- Volver a la página principal »
- Embalse del Ebro
Visitaremos en esta ocasión una zona un poco menos turística de Cantabria, la zona de Campoo, situada en el Alto Ebro, una de las más singulares y que paisajísticamente se asemeja más a la Meseta castellana que a Cantabria.
Salimos de Valladolid en dirección Reinosa, con una primera parada en Cervatos de donde nos separan 168 Km. En este lugar se encuentra la Colegiata de San Pedro, iglesia del siglo XII, una de las mejores obras románicas de Cantabria y una de las más visitadas.
Destacar de los exteriores la belleza de la portada, con un soberbio conjunto formado por el tímpano y el dintel que coronan el arco de entrada al templo, su imponente torre campanario de tres cuerpos y de manera especial la bien conservada colección de canecillos (cabeza de la viga que asoma al exterior y soporta la cornisa o alero).
De estos últimos es de resaltar la iconografía basada en escenas de carácter erótico o sexual, de hecho, sus piezas son tan sorprendentes que es conocida popularmente como la “colegiata erótica”. Es este un recurso bastante común dentro del románico español que no tenía otro fin que el de alertar e informar gráficamente a los feligreses de los peligros del pecado y de las tentaciones.
Resaltar los canecillos de las cornisas del ábside, donde podemos ver escenas de parejas en posición de coito o figuras humanas desnudas mostrando sus genitales, entre otras muchas temáticas.
Observa también otras imágenes de alto contenido erótico sobre las columnas de una de las ventanas exteriores del ábside.
Del interior quiero resaltar el ábside y justo detrás del altar, los magníficos capiteles, entre los que me llamo la atención el de una mujer sin cabeza con dos serpientes mordiéndola el pecho, composición alusiva al pecado de la lujuria.
Digno de mención es una capilla barroca con un Cristo y una Inmaculada atribuidas al taller de Gregorio Fernández y una pila bautismal románica.
Nos desplazamos 15 Km hasta llegar a Argüeso. En este pequeño pueblo visitamos el Castillo, que se alza majestuosamente en la cima de una colina, anteriormente ocupada por una ermita y una necrópolis. Esta fortificación medieval data del siglo XIII, al que se añadieron diversos cuerpos en el siglo XV, con dos torres unidas por un cuerpo central almenado, desde donde se tienen unas impresionantes vistas panorámicas de los alrededores.
En el pueblo de Argüeso encontraras carteles de como llegar al Poblado Cántabro, deveras conducir hasta el aparcamiento del Poblado, que está a tan solo 300 metros a pie. El Poblado Cántabro, trata de una reproducción de un poblado cántabro en la Edad de Hierro, con diversas construcciones, como cabañas y granjas, que han sido reconstruidas utilizando las técnicas y materiales de la época, lo que te permite conocer la forma de vida y costumbres de dicha época. La verdad es que es una visita imprescindible e interesante si viajas con niños.
Cogemos de nuevo el coche para recorrer 5 Km que nos lleva llegar a Fontibre. Aunque tradicionalmente el rio Ebro se ha considerado que nace en Fontibre, el segundo río más caudaloso de España, después del rio Duero, realmente nace en la Sierra de Hijar en el Pico Tres Mares, que recibe este nombre porque en el nacen 3 ríos, Ebro, Pisuerga y Nansa que van a desembocar en tres mares diferentes, Mediterráneo, Atlántico y Cantábrico.
Aparcamos sin problemas en el parking que tienen habilitado, justo al lado de una Oficina de Turismo y un Centro de Interpretación, que te permite conocer un poco más sobre el recorrido del Ebro desde su nacimiento hasta su desembocadura. Descendiendo unas escaleras llegamos a un pequeño lago con un sendero que lo bordea. En el recorrido cruzamos un puente de madera sobre una pequeña presa, llegando a la zona donde se encuentra un pilar de piedra con la estatua Virgen del Pilar conocida como la Fuentona. Como curiosidad dicho pilar recoge los grabados de los escudos de las 10 provincias por las que pasa el rio hasta su desembocadura. Y justo a sus espaldas de este monolito es de donde según cuenta la tradición mana el inicio del segundo rio más largo de España después del Tajo. Deshacemos el camino andado y en la parte alta encontramos una pequeña iglesia, que no pudimos visitar por estar cerrada.
