lunes, 4 de octubre de 2021

Descubriremos en esta ruta la historia de alguna de las mujeres que de forma pública o anónima han constituido parte de la historia de nuestra ciudad. El Ayuntamiento de Valladolid ha colocado recientemente varias placas como recuerdo de estas mujeres ilustres, entre las que podemos encontrar reinas, religiosas, escritoras o pintoras.

Juana I de Castilla.

Conocida históricamente como Juana “La Loca”, la segunda hija de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, constituye uno de los personajes más intrigantes e injustamente tratados en la historia de España. De su matrimonio con Felipe el “Hermoso”, tuvo dos hijos: Carlos (Emperador Carlos I de España y V de Alemania) y Fernando (Emperador de Alemania) y cuatro hijas: Isabel (Reina de Dinamarca), María (Reina de Hungría), Leonor y Catalina (Reina de Portugal). En 1504, a la muerte de su madre Isabel La Católica, fue proclamada reina de Castilla en un gobierno conjunto de Juana, Felipe su marido y su padre Fernando, pero a la muerte Felipe en 1506, Juana, con tan solo 26 años se la declaró incapacitada para reinar, aunque nunca se le retiro el título de Reina, siendo su padre hasta su muerte en 1516 y posteriormente su hijo Carlos, el Rey efectivo de Castilla y de Aragón. (La supuesta enfermedad mental de la Reina, está siendo hoy día muy cuestionada). Con el cadáver de su esposo Felipe, recorrió durante meses las tierras castellanas, hasta que el 18 de febrero de 1509, la caravana fúnebre se detuvo en Tordesillas. La reina, junto con su hija postuma, Catalina, fueron instaladas en el Palacio Real, donde permaneció recluida durante 46 años, hasta su muerte en 1555, a los 75 años de edad. Su cadáver es depositado inicialmente en la iglesia del Real Convento de Santa Clara de Tordesillas, una autentica joya mudejar, hasta que su cuerpo es trasladado a la Capilla Real de la Catedral de Granada, donde descansan sus restos junto a los de su esposo.

Una breve reseña sobre el Palacio Pimentel, uno de los palacios señoriales más importantes de la ciudad, lugar en donde tuvo lugar en 1527 el nacimiento del Rey Felipe II.

 

En la fachada lateral del Palacio, la que da hacia la iglesia de San Pablo, podemos observar una ventana que evidencia la rotura de la reja a la que se ha añadido una cadena de cierre.La justificación de dicha rotura se debe, segun la leyenda, a que por dicha ventana se sacó al príncipe Felipe para ser bautizado en iglesia de San Pablo, ya en aquel entonces era el templo en donde los reyes celebraban sus ceremonias más solemnes y el motivo de no hacerlo por la puerta principal del Palacio habría estado en que de hacerlo por ella, la celebración del bautismo se tendría que haber hecho en la parroquia de San Martin, que le correspondía por la ubicación del Palacio. 

El elemento arquitectónico más singular del edificio es la bella ventana de estilo plateresco que sea abre en la esquina de la fachada principal. 

La puerta principal por la que se accede al Palacio está dotada de un arco carpanel gótico. Ya en su interior, en el vestíbulo, es de resaltar la bella colección de azulejos de Talavera realizada en 1939, en donde se representan históricos episodios de la ciudad, incluido el bautismo de Felipe II.

Una placa situada enla entrada del Palacio de Pimentel, recuerda que en este lugar juraron a Juana como reina de Castilla en 1504.


Catalina de Lancáster.

Catalina, nacida en la ciudad inglesa de Hertford en 1373, falleció en Valladolid en 1418, en el espacio que ocupa actualmente el Colegio de San Gregorio, sede del Museo Nacional de Escultura, recibiendo posteriormente sepultura en la Catedral de Toledo. Contrae matrimonio en la Catedral de Palencia, con Enrique de Trastámara, apodado “El Doliente” por su delicada salud, siendo Reina consorte de 1390-1406. La prematura muerte de su esposo, la convirtió con su cuñado Fernando I de Aragón en regentes durante la minoría de edad de su hijo Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica. Participó de forma muy activa en la política exterior del reino, logrando importantes acuerdos con Portugal e Inglaterra y sellando uno de sus grandes logros, la tregua con el reino nazarí de Granada. Como curiosidad, saber que fueron los primeros herederos a la corona nombrados “Príncipes de Asturias”, equiparando la costumbre a la norma inglesa de designar a los futuros Reyes, Príncipes de Gales.

Una placa sobre un banco en la calle Cadenas de San Gregorio, recuerda a Catalina, abuela de Isabel la Católica.


Rosa Barreda y Nicolasa Centeno.

