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- Oviedo y la comarca de la sidra
domingo, 27 de agosto de 2017
Os invitamos
a realizar esta ruta por el principado de Asturias, comenzando por una de las
comarcas más significativas en la fabricación de sidra, para terminar
visitando la capital ovetense, en donde admirar la riqueza monumental que atesora su casco histórico.
Salimos de
Valladolid en dirección a Oviedo, para continuar viaje hasta Villaviciosa, conocida como la capital de la comarca de la sidra, aunque la verdadera capital es Nava, en donde podemos ver el Museo de la Sidra.
Después de recorrer 285 km. llegamos a Villaviciosa, localidad situada en una pequeña llanura a nivel del mar, que aglutina en sus alrededores numerosas bodegas para la elaboración de la sidra y que presume de tener entre sus ilustres visitantes al rey Carlos I, tras llegar en barco al cercano puerto de Tazones para dirigirse a Valladolid a tomar posesión de su reinado.
Después de recorrer 285 km. llegamos a Villaviciosa, localidad situada en una pequeña llanura a nivel del mar, que aglutina en sus alrededores numerosas bodegas para la elaboración de la sidra y que presume de tener entre sus ilustres visitantes al rey Carlos I, tras llegar en barco al cercano puerto de Tazones para dirigirse a Valladolid a tomar posesión de su reinado.
Realizamos un recorrido por su casco histórico, deteniéndonos en una zona de la calle Sol conocida como “el Ancho”, en donde podemos admirar alguno de los numerosos Palacios que tiene catalogados la villa. (En la foto anexa, aparece el bello Palacio de los Valdes, con un gran corredor voladizo y un alero saliente).
También es de resaltar la Iglesia románica de Santa María de la Oliva, con una interesante portada en la que aparecen cuatro arquivoltas y la Virgen en la parte superior.
A
las afueras de Villaviciosa se encuentra la Fábrica de sidra el Gaitero, nuestro próximo destino. La sidra el Gaitero, supone para una mayoría de
españoles un grato recuerdo en momentos importantes de nuestras vidas, especialmente
en las fiestas Navideñas.
La visita, de una hora de duración, transcurre
entre las amenas explicaciones de la guía, comenzando por ver aspectos históricos, como recuerdos, fotos y
publicidad, junto a la proyección de un corto documental; después pasamos
a ver un pequeño museo, con antiguas maquinas de elaborar la sidra, para pasar a
continuación a las salas en donde se encuentran las centenarias barricas de
madera, los depósitos de acero inoxidable y el lagar, todo ello entre las interesantes
explicaciones del proceso de fabricación de la sidra: que comienza en el "canigu", zona de entrada de la manzana para su clasificación y lavado, sala de prensas, tren de embotellado y zona de embalaje. Para finalizar la visita, nos invitaron a probar sidra “Pomarina”, una sidra natural que no
precisa ser escanciada. En resumen, visita totalmente recomendable y ademas gratuita. (Aconsejo reservar previamente la visita).
Llegada la hora de comer, nos dirigimos bordeando la ria de Villaviciosa al pueblo marinero de Tazones, con
numerosos restaurantes en la zona del pequeño puerto. El restaurante “El Portal de Tazones”, justo a la
entrada del pueblo y frente al parking, fue el lugar elegido para comer.
Tomamos unas sabrosas zamburiñas y un rico rape a la plancha.
De
camino a Oviedo, merece la pena detenerse en
Valdedios y
visitar la Iglesia de San Salvador,
una joya del arte prerrománico,
conocida como el “Conventín”, que data del siglo IX y que aún conserva restos de
su policromía original. A escasos metros se encuentra el Monasterio cisterciense de Santa
María, del Siglo XIII, que alberga en su interior unos magníficos retablos barrocos, un
precioso órgano del Siglo XVIII y un espectacular claustro de estilo herreriano.
Imprecindible la visita de esta joya.
Llegados a
la capital ovetense, lo primero que hacemos es dejar nuestro equipaje en el Hotel Nature. Se trata de un hotel
moderno recientemente restaurado y en donde destaca la amabilidad de su personal.
A mejorar la accesibilidad al parking que tiene concertado el Hotel. (Cuando
necesitas bajar, lo tienes que hacer por la rampa de entrada de los coches).