A 5 Km de Fontibre se encuentra Reinosa, cuya reseña dejo para otra ocasión. A escasa distancia de este lugar donde el rio Ebro comienza su largo recorrido hacia el Mediterráneo, se extiende hoy una gran masa de agua: El Embalse del Ebro o Pantano de Arija, uno de los más grandes de España, este gran lago se extiende de este a oeste a lo largo de 22 Km. (que pertenece en un 70% a Cantabria y en un 30% a Burgos). Desde mediados del siglo XX las aguas del Ebro, que ocupan este espacio entre Burgos y Cantabria, se encuentran reguladas y han conformado un entorno de gran valor ambiental, lo que motivó su declaración como Refugio Nacional de Aves Acuáticas. Los pequeños pueblecitos ubicados en la ribera del pantano constituyen un escenario natural de enorme belleza, con paisajes muy pintorescos, donde es fácil ver numerosas especies de aves migratorias que utilizan este entorno para pasar el invierno.
Salimos de Reinosa en dirección a Bolmir donde podemos ver la Iglesia de San Cipriano, también románica, que posee un encanto especial con el embalse y las montañas de fondo. Nos recuerda a la Colegiata de San Pedro Cervatos, pero de menores dimensiones y menor decoración, donde también puede verse la temática sexual sobre alguno de sus canecillos.
Volveremos a coger la carretera del pantano para seguir hacia Retortillo donde sobresalen las ruinas de Julióbriga, que fue la principal ciudad romana que existió en la antigua Cantabria El Centro Domus, se sitúa a 3 kilómetros de Reinosa sobre una loma con unas vistas espectaculares del embalse del Ebro, es un Centro de Interpretación dónde se ha reconstruido la “Casa de los Morillos”, una casa de familia de clase alta, que incluye una serie de habitaciones, como una sala de estar, el comedor, la cocina y un dormitorio, que están adornadas con mosaicos, frescos y otros adornos que reflejan la riqueza y el estilo de vida de sus antiguos residentes. La visita es muy interesante porque es una forma de conocer cómo se vivía en la época y que recrea como eran estas construcciones romanas. A los que les apasionen los yacimientos y restos arqueológicos romanos no pueden perderse este enclave.
La iglesia de Santa María, es un templo románico del siglo XII con una impresionante escalinata de piedra para acceder a la espadaña, desde las que se tienen unas buenas vistas. Además de los restos romanos ya comentados, en los alrededores de la iglesia podemos ver una necrópolis medieval, con tumbas que van desde la época visigótica hasta la Edad Media.
El próximo destino en nuestra ruta será Montesclaros. Cogemos dirección Arroyo, atravesamos la presa y en el pueblo tomamos un desvío hacia Montesclaros. Empezamos a ascender entre frondosa vegetación y enseguida volvemos a tomar un desvío donde indica “Santuario”. El Monasterio de Nuestra Señora de Montesclaros, Situado en la localidad de Valdeprado del Río, este cenobio se encuentra atendido por una comunidad de frailes dominicos. De estilo barroco-montañés del XVII, fue construido, a partir de una iglesia rupestre. En su interior alberga a la patrona de la Merindad de Campoo, que, según la leyenda popular fue descubierta por un un pastor al que llamaba la atención que uno de los toros del rebaño que cuidaba se separase todos los días de los demás animales, hasta que, siguiéndole un día, le descubre arrodillado frente a una cueva donde estaba la Virgen con el Niño. La imagen actual es del siglo XIV y despierta una gran devoción en la zona. A raíz de las excavaciones realizadas en el subsuelo del Santuario, en 1966, se descubrió una cripta prerrománica sobre la cueva donde se descubrió a la Virgen, cuya datación estaría en torno a los siglos X y XI. Especialmente significativo es el altar de piedra cara al pueblo, con dibujos tallados, conocidos como ornamentación del ramirense, por darse en los edificios del rey Ramiro, de Asturias, a mediados del siglo IX. En el monasterio podemos ver otra cueva, en el fondo de sus instalaciones, que pudo haber sido habitáculo de ermitaños desde los orígenes del cristianismo en la zona. El entorno rebosa tranquilidad, el contacto con la naturaleza resulta especialmente gratificante y además del interés del templo, podemos descansar en la hospedería en lo alto de la montaña.