De la época de la Guerra de la Independencia, recordar a estas dos heroínas mujeres: Rosa Barreda y Nicolasa Centeno. "La Rosita", amante de la maxima autoridad militar de las tropas naploeonicas en nuestra ciudad, el general Kellerman y "La Nicolasa", amante del gobernador, el general Dufresse,  facilitaron información a los guerrilleros españoles, ayudando de esta manera a neutralizar el avance de las tropas francesas.

Una Placa junto al Palacio Real, en la Plaza de San Pablo, homenajea a estas dos valientes vallisoletanas.

El Palacio Real, construido a comienzos del siglo XVI fue residencia oficial de los Reyes de España cuando Valladolid fue sede de la corte, entre 1601 y 1606. 

Fue habitado por los monarcas Carlos I, Felipe II, Felipe III y por Napoleón durante la guerra de independencia. De su interior, resaltar sus dos patios y la maravillosa escalera principal, obra de Ventura Rodríguez. Durante este tiempo nacieron en el Palacio el futuro rey Felipe IV y su hermana Ana de Austria, en su día reina de Francia. (Para visitar su interior es necesario concertar la visita en Información y Turismo, dado que actualmente son instalaciones militares).


María de Zúñiga.

Existen pocos datos sobre su vida, cedió en 1506 su propio Palacio, situado en la actual calle María Molina, para la construcción y fundación del Convento de Santa Cruz de las Comendadoras de Santiago.

El convento, de estricta clausura, solo admitía a mujeres e hijas de los Caballeros de la Orden militar de Santiago, así como a señoras con grandes títulos de España. El convento permaneció activo hasta la Desamortización de Mendizábal, pasando a continuación a la Comunidad de Dominicas del Rosario, más conocidas como “Las Francesas”.


Del convento original, que data del siglo XVI, solo queda hoy día la a iglesia (Convertida en Sala municipal de Exposiciones) y el claustro, popularmente conocido como “Patio de las Tabas”, por la decoración que presenta en el suelo (empedrado de guijarros y tabas de cordero). Una autentica reliquia que ha sobrevivido milagrosamente, a la especulación inmobiliaria. Su acceso lo tenemos por la popular calle de Santiago o por María de Molina, en pleno corazón de Valladolid.

La Placa situada en la calle María de Molina, homenajea a la fundadora del Convento de Santa Cruz.



María de Toledo y Colonna.

La relación con Valladolid de María de Toledo, viene por ser la fundadora del desaparecido Convento de las Lauras.

Fruto del polémico matrimonio con su primo Fadrique Álvarez de Toledo, IV Duque de Alba, nació su primer hijo, que murió prematuramente a los pocos meses, para poco después morir también su marido, quedando viuda con 33 años. A partir de este momento se retiró a la vida religiosa, fundando un primer convento de religiosas dominicas en Villafranca del Bierzo, para en 1906 fundar el Convento vallisoletano, situado entre la iglesia de San Juan de Letrán y la Plaza de Colón. La edificación fue derribada fruto de la especulación inmobiliaria en 1996, estando ocupado actualmente por un Hospital y pisos.

El convento era muy conocido en su época, por poseer una copia de la Sábana Santa de Turín, donada por su fundadora, a la que la leyenda popular atribuía poderes milagrosos. La presencia de esta reliquia, dio lugar en esta zona a la “Feria del Sudario”, una antigua tradición popular, vinculada a las celebraciones de la Pascua de Resurrección, donde a lo largo del Paseo de Filipinos, y más recientemente en la Acera Recoletos, se colocaban atracciones de feria para los niños. La duquesa falleció en Valladolid 1612 en una de las casas que ella misma se hizo construir junto al convento.

La Placa situada en el Paseo de Filipinos, sirve de homenaje  a la Duquesa de Alba.


Magdalena de Ulloa.

Casada con el mayordomo y hombre de confianza de Carlos I, Luis Méndez de Quijada, recibió el encargo de cuidar y educar a Juan de Austria, conocido como “Jeromin”, hijo ilegitimo del emperador, fruto de la relación con Bárbara Blomberg. Cuando Jeromin contaba doce años de edad, conoció a su hermanastro Felipe II, en un encuentro que tuvo lugar en el Monasterio de la Santa Espina, en la localidad de Villagarcía de Campos.

Bajo su mecenazgo se construyó la Iglesia-colegiata de San Luis de Villagarcía de Campos y el Colegio de la Compañía de Jesús, uno de los más importantes noviciados de los jesuitas en los siglos XVII y XVIII. (esta localidad se sitúa a 60 Km de Valladolid). Templo construido a finales del siglo XVI, en estilo renacentista a imagen del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, con exteriores muy austeros, es su interior donde concentra toda la riqueza artística de la Colegiata. Resaltar el Retablo Mayor, construido en alabastro y diseñado por Juan de Herrera. La Capilla del Relicario, una iglesia en miniatura, rodeada por los lados de pequeñas esculturas y relicarios que albergan las reliquias de numerosos santos, ¡realmente impresionante ¡

Murió en Valladolid en 1598 y sus restos se depositaron en la cripta de la Colegiata de San Luis, lugar donde también se encuentran los de su marido.

