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- Cáceres en dos días
La Ciudad de Cáceres, reconocida por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, posee el tercer conjunto monumental más grande de Europa y uno de los mejor conservados de España, en donde podrás
transportarte a la época del Renacimiento y sobre todo, a la medieval, gracias
a sus calles, plazas, palacios y murallas especialmente bien
conservados. Aunque hay muchas cosas que ver en Cáceres, en este post
descubrirás algunos de los lugares que no te deberías perder en tu visita de
dos días.
Cáceres se puede recorrer perfectamente en cualquier época del año. Sin lugar a dudas, es uno de los mejores lugares por los que pasear si te gusta descubrir cultura, historia y belleza a cada paso. Déjate sorprender por sus 41 palacios, 20 torres, 1.238 escudos señoriales y su aljibe musulmán perfectamente conservado. Además, también podrás visitar dos barrios judíos y 30 edificios declarados BIC. La magia de esta ciudad no solo se vive de día. sus noches también te harán disfrutar de ambiente único.
Al terminar la calle Pintores, la más comercial y bulliciosa de la ciudad encontramos la estatua conocida como ‘’La Mujer del Periódico’’, situada al principio de la Plaza de San Juan, este será el punto de partida de nuestra visita a la ciudad. La estatua representa a Leoncia, última vocera del Periódico Extremadura.
Junto a la Iglesia de San Juan, una escultura rinde homenaje a la Semana Santa de Cáceres, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Esta iglesia, de estilo gótico data del siglo XIII y antiguamente era conocida como San Juan de los Ovejeros porque era donde los pastores celebraban la feria de ganado.
Llegamos a la Plaza Mayor, un buen lugar para contemplar un trozo de la muralla que levantaron los romanos y reconstruyeron los almohades en el siglo XII. Aquí mismo tenemos la Oficina de Turismo que nos permite hacernos con un mapa con los lugares a visitar más interesantes. La plaza está rodeada por soportales del siglo XVI y en ella, encontrarás: El Ayuntamiento, un edificio del siglo XIX. La Torre del Bujaco, construida en el siglo XII sobre sillares romanos, es una construcción de 25 metros de altura y origen árabe, que antaño defendía el flanco noroeste de la ciudad amurallada y hoy es sede del Centro de Interpretación de las Tres Culturas. Desde la parte más alta de la Torre hay un magnífico mirador desde el que se divisa una bella panorámica de la Ciudad y permite el acceso al adarve de la muralla. Otro nombre que ha recibido la torre Bujaco es el de “torre del Reloj”, ya que desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII tuvo un reloj, que fue trasladado posteriormente a la iglesia de San Mateo, donde sigue dando las horas en la actualidad. La Ermita de la Paz adosada a la Torre de Bujaco, se construyó sobre los restos de una capilla renacentista del siglo XVI y reconstruida en el siglo XVIII en estilo barroco. En su interior guarda una bella imagen de la Virgen de la Paz,
La Torre de los Púlpitos, recibe su nombre por las defensas superiores que asemejan los púlpitos de una iglesia. Es muy singular ya que es la única que está edificada en el exterior de la muralla, pero conecta con un palacio del interior de la muralla. De origen cristiano y 16 metros de altura, se puede visitar entrando a través de la torre de Bujaco.
La Torre de la Yerba, una construcción de origen árabe, que data del siglo XII, cuando se acometió la última reforma de la muralla en poder musulmán, antes de la reconquista definitiva de Cáceres por parte de las tropas del rey Alfonso IX de León. Como curiosidad, la decisión de la Reina Isabel de desmochado de las torres cacereñas no se aplico a las torres defensivas de la ciudad, solo fue a las de los Palacios.
En una esquina de la Plaza Mayor, entre el Ayuntamiento y la muralla se encuentra el Foro de Balbos, una de las antiguas puertas de la ciudad romana, presidida por una gran fuente y la estatua de la Diosa Ceres.
En un lateral de la plaza se abre el Arco de la Estrella, lugar por el que accedemos a esta urbe milenaria cacereña detenida en el tiempo. El Arco de la Estrella, es la principal puerta de entrada al recinto amurallado, llamado así por alojar una Virgen con esta advocación. Aunque se abrió en el siglo XV, su forma actual es obra de Manuel de Lara Churriguera y se realizó en 1726. Como detalle curioso puedes observar que el arco este girado hacia uno de los lados, al objeto de que los carruajes pudieran acceder a los Palacios con facilidad.
Ni cien metros hay que andar para llegar a la Plaza de Santa María, punto neurálgico del centro histórico. Se utilizó durante mucho tiempo como mercado e incluso como lugar de celebración de bodas de la nobleza. En ella encontraras: La Concatedral, una iglesia que se remonta al siglo XIII pero que, tras su destrucción, se reconstruyó como es ahora durante los siglos XV y XVI. Entre los espacios más destacables del templo están las dos portadas: La principal, se sitúa en el lado del Evangelio y es singular por su arco apuntado gótico, de finales del siglo XIII y principios del XIV.
