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- Enoturismo por la D.O. Toro
jueves, 1 de noviembre de 2018
La monumental ciudad de Toro se encuentra en el interior de la
provincia de Zamora, rodeada por una rica vega regada por el río Duero, ha
sido testigo de importantes acontecimientos en la historia de Castilla y León.
Es también cuna de vinos de alta calidad, amparados en la Denominación de
Origen Toro.
Comenzamos nuestra ruta por uno de los monumentos de mayor simbolismo en Toro, la Torre del Reloj, levantada sobre la antigua Puerta del Mercado y vestigio del antiguo recinto amurallado que protegía la ciudad. Esta edificación tiene una curiosa leyenda, que cuenta que para su construcción, los toresanos decidieron utilizar vino, liquido mas abundante y barato que el agua, para realizar la argamasa, dadas las dificultades que tenían para subir el agua desde el Duero hasta esta zona, que era la parte más alta de la ciudad.
Accedemos a la peatonal calle Mayor por el arco de la Torre, caminamos
entre numerosas tiendas de dulces y centenarios soportales, llegando hasta la
Plaza Mayor, centro neurálgico de la localidad. En la misma Plaza se encuentra
el Ayuntamiento, edificio del
siglo XVIII, obra de uno de los arquitectos más famosos de la época, Ventura
Rodríguez y la Iglesia del Santo
Sepulcro, que conserva de su primitiva construcción mudéjar, la torre,
la fachada y la cabecera con sus tres ábsides. De su interior, destacar el
Cristo de la Expiración, en estilo barroco y varios de los principales
pasos de la Semana Santa toresana.
Continuando nuestro recorrido por la calle Mayor, llegamos hasta la Colegiata de Santa María la Mayor, considerada
como uno de los monumentos medievales más importantes de España, cuya
construcción se inicio en el siglo XII en una mezcla de estilos románico y gótico.
La joya de la Colegiata es sin duda su portada occidental, también llamada de
la Majestad, deberemos admirarla con detenimiento, observando
cada detalle, ya que su iconografia y policromía es de una gran belleza.
En la
actualidad, se encuentra protegida por un pórtico y una capilla, pero en su día
estuvo a la intemperie. El tímpano, describe la coronación de la Virgen por Cristo, sobre
un fondo azul que nos indica que la escena transcurre en el cielo, sentada
en posición orante, es coronada por su hijo que lleva una corona y un libro en
la mano. El tímpano está rodeado por siete arquivoltas decoradas con diversos
personajes, pero la más interesante de todas es la séptima, que nos relata
el Juicio Final, se inicia con la procesión de los justos con los
resucitados saliendo de los sepulcros, para seguir con escenas de enorme
expresividad en relación a los tormentos que son infringidos a los pecadores:
una mujer boca abajo colgada de un gancho de la vagina que representa la
fornicación; un hombre ahorcado, que representa un ladrón; un hombre colgado de
los testículos, símbolo de actos impuros; un blasfemo colgado de la lengua.
La última escena, muestra como el diablo introduce a los pecadores en un caldero hirviendo.
Dentro del templo, cabe destacar la imagen de una Virgen embarazada que data del siglo XII y un órgano barroco. En el Museo situado en la Sacristía, encontramos algunas de las piezas más valiosas del templo: la “Virgen de la mosca”, una tabla al oleo de autor anónimo flamenco y que recibe su nombre porque este insecto está posado en el manto rojo que apoya sobre la rodilla izquierda de María.
Por ultimo resaltar un Calvario de marfil con carey, que data del siglo XVII, de una espectacular belleza.
El cimborrio de esta Colegiata, es otra de sus señas de identidad, ya que junto a la Catedral de Zamora, las Catedrales viejas de Salamanca y de Plasencia, forman un conjunto de cúpulas de influencia bizantina, denominados “Los cimborrios del Duero”.
La última escena, muestra como el diablo introduce a los pecadores en un caldero hirviendo.
Dentro del templo, cabe destacar la imagen de una Virgen embarazada que data del siglo XII y un órgano barroco. En el Museo situado en la Sacristía, encontramos algunas de las piezas más valiosas del templo: la “Virgen de la mosca”, una tabla al oleo de autor anónimo flamenco y que recibe su nombre porque este insecto está posado en el manto rojo que apoya sobre la rodilla izquierda de María.
Por ultimo resaltar un Calvario de marfil con carey, que data del siglo XVII, de una espectacular belleza.
El cimborrio de esta Colegiata, es otra de sus señas de identidad, ya que junto a la Catedral de Zamora, las Catedrales viejas de Salamanca y de Plasencia, forman un conjunto de cúpulas de influencia bizantina, denominados “Los cimborrios del Duero”.
