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- Ruta de la plata : Sevilla ,Cáceres y Salamanca en ocho dias
lunes, 30 de noviembre de 2015
Este viaje transcurre por la autovía de la Ruta de la Plata,
una antigua vía de comunicación romana que atraviesa de norte a sur parte del
oeste de España.
En el primer día, viajamos de Valladolid a
Sevilla, 582 Km nos esperan de la capital hispalense. Pernoctamos en el Hotel NH Plaza de Armas (C/ Marques de Parada s/n),
que nos permite en 15 minutos llegar al centro de Sevilla sin tener que
utilizar el coche.
Para comer, durante nuestra estancia en Sevilla la mejor opción
es hacerlo a base de tapas en alguno de los numerosos bares y tabernas que podemos
encontrar a lo largo de la ciudad. (Consultar la entrada del blog “De tapas
por Sevilla”).
Como llegamos en plena Feria de Abril, es visita obligada a la
misma. De gran colorido, cada año se levanta una monumental portada de entrada
al recinto que se ilumina con 350.000 bombillas y que conmemora algún
monumento de la ciudad, este año esta inspirada en la fachada del Museo de bellas Artes, adema integra las dos torres que se alzan sobre el edificio de Telefonica de la Plaza Nueva.
La Feria es como una pequeña ciudad, donde se sustituyen
las casas por casetas, la iluminación se consigue
con farolillos y las calles tienen nombres de legendarios toreros.
En el paseo que realizamos por el recinto ferial nos permitió tomar contacto
con el colorido y ambiente que allí se respira. Aunque la mayoría de las casetas
son de acceso privado, existen otras casetas de libre acceso, en donde probamos
el típico “pescaíto”,
acompañado de un “rebujito”. (Esta Feria, se celebra una o dos semanas después
de la Semana Santa).
El segundo día, lo dedicamos a visitar alguno de los
lugares que no debes perderte en tu viaje a Sevilla. Nuestra primera parada es
para visitar la Catedral. Construida en estilo gótico sobre los restos de la antigua Mezquita Mayor,
es por sus dimensiones la tercera de la orbe cristiana, después de San Pedro
del Vaticano y San Pablo de Londres. De la grandiosidad del templo cabe destacar el Retablo
Mayor, de casi 30 metros de alto por 20 de ancho, uno de los mayores de la cristiandad, se trata de un conjunto de cuarenta y cuatro relieves y más de doscientas figuras de santos.
En su interior, además del mencionado retablo, son de resaltar las bellas vidrieras flamencas del siglo XVI. En la Capilla Real, podemos admirar la imagen gótica de Nuestra Señora de los Reyes, patrona de Sevilla. También es de resaltar el mausoleo de Cristóbal Colon, aunque exista controversia por la autenticidad de los restos.
De la antigua mezquita, se conserva el minarete, la actual y emblemática Giralda, campanario de la Catedral sevillana. El alminar, de cerca de cien metros de altura, se encuentra construido el ladrillo y en el puede verse cuatro grandes paños de “sebka” (ladrillo tallado). Destacar el cuerpo en donde se encuentran las 24 campanas, marcadas cada una con su nombre, entre las que destaca la de Santa María la Mayor por pesar una tonelada y media. La parte alta de la torre se encuentra coronada por el “Giraldillo”, una veleta en forma de mujer. Nos animamos a subir por las 35 rampas y no escaleras (esto es así para que el encargado de llamar a la oración, pudiera subir a caballo), lo que se hace con relativa facilidad y pudimos admirar unas impresionantes vistas desde lo alto del minarete.
El Patio de los Naranjos, es el otro de los restos que quedan de la antigua Mezquita. Se trata de un patio repleto de naranjos, unido por canales de riego sobre el pavimento y en donde sobre las paredes del recinto pueden leerse numerosas frases del Corán, labradas a mano en escritura arábiga. No te pierdas visitar este entorno monumental de noche, te sorprenderá verlo iluminado.
En su interior, además del mencionado retablo, son de resaltar las bellas vidrieras flamencas del siglo XVI. En la Capilla Real, podemos admirar la imagen gótica de Nuestra Señora de los Reyes, patrona de Sevilla. También es de resaltar el mausoleo de Cristóbal Colon, aunque exista controversia por la autenticidad de los restos.
