lunes, 7 de octubre de 2024

 




Al sur de Salamanca, en el limite con Extremadura, esta ruta transcurre casi en su totalidad dentro de un parque natural y se visitan pueblos que son en su mayoría conjuntos históricos.

Salimos de Valladolid 202 Km en dirección a Sequeros, conocida como el Mirador de la Sierra de Francia.  


Comenzamos la visita por la Plaza del Altozano, empedrada y rodeada por las típicas casas serranas, que conservan excelentes balconadas. Antaño esta plaza cumplió las funciones de coso taurino y hoy día de mercado.

Cerca de esta plaza se encuentra otro de los lugares más emblemáticos, el Teatro del Liceo, hoy de León Felipe en homenaje a este poeta zamorano que paso parte de su infancia en el pueblo. Este singular edificio, único por estar localizado en un pueblo, nació de la mano de la Sociedad del Liceo en 1872, época de esplendor de la burguesía de la villa. Como curiosidad, su aforo de 250 butacas, son mas de los habitantes que tiene Sequeros. 

Un rincón especialmente pintoresco del pueblo lo encontramos caminando por la calle del Concejo donde podemos ver unos grandes soportales de madera, asentados sobre una enorme columna de piedra, sobre el que se levantan la Torre del Concejo, presidida por un histórico reloj, aunque el actual data del siglo XIX, debió existir otro reloj que databa del 1638. Sobre los soportales se encuentran las antiguas casas consistoriales, que en su tiempo eran parte del Ayuntamiento. En este entorno se encuentra también la torre de la Iglesia de San Sebastián.



La Calle del Infiernillo y aledañas es posiblemente el rincón más pintoresco de la localidad. Constituye un auténtico viaje al pasado, puesto que se conservan elementos muy antiguos de la arquitectura local y donde también se puede ver el abandono que sufren las edificaciones de muchos de nuestros pueblos. Su acceso a través de estrechos callejones, la proximidad entre las fachadas de las casas, los aleros de los tejados prácticamente tocando unos con otros, te llamaran poderosamente la atención.


Ubicada a las afueras del pueblo, en un cruce de caminos junto a un crucero que forma parte de un vía crucis, se sitúa la Ermita del Humilladero, también conocida como la ermita del Cristo de las Batallas. Su exterior es de mampostería y de dos tipos de granito, uno más dorado y otro grisáceo. En su interior que tuvimos la suerte de poder ver abierta, destaca la talla gótica del Cristo de las Batallas

Es también de interés la Iglesia de la Virgen de Robledo, nombre que recibe por el amplio espacio poblado de arbolado donde se encuentra. Posee un bonito retablo barroco, en el altar mayor y con un artesanado mudéjar de extraordinario valor.


Ponemos rumbo hacia Miranda del Castañar, de donde nos separan once kilómetros y nos espera uno de los conjuntos medievales más significativos de Castilla y León, perteneciente al conjunto de  Pueblos Más Bonitos de España. Se levanta sobre un promontorio rocoso, en pleno corazón de la Sierra de Francia y en su entramado de estrechas callejuelas encontraras balcones que se juntan casi unos con otros. 

En la parte más alta se sitúa el Castillo de los Zúñiga, que data del siglo XV, habilitado en su día con fines hospitalarios por la Orden de Caballeros Templarios. Sólidas murallas de 600 metros de longitud circunvalan la localidad, en la que sobresale la imponente Torre del Homenaje con 32 metros de altura y que presume de ser uno de los mejores recintos fortificados de Salamanca. (Actualmente en manos privadas, no es visitable su interior). 

A los pies del castillo, en la antigua plaza de armas, es donde se ubicaba la antigua Plaza de Toros, una de las más antiguas de España, en donde son de resaltar los curiosos burladeros de piedra en uno de sus lados. (En esta plaza es donde dejamos el coche aparcado).

Comenzamos nuestro recorrido intramuros por la Puerta de San Ginés, una de las cuatro puertas del recinto amurallado que da acceso a la zona histórica.


Junto a esta última puerta, se localiza el edificio de La alhóndiga, antiguo granero construido en 1585, que era el lugar en donde se vendía, compraba y almacenaba el grano. Hoy día acoge dependencias del Ayuntamiento. 

 

Partiendo de la Plaza de San Gines, cogimos la Calle Derecha o Larga, que nos llevó hasta la Plaza de la Iglesia. En este entorno, podemos ver la Torre de las Campanas, construida en el siglo XVII con el dinero donado por los propios vecinos para evitar tener que pagar a la Iglesia cada vez que necesitaban hacer uso de la suya, ya fuera por un fuego o un fallecimiento. Contigua a la Torre pero separada se sitúa la Iglesia de Santiago y San Ginés, templo sencillo de origen gótico. El pórtico de la iglesia cuentan que fue construido con piedras de las almenas del Castillo.

El callejón que cruza por debajo de dos arcos situados junto a la iglesia nos conduce a otra de las puertas de la muralla, la del Postigo, desde donde tenemos uno de los lienzos de la muralla mejor conservados y que da acceso al Paso de Ronda. 


En una esquina de la plaza podemos ver la Cárcel Real, merece la pena fijarse en el hueco por el que se descargaban las reses al interior para luego despachar allí dentro al público. Frente a la Iglesia se encuentra la ‘Bodega de la Muralla’. convertida en una especie de tienda museo, donde podrás conocer una bodega del siglo XVII, degustar productos locales y comprar recuerdos.

Algunas casas que podemos ver por la calle Larga rezuman un aire señorial que mantienen y conservan su pasado medieval. De las más bonitas son las del Escribano y la de los Tejerizo, sobre cuya fachada luce uno de los mejores escudos nobiliarios de toda la villa. 