Detrás de la Colegiata se encuentran unos pequeños jardines, desde donde comienza el Paseo de El Espolón hasta los muros del Alcázar, de cuyo edificio primitivo solo subsisten sus muros exteriores. Realizamos este agradable paseo y pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas de la vega de Toro y el puente “romano”, que aunque llamado de esta manera, es en realidad románico del siglo XII.
Nos dirigimos a visitar y comer a la Bodega Divina Proporción (Camino del Cristo, s/n,
T: 678 730 760). Se trata de una bodega pequeña,
en donde la visita, de unos 30 minutos de duración, transcurre entre las
explicaciones de la guía, comentando la historia de la bodega y como elaboran
sus vinos, para lo que utilizan la variedad de uva autóctona, "Tinta de
Toro", una evolución de la clásica uva tempranillo. Terminada la
visita, fuimos al comedor, donde nos sirvieron un menú de elaboración casera:
patatas a la importancia, arroz a la zamorana, huevos fritos y patatas,
carrilleras asadas y rabo de ternera, para finalizar, un trozo de tarta (lo
único mejorable del menú), todo ello regado con dos buenos vinos: “24 mozas” (nombre de una canción tradicional de
Toro y que como curiosidad, su texto aparece escrito en el corcho de la
botella) y “Madre mía”,
sin olvidar el café y el chupito. Todo esto, visita y comida, por tan sólo 20
euros. Solamente por las dos botellas de vino que te ponen en la comida, ya
merece la pena la visita.
Terminada la comida, nos acercamos a visitar uno de los múltiples
conventos toresanos, el Monasterio de Sancti Spíritus, situado en la
calle Canto. Durante la visita, que transcurre entre las interesantes
explicaciones de una de las monjas Dominicas que habitan este convento,
recorrimos: el coro, en donde se encuentran varios sepulcros en alabastro, destacando de
entre ellos el de Beatriz de Portugal, segunda esposa de Don Juan I de Castilla,
de una gran riqueza y elegancia; un sencillo claustro, con un olivo en su parte
central; la iglesia, con un bello artesonado mudéjar y el retablo mayor de
estilo Churrigueresco; la sala capitular, la parte más antigua del
Monasterio, en donde son de resaltar dos espectaculares tapices de gran
tamaño con representación de la Pasión de Cristo: La Crucifixión y la
Caída; el refectorio, con un destacado artesonado y cinco enormes tapices con
escenas de la Pasión.
No sólo el convento es lugar de arte, las monjitas tienen un obrador donde elaboran ricos dulces, de los que recomiendo los bollos de almendra y los bocaditos de Ángel.
No sólo el convento es lugar de arte, las monjitas tienen un obrador donde elaboran ricos dulces, de los que recomiendo los bollos de almendra y los bocaditos de Ángel.
Continuando por la calle Canto y pasando la plaza de la Magdalena
llegamos hasta la Iglesia de San
Salvador de los Caballeros, construida completamente en ladrillo, data
del siglo XIII, debe su nombre a los Caballeros Templarios aquí establecidos en
su día y actualmente es la sede del Museo Sacro. Resaltar de las numerosas
obras de arte que podemos ver en su interior: Un Cristo policromado románico
procedente de la iglesia de Nuestra Señora del Canto y una talla de la Virgen de la Vega, del siglo
XIII procedente de la Ermita de la Vega.
Ponemos rumbo a la Plaza Mayor, para después tomar la calle San Lorenzo el Real, que nos lleva a
la iglesia del mismo nombre. Construida
en estilo mudéjar, data del siglo XII, en su interior podemos admirar: un bello
retablo gótico del siglo XV, el
espectacular sepulcro de los hijos bastardos de Pedro I el Cruel, un
destacable coro policromado del siglo XVI y un bello retablo gótico con 24 pinturas.
A la salida de la iglesia, caminando por la calle Rejadorada,
pasaremos por delante del Palacio Rejadorada, para continuar hasta la Plaza de San Francisco, lugar en donde se encuentra la plaza
de Toros, una de las más antiguas de España, por detrás de la de Béjar y
que en este 2018, cumple 190 años desde su inauguración en 1828. Desde
la calle, a simple vista, el coso pasa inadvertido, por lo que desde el
exterior, solo se contempla una estrecha fachada con dos puertas. Su interior,
de singular belleza, conserva las estructuras y materiales originales de madera
y adobe.
Otras sugerencias y curiosidades
* La Denominación de Origen Toro, data de 1987, incluye doce municipios de la provincia de Zamora y tres de la de Valladolid (Villafranca de Duero, San Román de Hornija y Pedrosa del Rey). Utilizan principalmente para la elaboración del vino, una uva autóctona llamada “Tinta de Toro” y es un vino que en nada se parece al de los primeros años, que se decía que había que tomar con “cuchillo y tenedor”. La sede de la Denominación de Origen, se encuentra en otro de los edificios civiles destacables de Toro: El Palacio de los Condes de Requena, que data del siglo XV y que únicamente conserva original, su patio interior.