Volvemos a descender teniendo la compañía del rio Ebro para llegar a nuestro siguiente destino, las Rozas de Valdearoyo. La construcción del pantano del Ebro la mayor extensión de agua dulce de Cantabria y el más grande de España se llevó a cabo entre los años 1921 y 1945. Para ello quedaron tres pueblos completos totalmente sumergidos bajo las aguas, concretamente fueron Medianedo, La Magdalena y Quintanilla y otros muchos fueron sumergidos parcialmente. En el sitio donde estuvo originalmente el pueblo de Villanueba, una edificación sobrevivió a la inundación gracias a su altura y ahora es toda una referencia, se trata de la torre de la iglesia de San Roque, también conocida como ‘La catedral de los peces’. Su construcción data de finales del siglo XIX y actualmente se puede acceder a ella a través de una pasarela de madera y subir por una escalera de caracol a su parte más alta. Para acceder a la iglesia, viniendo desde Reinosa debes llegar hasta el pueblo de las Rozas de Valdearroyo (CA-730), tendrás que pasar el pueblo y prácticamente al final encontrarás un pequeño cartel de madera que pone “Mirador-Torre”, que te indica que debes torcer a mano derecha. Cruzas el puente del tren y a mano izquierda ya tienes una explanada que hace las veces de parking. Una vez aparcado el vehículo ya verás que existe un cartel que te llevarán hasta la iglesia. Para eso sigue el sendero y en unos 300 metros te encontrarás en destino. Nos quedamos con las ganas de subir al campanario dado que la pasarela de madera está rota en varios tramos. Antes de volver de nuevo al coche, bajamos a la orilla del Ebro, desde donde tenemos otra espectacular perspectiva de la torre bajo las aguas.
El siguiente punto en el recorrido es Llano. Aparcamos al lado de la iglesia, en donde custodiando la torre, nos sorprende un Tejo con 15 metros de altura y 1,85 m de perímetro, más alto que la propia iglesia y una Haya de 25 metros de altura, con un perímetro del tronco de 3,10 metros. La iglesia de Santa Juliana data de finales del siglo XVI. No pudimos acceder al interior por estar cerrada.
A 6 Km de las Rozas de Valdearroyo pasamos por Bimon con unas buenas vistas del pantano. Allí se encuentra la iglesia de San Julián, construida a mediados del siglo XX con una portada que se rescató de la primitiva iglesia que desapareció bajo las aguas del Pantano del Ebro.
Continuamos hacia Arija, entrando en Burgos y dejando atrás Cantabria. El embalse que nos rodea constituye un paraíso ornitológico en el que numerosas especies de aves, como cigüeñas blancas, patos, garzas y otras especies, utilizan sus aguas y humedales como zonas de cría y de invernada. Esto ha supuesto su inclusión en la Red Natura 2000 y su declaración como Reserva Nacional de Aves Acuáticas. Cruzando un puente sobre el embalse del rio Ebro, llegaremos a sus famosos arenales de arena fina y blanca donde nos espera la playa y un baño más que merecido, disfrutando especialmente si vas con niños. Aparte de su playa natural, Arija tiene otros complementos para divertimento, como la práctica deportiva de actividades acuáticas como la vela, o el piragüismo.
Otras sugerencias y curiosidades
* La ruta por el Embalse del Ebro es circular, nosotros la finalizamos en Arija, pero podríamos haber seguido hasta Corconte, conocido por la calidad de sus aguas y su balneario, La Población, Orzales (famoso por su pan) y terminar de nuevo en Reinosa.
* A orillas del embalse en el pinar emplazado entre Corconte y La Población se puede hacer un alto en el camino para comer al aire libre y pasear por esta zona recreativa de pinares.
* Para comer de restaurante en esta zona no existen demasiadas opciones, dejo alguna sugerencia: El Monasterio de Montesclaros dispone de “Hospedería”, lo que te permite comer un sencillo menú. En la Rozas de Valdearroyo, encontraras “La Fabrica”, hamburguesas, algunas raciones y poco más. En Corconte, restaurante “Conchita”, con un aceptable menú del día. En La Población, comer en “El Puerto de Población”, con variedad de menús y parrilladas, aunque lo mejor es tomarte una cerveza en la terraza con vistas al pantano. No dejes de probar el pan de Orzales, un pan artesano de masa madre, hecho en horno de leña, sin conservantes ni aditivos como el que puedes comprar en “Panadería Joaquín Ruiz” de Orzales, en funcionamiento desde 1948.
Damos por terminada esta interesante visita al embalse del Ebro y a singulares pueblos del entorno.
Jose Maria Vicente