Lastur. Se conocen como "karst", a los paisajes creados por la accion del agua sobre la piedra caliza, erosionandola durante millones de años hasta crear una red de cuevas. En Lastur, a un lado de la plaza se encuentra el Molino de Plazaola, en funcionamientos desde el siglo XIV y en perfecto estado de conservación, lo que permite durante la visita realizar una demostración de la molienda del grano, tal y como se realizaba hace siglos
* Desde Deba o Mutriku llegarás enseguida a Mendaro, donde puedes hacer un alto en el camino en Chocolates de Mendaro. Esta pequeña empresa familiar elabora chocolates artesanos desde 1850, en su tienda podrás degustar y comprar algunas de sus especialidades, además de contemplar un molino de piedra que lleva casi 200 años en funcionamiento y que por su antigüedad bien podría ser una pieza de museo.
* Un amplio paseo peatonal conecta los municipios de Mutriku y Deba en un recorrido de gran belleza, que nos permite disfrutar por todo lo alto de la costa vasca. El paseo no está terminado en su totalidad y por ahora no conecta con Deba, se corta a la altura de la playa de Ondarbeltz. Aun así, el recorrido merece la pena.
* Agroturismo “Txindurri”, es otra buena opción para comer y alojarte en Itziar.
Jose Maria Vicente