Fue impulsora y protectora del antiguo Convento de San Felipe de la Penitencia, que se encontraba situado en la esquina de la actual Plaza España, con calle Panaderos. Se trataba de un establecimiento benéfico destinado a dar amparo a aquellas mujeres prostitutas que, voluntariamente querían cambiar su modo de vida para finalmente entrar en un convento.

La placa dedicada a Magdalena de Ulloa, se encuentra situada junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, en la Plaza España, lugar donde se encontraba el anterior Convento.


Marina de Guevara, Catalina Reinoso, Margarita de Santisteban y Marina Miranda.

Se trata de cuatro religiosas de la orden de San Bernardo, próximas al “luteranismo”, una rama del “cristianismo” que se identifica con las ideas de Martin Lutero. Por orden de la Inquisición fueron ajusticiadas por herejes, siendo condenadas a la hoguera en el “auto de fe” celebrado en Valladolid el 8 de octubre de 1559, con la presencia del Rey Felipe II. El Convento de Belén, del que Marina de Guevara era la superiora, se ubicaba en los solares que actualmente ocupan el Colegio de San José, en la Plaza de Santa Cruz. 

Una placa en los exteriores del Colegio, sirve de homenaje a estas cuatro religiosas, que, por cierto, aparecen mencionadas en la novela “El Hereje” de Miguel Delibes. 


 

Beatriz Bernal.

Nacida en Valladolid entre 1501-1504,  ha pasado a la historia por ser la primera mujer de España que en el siglo XVI escribió una novela de caballerías: Don Cristalián de España. Lo hizo de forma anónima, ya que no se atrevió a firmarla para evitar el rechazo de una sociedad fuertemente machista, firmando la primera edición como “Una señora de Valladolid”. No se conocen más obras de Beatriz, cuya segunda edición, alentada por su hija Juana, ya llevaba el nombre de su madre como autora.

Se desconoce la fecha de muerte, pero lo que sí se sabe es que está enterrada en la Iglesia de San Pablo de Valladolid.

Cuenta con una placa de reconocimiento en la calle Echegaray, en la esquina con Portugalete, en la pared de la iglesia de las Angustias que hace esquina con Solanilla.


Marcelina Poncela Ontoria.

Pintora naturalista española nacida en Valladolid en 1864. De muy joven, se trasladó a Madrid para continuar su formación en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, siendo una de las seis mujeres que se matricularon, entre 182 hombres, para lo que necesito un permiso especial del Rey.

Como agradecimiento a la ayuda económica que la presto el Ayuntamiento vallisoletano en sus comienzos, la artista entregó al Consistorio dos cuadros que hoy dia cuelgan de sus paredes: 'María Cristina y Alfonso XIII niño' y La Azotea'. A la vez que trabajaba como docente, siguió pintando, destacando especialmente como paisajista, aunque también por sus trabajos sobre la figura, el bodegón y los temas florales. La Academia de Bellas Artes de la Purísima de Valladolid custodia varios de sus dibujos y óleos. Fue madre del escritor y dramaturgo Enrique Jardiel Poncela.

En la calle Vega 18, del barrio de San Andrés, se sitúa la placa que recuerda a Marcelina Poncela.

Mercedes del Val Trouillhet.

Nacida en Valladolid en 1926, fue académica de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid y gran amante del paisaje castellano. El Museo de la Universidad de Valladolid, posee dos cuadros donados por la familia: “Pinos y Paisaje con mulas”. Falleció en Valladolid en 2012.

En la calle Doctrinos, donde vivió, se ubica la placa conmemorativa.


Aurelia Gutiérrez-Cueto Blanchard.

En Madrid estudio en la Escuela Superior de Magisterio, para continuar ejerciendo el profesorado en Jaén y Melilla, siendo nombrada catedrática por la Universidad de Granada. Cuando estalló la Guerra Civil, era profesora en el edificio, que entonces albergaba la antigua Escuela Normal de Valladolid. Escribió numerosos artículos dedicados a apoyar y luchar por los derechos de la mujer.

Aurelia, un referente para los docentes vallisoletanos, se la recuerda con una placa en los exteriores del Colegio Gacia Quintana, en la Plaza España, lugar en donde fue asesinada en 1936 a los 58 años de edad.

Espero que esta ruta por el callejero vallisoletano, recordando a  mujeres ilustres de esta tierra, haya sido de vuestro interes.


Jose maria Vicente

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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