Comenzamos nuestro recorrido por la ciudad partiendo del Campo San Francisco, que cuenta con una extensión de 90 ha y es un estupendo lugar en donde disfrutar de la naturaleza en pleno centro de la ciudad. Como curiosidad, en el lateral del parque que da a la Calle Uría, decoran diariamente con césped la fecha, mes y año en que nos encontramos y es un buen sitio para realizar una foto recuerdo de la visita.
Nos
adentramos al casco histórico caminando por la calle San Francisco para
detenernos en la Plaza Portier, lugar en donde se encuentra el Palacio de Toreno, construcción
palaciega en estilo barroco, que destaca por su portada con columnas y blasones
dispuestos a cada lado del balcón central; en el interior, tiene un
interesante patio con columnas toscanas y una monumental escalera de piedra.
Nuestro
siguiente parada es en la contigua Plaza de Alfonso II El Casto, lugar en
donde se sitúa la Catedral de San Salvador, la cual delimita con un conjunto
de nobles edificios entre los que destacan la Capilla de la Balesquida, que tiene su origen en el siglo XIII y
está dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza, de gran devoción en la ciudad; el Palacio de Camposagrado, con dos espectaculares fachadas y un
bonito alero de madera y el Palacio
de Valdecarzana y Heredia, de siglo XVII, un edificio barroco de tres
plantas que acoge las dependencias del Tribunal Superior de Justicia de
Asturias.
Un alto en
el camino para tomar una botella de sidra acompañada de unos ricos calamares en
una sidrería situada en la misma zona en que nos encontramos, “La Ovetense” (C/San Juan 6), en esta sidrería
de gran tradición en la ciudad, tiene fama el pollo al ajillo, que nosotros dejamos
para probar en otra ocasión. La peatonal Calle Gascona, más conocida como El
Bulevar de la Sidra, se encuentra a pocos pasos de este lugar.
Comenzamos
la jornada de este segundo día pasando nuevamente por el Parque San
Francisco para dirigirnos al casco histórico caminando por la calle Fruela, la cual nos conduce a la Plaza de la Constitución, lugar en donde se encuentran el
Ayuntamiento, con una larga fachada renacentista y la Iglesia barroca de
San Isidoro el Real, construida en el s.XVI sobre un antiguo colegio jesuita. A
los pies de esta iglesia se encuentra el Mercado del Fontán, un mercado en el que se pueden encontrar todo
tipo de productos (verduras, carnes, pescados, quesos...) y es un buen lugar
para comprar unas fabes o un queso de cabrales fuera de los sitios turísticos
del centro. En la parte exterior del mercado y en la contigua Plaza Daoiz y
Velarde, los sábados por la mañana, se encuentra rodeado de puestos ambulantes,
en donde llaman la atención por su colorido los puestos de flores y los de
gente local que venden los productos que ellos mismos producen (este mismo
mercadillo se sitúa también la mañana de los domingos, pero sin los vendedores
locales de verduras y hortalizas).
Dejamos el
mercado y nos dirigimos a visitar el Museo
de Bellas Artes de Asturias, situado en el Palacio de Velarde (C/Santa Ana
1).Este interesante museo está formado por una colección de más de 15.000
piezas, que van desde el siglo XIV a la actualidad, en donde sobresalen nombres
como El Greco, Zurbarán, Murillo, Picasso o Dalí. La visita que realizamos fue
de unas dos horas y solo nos dio tiempo a contemplar las obras de los artistas
más conocidos, entre las que quiero destacar la sala dedicada a obras del
Greco. Recomiendo dedicar una mañana o tarde para poder admirar esta maravilla
de Museo, en donde además te sorprende gratamente el que sea gratuito.
La comida la
realizamos en la Sidrería “El gato
Negro” (Plaza Trascorrales 17). Destacar de la comida un sabroso rape
negro a la plancha y un rico "cachopo" de setas.Totalmente recomendable.
La tarde la
dedicamos a visitar el pueblo de Bueño,
a escasos seis kilómetros de la ciudad y que cuenta con la mayor concentración
de hórreos de la provincia. En el paseo que realizamos por sus estrechas
calles, te diré que mires a donde mires, siempre vas a esta viendo hórreos.