De la antigua mezquita, se conserva el minarete, la actual y emblemática Giralda, campanario de la Catedral sevillana. El alminar, de cerca de cien metros de altura, se encuentra construido el ladrillo y en el puede verse cuatro grandes paños de “sebka” (ladrillo tallado). Destacar el cuerpo en donde se encuentran las 24 campanas, marcadas cada una con su nombre, entre las que destaca la de Santa María la Mayor por pesar una tonelada y media. La parte alta de la torre se encuentra coronada por el “Giraldillo”, una veleta en forma de mujer. Nos animamos a subir por las 35 rampas y no escaleras (esto es así para que el encargado de llamar a la oración, pudiera subir a caballo), lo que se hace con relativa facilidad y pudimos admirar unas impresionantes vistas desde lo alto del minarete.
El Patio de los Naranjos, es el otro de los restos que quedan de la antigua Mezquita. Se trata de un patio repleto de naranjos, unido por canales de riego sobre el pavimento y en donde sobre las paredes del recinto pueden leerse numerosas frases del Corán, labradas a mano en escritura arábiga. No te pierdas visitar este entorno monumental de noche, te sorprenderá verlo iluminado.
Dedicaremos la tarde de este segundo dia a visitar el Barrio de Santa Cruz,
antigua judería de la ciudad y la segunda mas grande de España después de
Toledo. Accedemos al interior del barrio por la Plaza del Triunfo, lugar en
donde se encuentra el Alcázar, llegando al Patio de Banderas, antigua
plaza de armas del Alcázar, seguimos por la calle Judería para llegar al Callejón
del Agua. En esta emblemática calle se encuentra un tramo de muro de unos 140
metros por cuyo interior se encuentran unos tubos por los que antiguamente se
transportaba el agua hasta los Reales Alcázares. La siguiente parada es la Plaza
de Santa Cruz, perfumada por el olor de las flores de azahar, tiene en el
centro una cruz de hierro forjado, con cuatro brazos de serpientes (Siglo
XVII). Por un lateral de esta plaza, se accede a los Jardines de Murillo,
en donde son de destacar los grandes y espectaculares ficus con mas de cien
años de antigüedad. La siguiente plaza que nos encontramos es la de los Refinadores,
con la estatua de Juan Tenorio en el centro. Pasando por la Plaza de las
Cruces, llegamos a la calle Ximénez de Enciso, donde conviene detenerse en
el N.º 30 para ver un magnifico patio andaluz. Girando a la izquierda por la
calle Jamerdana, llegamos a la Plaza de los Venerables, antiguo hospital
que conserva un bello patio. Caminando por la calle Gloria (Conocida por los
enamorados por el Rincón del beso), nos conduce a la Plaza de Doña Elvira,
antiguo corral de comedias, en donde se sitúa la casa de Doña Inés de Ulloa y
Don Juan (N.º 6). Continuando por la calle Rodrigo Caro Y Mateos Gago salimos
de este espectacular barrio.
La mañana del tercer día la dedicamos a visitar otro de
los monumentos imprescindibles, el Real Alcázar,
situado en el mismo entorno de la Catedral, es un conjunto de dos Palacios con más
de mil años de antigüedad y unos de los palacios reales en uso más antiguos de
Europa.
Tras
atravesar la fachada roja del Alcázar por la Puerta del León, dominada por un azulejo de un
gran león, encontramos el Patio del mismo nombre, accediendo a la izquierda a la Sala
de la Justicia, una bella estancia de estilo mudéjar. Más adelante llegamos
al Patio de Yeso, con un bello lateral porticado.
Continuamos nuestro recorrido hasta el Patio de la Montería, lugar de encuentro de los
monteros cuando iban de caza con el Rey. En uno de cuyos laterales se encuentra
el Palacio de Pedro I, que se articula alrededor del Patio de las
Doncellas, rodeado de pórticos con arcos lobulados, con sus paredes
decoradas con un hermoso zócalo de azulejos. Un arco nos da acceso al Salón
de Embajadores que se encuentra suntuosamente decorado y en donde es de
resaltar una serie de retratos de todos los Reyes de Castilla, con sus escudos
de armas y fecha de su reinado, sin perdernos la impresionante bóveda.
Otra de las principales salas que rodean el palacio es la Alcoba Real, donde podemos admirar tres arcos de herradura con una increíble decoración mudéjar. Pasaras también por el Patio de las Muñecas, es de una gran elegancia y recibe este nombre por las cabezas femeninas que se encuentran en los capiteles de las columnas. En el Cuarto del Almirante, a la derecha del Patio de la Montería, se ubicó la famosa Casa de Contratación de Indias, en una de cuyas salas podemos contemplar diversos cuadros, con mención especial para el retablo de la Virgen de los Navegantes.