La Puerta de Nuestra Señora nos lleva a una de las cinco ermitas que tuvo la villa: la de la Virgen de la Cuesta, en ella se venera a la patrona de la localidad, representada por una talla románica del siglo XIII. 

La otra ermita superviviente, la del Humilladero, es mucho más sencilla que esta ultima, se localiza a la entrada de la población, antes de alcanzar la Plaza de Armas. 


Nos desplazamos 19 Km por una carretera por la que debemos circular con precaución ya que es un poco sinuosa, para llegar a  la Alberca, el pueblo más visitado de la comarca y el que mejor ha sabido conservar la arquitectura popular. 

Es el primer pueblo de España en recibir la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1940. 

Paseando por sus calles llama la atención los muros y marcos de los portales realizados en piedra y reforzados con un dintel que en algunos casos se encuentran grabados con el año de construcción de la propia vivienda o en otras ocasiones con advocaciones marianas y cruces. 




Nuestro paseo nos conduce hasta la bella Plaza Mayor, en ella se localiza el Ayuntamiento, que antiguamente fue una cárcel y la Casa Ducal. Se encuentra presidida por un crucero de granito del siglo XVIII, labrado con motivos de la pasión de Cristo y es un buen lugar para admirar las típicas casas albercanas, construidas en piedra y madera, con balconadas ricamente engalanadas con flores en primavera. Su arquitectura serrana es preciosa.

Como curiosidad, en los soportales de la Plaza Mayor es posible comprar turrón en cualquier época del año. Esta golosa tradición de origen mozárabe, que elaboran de manera artesanal tiene  su secreto s en la utilización de almendras de los Arribes del Duero y miel de encina.

 

Justo al lado de la Plaza, nos encontramos con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora Asunción, una construcción del siglo XVIII a cargo de Manuel de Lara Churriguera, sobrino de Alberto Churriguera. De su interior, bastante sobrio debemos detenernos a admirar el púlpito de granito policromado y una bella talla del Cristo del Sudor, que se atribuye a Juan de Juni o Gregorio Fernández.

 



Otra curiosidad, junto a una de las puertas del templo podemos ver una talla en piedra de un cerdo, una tradición en la que un cerdo recorre las calles del pueblo desde San Antonio de Padua, 13 de Junio, hasta San Antón, el 17 de enero, siendo alimentado por los propios vecinos y el Ayuntamiento de todo lo demás, incluido el alojamiento. El día de autos, el marrano de San Antón es rifado y todo lo recaudado es donado a una causa solidaria. 

Quizás el elemento más curioso del exterior de la iglesia es una hornacina dedicada a las Ánimas, con dos cráneos humanos y un candil. Está ligada a la leyenda local de la “moza de animas”, cuando un grupo de mujeres a golpe de campana recorren diariamente el pueblo a la medianoche rezando por los difuntos: “Fieles cristianos, acordaos de las benditas almas del purgatorio…...”

 


Parada para comer en Restaurante La Colmena. Elegimos unas magníficas patatas meneás (Se trata de un puré de patatas, con trocitos de corteza de cerdo y pimentón de la Vera. También llamadas “patatas revolconas” en la zona de Ávila) y terminamos con un plato de cabrito cochifrito. 



Otra buena opción es Restaurante Ibericos Doña Consuelo, en la misma Plaza Mayor. Personalmente recomiendo tanto el menú como la carta. Buena materia prima y personal muy amable. En la parte baja tienen despacho de carnes y embutidos.

J

Vuelta para Valladolid y fin de la interesante ruta.


Otras curiosidades y sugerencias.


* Si se dispone de tiempo, recomiendo una vista que nosotros ya hicimos en otra ocasiónEl Valle de las Batuecas. Para realizar esta ruta, se parte de la Alberca, se sube el puerto del Portillo (4 Km) y en la cima, se encuentra "El Mirador del Portillo", lugar desde donde se pueden ver unas magnificas vistas a todo el valle de las Batuecas; bajando el puerto, a 9 kilómetros, se encuentra un parking en donde debemos dejar el coche y desde allí, tomar una ruta de senderismo de dificultad baja, que nos permite llegar hasta el Santuario de San José (no visitable su interior). A través de una senda de 1 Km, con pasarelas de madera inicialmente, para seguir posteriormente por un camino señalizado en los árboles que discurre junto al cauce del río Batuecas, llegaremos a la zona de Cabras Pintadas (2 Km), lugar en donde se localizan unas pinturas rupestres de cabras pintadas sobre la roca con cierta tonalidad roja (la verdad, no se encuentran muy bien conservadas, pero el paisaje por el que transcurre esta ruta ha valido la pena el tiempo invertido en la caminata).

* Apenas 15 Km separan la Alberca de la Peña de Francia, la montaña mas popular de la sierra, situada a 1.728 metros de altura y a la que se accede a través de una sinuosa carretera, en cuya cima se encuentra un Santuario dominico construido en honor a la aparición de una talla negra de la Virgen en 1437; está considerado uno de los Santuarios marianos más altos de Europa. Recomendable acercarse hasta un mirador, desde donde puedes ver unas espectaculares vistas de la Sierra de Béjar y algunos municipios cercanos como la Alberca. (Visitas del 01 septiembre al 30 junio, de Lunes a Domingo en  horario continuo de 10:00 a 19:0 horas). 

 
* Otros pueblos que no debes dejar de visitar en la zona son: San Martin de Castañar y Mogarraz. (Puedes consultar la entrada del blog: "Pueblos con encanto de la Sierra de Francia 1").

José María Vicente

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