Hace unos años fue reconocido como pueblo ejemplar de Asturias.
Arrancamos este tercer día con la visita del Monasterio de San Pelayo, situado en las
proximidades de la Catedral y que se encuentra habitado por monjas benedictinas, conocidas popularmente como “las pelayas”. En su interior, se guarda
desde el año 994 una urna con las reliquias del niño mártir San Pelayo. Nosotros
asistimos a la misa dominical a las 11 de la mañana y fue todo un placer
escuchar los cánticos gregorianos de estas MM Benedictinas (También es posible
oírlas cantar durante el rezo de las “vísperas” de lunes a viernes a las 19
horas). Junto a este Monasterio, se encuentra la Iglesia de la Corte, que merece la pena visitar y en cuyo interior
puedes admirar uno de los mejores órganos de Asturias.
Llegada la
hora del aperitivo, recomiendo acercarse hasta el centenario Bar “La Paloma” (C/ Independencia 3, en las proximidades de la calle Uria) y tomarse un vermú solera acompañado de unas ricas gambas gabardina .
Iniciamos el
camino de vuelta para Valladolid, con parada a comer en Carabanzo. (Se accede a este pueblo por el primer desvió que nos
encontramos a Pola de Lena a 30 Km de Oviedo, para después recorrer otros seis
kilómetros por una carretera de elevada pendiente). El restaurante elegido es “Via Carisa”, con estupenda comida
casera, regada con un buen vino crianza de Rioja, de donde es originario el
propietario. (Coste del menú 21 €).
Terminada la
comida, nos acercamos a visitar la Iglesia
de Santa Cristina (s.IX), una joya del arte prerrománico asturiano .Situada
totalmente aislada en una loma y rodeado de un paisaje de gran belleza, se
accede dejando el coche en un parking, para seguir el último tramo caminando
por un paseo sin mucha dificultad de unos 200 metros. El elemento más
significativo de su interior es el “iconostasio” de triple arquería apoyado en columnas
de mármol y que sirve para separar el presbiterio de la zona destinada a los
feligreses; es muy común en las iglesias Ortodoxas, pero poco en las iglesias Católicas. Una maravilla
indescriptible.
Vuelta para Valladolid y fin de la interesante ruta.
José María Vicente
Otras sugerencias y curiosidades de esta ruta.
* Como
curiosidad, durante la visita a la Fábrica de sidra El Gaitero, se pueden ver
una serie de centenarias barricas con los escudos de algunas ciudades españolas
e hispanoamericanas. Según nos indicaron las guías, es una dedicatoria a estas
ciudades y países por ser buenos consumidores de esta sidra. (Entre ellas podemos ver la barrica dedicada a Valladolid).
* La ciudad de Oviedo se encuentra salpicada en su callejero por más de cien estatuas. Es muy fotografiada la dedicada al cineasta Woody Allen, que fue galardonado
con el Premio Príncipe de Asturias en 2002 y que rodó en la ciudad parte de la
película Vicky Cristina Barcelona. (La podemos ver en la calle Milicias
Nacionales, muy próxima a la comercial Calle Uría).
* Dos sugerencias
gastronómicas. “Casa Chema”, a nueve
kilómetros de Oviedo en dirección a Valladolid, situada en medio de un espectacular
paisaje y donde puedes tomar una estupenda fabada que ha sido reconocida con varios
premios. Restaurante “El
Catalin”, de Tazones, donde recomiendo reservar en el comedor que tienen
acristalado, desde donde se observan unas inmejorables vistas y pedir para comer
un arroz con “bugre” (bogavante para nosotros), realmente sabroso.
* Cada población suele tener un dulce típico, en este caso son los "carbayones", con cerca de un siglo de historia y que ademas, es el gentilicio popular de los ovetenses, este nombre viene de un roble o "carbayo" que había en su día en la céntrica calle Uria. Dos pastelerías en donde recomiendo probar esto ricos duces: Confitería Camilo de Blas
(Jovellanos 7), un local interesante, con mobiliario de época, como el mostrador o las cajas registradoras y unos dulces excepcionales. Confitería
Rialto (San Francisco 12), otro local recomendable, donde además te permite sentarte y degustar este típico dulce mientras tomas un café.