Otra de las principales salas que rodean el palacio es la Alcoba Real, donde podemos admirar tres arcos de herradura con una increíble decoración mudéjar. Pasaras también por el Patio de las Muñecas, es de una gran elegancia y recibe este nombre por las cabezas femeninas que se encuentran en los capiteles de las columnas. En el Cuarto del Almirante, a la derecha del Patio de la Montería, se ubicó la famosa Casa de Contratación de Indias, en una de cuyas salas podemos contemplar diversos cuadros, con mención especial para el retablo de la Virgen de los Navegantes.
Otro de los
lugares importantes de la visita, es el Palacio Gótico. Las dos
estancias principales son la Sala de las Bóvedas y el Salón de Tapices,
que alberga enormes tapices flamencos. Otro lugar que merece una parada es el Cuarto
Real Alto, en donde podemos ver el dormitorio utilizado por Isabel La Católica
y su capilla, junto a otras dependencias usadas hoy en día para actos oficiales.
Sin duda, otro
de los grandes atractivos del Alcázar de Sevilla son sus numerosos jardines,
pasear por ellos es una de las experiencias más gratificantes que pueden
vivirse en este enclave. Aunque ya un poco cansados, merece la pena no perderte
el Estanque de Mercurio, un gran estanque con una estatua del dios romano dominando el
paisaje.
Justo detrás se encuentra la Galería de Grutesco, un muro que divide los jardines en dos. Una sugerencia: Para evitar colas en el Real Alcázar de Sevilla os recomendamos comprar las entradas con antelación por internet en la web oficial.
Justo detrás se encuentra la Galería de Grutesco, un muro que divide los jardines en dos. Una sugerencia: Para evitar colas en el Real Alcázar de Sevilla os recomendamos comprar las entradas con antelación por internet en la web oficial.
El Alcázar
de Sevilla ha sido escenario de numerosas producciones televisivas: En el Salón de los Embajadores, se
grabaron escenas de Juego de Tronos.
La tarde la dedicamos a visitar la Plaza España. Proyectada con motivo de la Exposición Iberoamericana que tuvo lugar en Sevilla en 1929, destaca por su enorme pabellón semicircular, en donde a lo largo del edificio, hay bancos hechos con azulejos que representan todas y cada una de las provincias españolas. Rodeando a esta plaza, se encuentra el pulmón verde de la ciudad: El Parque de María Luisa.
Paseo por la Plaza del Salvador, en la cual se encuentra la
iglesia del mismo nombre, que alberga alguno de los más impresionantes
retablos barrocos de la ciudad. (También es un buen lugar esta plaza para hacer
una parada y tomar una cervecita acompañada por unas patatas fritas que te
venden en el centro de la plaza), para continuar caminando por las peatonales y
comerciales calles Velázquez, Tetuán y Sierpes
El cuarto día, visitamos la Ermita del Rocio, situada en la pequeña
aldea del municipio de Almonte, a la que se accede por un camino que bordea el Parque Nacional de Doñana. Entre casas bajas, calles de arena y los tipicos amarraderos para atra los caballos, llegamos hasta la Ermita donde reside la
Blanca Paloma. En su interior, presidiendo el retablo mayor, detras de la "reja", se situa la bella talla de la Virgen. Nos
vienen a la mente las impresionantes escenas que hemos podido ver
numerosas veces por television, cuando la madrugada del Lunes de
Pentecostes, cientos de almonteños saltan la reja que les separa de la
Virgen y la portan en procesion por la aldea. En los exteriores, junto al paseo, resaltar el Monumento al Tamborilero, dedicado al musico que habitualmente acompaña a las hermandades al toque del tambor. En las marismas colindantes pudimos observar un gran numero de flamencos.
Por la tarde un paseo por el Barrio Triana, uno de los más característicos
de la ciudad y al que se accede atravesando el puente del mismo nombre. No
dejar de visitar la Capilla de los Marineros (es donde se encuentra la Virgen
Esperanza de Triana).
A las 12 de la noche, nos acercamos a un tablao “un poco cutre”,
pero famoso en Sevilla: La Anselma C/Pagés del
Corro 49 (en barrio de Triana).
El quinto día, dejamos Sevilla y a 9 Km. paramos en Santiponce, en donde se encuentran las ruinas de la ciudad romana de Itálica, para ver su anfiteatro y pasear por el trazado de lo que en su día fueron sus calles.
Nuestro siguiente destino es Guadalupe. Desde la plaza mayor vemos el Templo-Basílica de Guadalupe, con su precioso atrio y claustro Gótico, en donde todo el conjunto arquitectónico esta coronado por ocho magníficas torres. En el interior del templo se encuentra la Virgen patrona de “todas las Españas”.