* Otra visita interesante relacionada con el mundo del vino, es
el Museo del Vino de Pagos del Rey, ubicado en Morales de Toro, que se encuentra a 8 kilómetros antes
de llegar a Toro. Resaltar de la visita las vistas que se tienen desde un mirador de la gran sala de barricas. En el inmenso jardín llama la atención la presencia de una
camioneta “Chevrolet” de 1935, utilizada en la época para repartir las botellas
de vino.
* Como curiosidad saber que el Alcázar de Toro, fue el último refugio por estas tierras de Juana
la Beltraneja , aquí pierde su corona frente a su tía
Isabel la Católica.
* Colegiata o Catedral: “Colegiata” es un templo católico, que sin ser Catedral, posee un cabildo de canónigos presidido por un Deán.
* Además de sus iglesias, podemos visitar alguno de los 10 palacios con los que cuenta la ciudad, lo que da idea del esplendor nobiliario del que disfruto Toro en épocas pasadas. Ademas de los Palacios mencionados anteriormente, recomiendo pasar por el de Rejadorada, situado en la calle del mismo nombre, data del siglo XV y en el mismo podemos ver el homenaje que los Reyes Católicos hicieron a la toresana Antona García, líder de la revuelta a favor de Isabel la Católica contra el ejército portugués que apoyaba a Juana la Beltraneja; en una reja de este Palacio, fue colgado el cadáver de Antona por los afines a la Beltraneja y en el momento que Isabel llegó al trono, mandó pintarla de color dorado como acto de desagravio y en recuerdo de su fidelidad y heroísmo, otorgo a todos sus descendientes la exención de pagar tributos. Actualmente, es un Hotel de singular encanto.
* Si dispones de más tiempo, recomiendo pasarte por alguna de estas dos iglesias: San Sebastián de los Caballeros, ubicada
en la Plaza de la Paja, que aloja en su interior un Museo con interesantes pinturas
murales procedentes del Convento de Santa Clara. San Julián de los
Caballeros, una de las más antiguas de la ciudad, data del siglo XVI y
su diseño se debe al famoso arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón; en su interior, destacar el retablo mayor en estilo renacentista, un púlpito del siglo XVI y varias tumbas de hijos ilustres
de la ciudad, como el de Antona García, heroína de la causa de Isabel la
Católica contra los seguidores de La Beltraneja (Esta iglesia solo esta abierta
en horario de culto).
* Otra Bodega interesante, que nosotros ya visitamos en otra ocasión, es la de Valdigal. Se trata de la bodega más pequeña de la D.O. Toro, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII y es la única bodega subterránea que se encuentra en explotación actualmente. La visita transcurre entre las explicaciones de su propietario, Leonardo, que de manera muy amena te cuenta todo el proceso de elaboración del vino y la historia de la bodega. Finaliza la interesante visita, con la degustación de un vino, acompañado de queso y chorizo. (Sábados, domingos y festivos a las 13:00 h y 18:00 h, coste 6 €.Teléfono contacto: 629 11 39 92 ó 617 35 63 25).
* Si ere amante del chocolate, te recomiendo una visita
a La
Superlativa, una fábrica con
150 años de historia y una de las más antiguas España. Ubicada en el centro de
Toro (Av. Ronda de Corredera, 30), elaboran chocolates
artesanos, cuyo principal ingrediente, el cacao, procede principalmente de
Costa de Marfil y Venezuela. Teodoro Rodríguez, actual dueño de empresa y
representante de la quinta generación, nos indica que mantienen las mismas
fórmulas y técnicas de elaboración de toda la vida, con la particularidad de no
utilizar grasas vegetales, ni animales.
* Por si fuera de interés, dejo los horarios y precios para visitar las
iglesias de Toro, los cuales me facilitaron amablemente en la Oficina de Información y
Turismo.
Por último, si crees que hay otros rincones o lugares interesantes que merece la pena visitar en esta ruta, deja tu comentario, será de ayuda y utilidad para los viajeros que nos leen.
Jose Maria Vicente
Jose Maria Vicente
Impresioante ruta, inmejorablemente redactada como casi todas de este blog, le animo a continuar y invito a todos a conocer la colegiata de Santa María la Mayor, merece la pena muy mucho la visita.
ResponderEliminarUn saludo desde Toro!
Margarita, me alegra que te haya gustado esta ruta y el blog. Comentarios como el tuyo, me animan a seguir ampliando el blog con nuevas rutas.
ResponderEliminarUn saludo desde Valladolid