Comida en la Hospedería del Monasterio,
para después recorrer sus callejuelas y observar a los numerosos artesanos, que
aun hoy día continúan con la tradición de trabajar el cobre.
Parada en Trujillo, tierra de Conquistadores y en donde
destaca su plaza Mayor, Iglesia de Santa María S XIII y sus numerosos palacios.
Ponemos rumbo a Cáceres, ciudad en la que pernoctamos esta
noche. El hotel elegido es el NH Palacio de Oquendo
(P. San Juan 11).
El sexto día, lo dedicamos a la visita de Cáceres,
ciudad Patrimonio de la Humanidad. Disfrutamos visitando sus bellos
monumentos, entre los que destacan: Su recinto amurallado, el Palacio de los
Golfines (este palacio albergo a los Reyes Católicos en dos ocasiones), Casa de
las Veletas, con su aljibe del siglo XI. (Recomiendo la visita guiada al casco
antiguo a las 11 y 12,30 desde la Plaza Mayor, con duración de 1,5 h y con un
coste de 5 euros).
El séptimo día, dejamos Cáceres y nos acercamos a visitar
el pueblo de Garrovillas de Alconetar (a 36 Km.), es un pueblecito
típicamente extremeño en donde destaca su plaza Mayor porticada, con arcadas
góticas que se apoyan sobre pilares oblicuos (declarada Monumento Nacional).
Terminamos con una parada en el convento de las Monjas Jerónimas para
aprovisionarnos de los ricos dulces que ellas preparan.
Nos dirigimos a visitar el Convento El Palancar,
considerado el cenobio más pequeño del mundo, que es conocido como” el
conventico”. Está situado a 2 Km de Pedroso
de Acim (En este lugar fue donde vivió San Pedro de Alcántara).
En el centro de una comarca especializada en el cultivo del
tabaco, paramos en Coria para ver su Catedral gótica, en donde destaca
su retablo y la sillería del coro.
Parada para comer en Restaurante “El
Bobo de Coria”: un lugar en donde saborear unas estupendas setas en
cualquier época del año, una buena ternera extremeña y una rica tarta de casar gratinada,
todo ello con una excelente relación calidad-precio.
Llegados a Ciudad Rodrigo, paramos a visitar el Parador
con sus vistas sobre el río Águeda, su plaza Mayor, la Catedral y la Muralla.
Continuamos el viaje a Lumbrales (Salamanca), considerada la
capital de Abadengo, para pernoctar y cenar en casa de unos amigos.
El octavo día, visitamos el Castillo medieval de
San Felices de los Gallegos y el complejo defensivo de Fuerte de la Concepción
en Aldea del Obispo, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar peninsular,
para luego acercarnos al pueblo de Almeida, ciudad fortificada del distrito de
Guarda en Portugal.
Parada para comer en Figueira de Castello Rodrigo: Taberna da Matilde, decorado con mucho gusto y en donde la comida está bien preparada (a destacar el bacalao en cualquiera de sus especialidades).
Parada para comer en Figueira de Castello Rodrigo: Taberna da Matilde, decorado con mucho gusto y en donde la comida está bien preparada (a destacar el bacalao en cualquiera de sus especialidades).
Para bajar un poco la comida, paseamos por el pueblo medieval de
Castelo Rodrigo, donde han restaurado todo el conjunto urbano con mucho
encanto.
A la tarde, visitaremos La Marofa, monte situado en Portugal a 977 m. de altura y con unas espectaculares vistas, para luego seguir el camino hacia Freixo da Espada, en donde es posible ver los buitres volando sobre el Duero y las vistas que nos ofrece del embalse de Saucelle, con el Duero a sus pies.
El ultimo día, asistimos a la misa dominical en la Iglesia
parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, templo que data del siglo XVI. A
la salida, tomamos unos pinchos por el pueblo y comimos en el Restaurante El Charro: Excelente calidad en la comida,
trato y servicios excelentes en un sitio muy acogedor.
Fin de la interesante ruta y regreso a Valladolid.
Jose Maria Vicente
Algunas de sus entradas son dignas de ponerse en algunas de las guías de viaje, que lo único que hacen son comentarios interesados sobre patrocinadores, organismos públicos que les dan subvenciones.... Siga publicando entradas, yo ya me he suscrito, un saludo desde Algeciras.
ResponderEliminarRealizamos la ruta indicada la semana pasada, e ideal totalmente recomendable , muchas gracias! en
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