No te puedes perder su interior que te permite conocer la
riqueza del gótico, permitiendo contemplar obras como el Cristo Negro,
escultura gótica del siglo XV de gran devoción popular. Desde lo alto de su
torre campanario, al que se accede por una escalera de caracol observarás una magnifica
panorámica de la ciudad.
Un detalle curioso sobre la escultura en bronce de San Pedro de Alcántara que se encuentra pegada a la pared exterior de la Concatedral. Según la leyenda: Si besas o tocas los pies de la estatua encontrarás pareja o, en caso de tener pareja, te casarás con ella. En caso de estar buscando tener un bebé, también te brinda con esa oportunidad.
En la misma plaza encontramos el Palacio Episcopal, Su parte más antigua data del siglo XIII y su última modificación del siglo XVIA ambos lados de la portada dispone de dos medallones, que representan al Nuevo mundo, a la derecha y el Viejo a la izquierda.
El Palacio de Hernando de Ovando, de estilo renacentista lo podemos ver también en la plaza. Construido en el siglo XV y reformado en el XVIII, destacan los dos medallones con la efigie de los constructores en los ángulos del arco de la puerta principal y encima de estos en el friso, la inscripción: “Aeterna Iustorum Memoria” (La memoria de los justos es eterna, que corresponde a una parte del salmo 111 del Rey David). Recordemos que Hernando de Ovando, una de las familias nobles más antiguas y de mayor raigambre de Cáceres, participó con los Reyes Católicos en la toma de Granada en el año 1492.
El Palacio de los Mayoralgo destaca por encima de los otros edificios de la Plaza Santa María por su fachada renacentista dividida en tres secciones, sus dos ventanas geminadas, el arco de medio punto de la entrada y el escudo familiar compuesto por media águila y media torre. Aunque su verdadero tesoro se descubrió en 2001 cuando unas reformas en su interior sacaron a la luz un yacimiento romano del siglo I a.C., confirmando que Cáceres fue la antigua ciudad romana Norba Caesarina.
Casi en la misma plaza, en el número 1 de la calle Amargura, se encuentra el Palacio de Carvajal, que es la sede del Patronato de Turismo de la Diputación, flanqueado por una torre redonda del siglo XII. Es un edificio que cuenta con elementos góticos y renacentistas. Resaltar de su fachada el escudo de Carvajal en grandes dimensiones, encuadrado en un alfiz y un balcón de esquina con arco apuntado. De su interior, resaltar un bello jardín con una centenaria higuera.
A pocos pasos de la Plaza Santa Maria se encuentra el Palacio de los Golfines de Abajo. Es el palacio más grande de la Ciudad, ya que ocupó el espacio de casi una veintena de casas. Posee una de las fachadas más hermosas, uniendo diferentes estilos arquitectónicos: gótico, renacentista y plateresco. A ambos lados de la fachada se encuentran dos torres, una muy alta a la derecha y otra más baja a la izquierda con el escudo familiar (flor de lis y torre), por debajo del cual se puede ver una inscripción dentro de una cartela en la que puede leerse: "Esta es la casa de los Golfines", informando con ella de la titularidad del palacio. Sobre la puerta de entrada, en la parte más alta podemos ver una ventana y sobre ella el escudo de los Reyes Católicos. En la parte inferior de dicha ventana se localiza el escudo de armas de la familia Golfines sujetado por dos ángeles con la curiosa inscripción “Fer de Fer”, esto nos puede dar a entender que este palacio fue el lugar elegido por los Reyes Católicos para alojarse cuando visitaron Cáceres. Del interior de este Palacio destaca el Salón de los Linajes, que cuenta con unos imponentes artesonados.
En la Plaza de San Jorge, pegada a la Plaza de Santa María, te sorprenderá la Iglesia de San Francisco Javier, una iglesia jesuita de estilo barroco construida en el siglo XVIII, reconocible por sus dos torres cuadradas, desde donde se tiene unas formidables vistas de la ciudad. En su interior destacar: la cripta, llamada de la “Preciosa Sangre” y el Centro de Divulgación de la Semana Santa Cacereña, donde podemos escuchar cómo suenan momentos destacados de las procesiones, saber a qué huele la fiesta, probarnos un capirote y sentirnos como hermanos de carga, participando en la experiencia de levantar un paso. También podemos ver un magnifico aljibe, realizado en el siglo XVIII. Del interior del templo es digno de mención el retablo mayor, con una pintura del milagro del cangrejo, atribuido a San Francisco Javier. En las escaleras que suben desde la plaza hasta el interior de la iglesia se encuentra una escultura de bronce de San Jorge matando al dragón, representación de una leyenda que cuenta que, tras la muerte del animal en ese duelo, la ciudad se pudo convertir al cristianismo. Como curiosidad en estas escaleras se rodaron escenas de la película “La Casa del Dragon”. En uno de los costados de la plaza a la izquierda de la iglesia podemos ver la Casa Becerra, con una bella fachada gótica.
Si subimos por la Cuesta del Mono, encontraremos al final de la calle el Palacio de los Pizarro-Espadero o Casa del Mono. Debe su sobrenombre a la figura de un mono encadenado que hay esculpida en la escalera principal. Cuenta la leyenda que el dueño de la casa, regaló a su esposa un mono que compró en uno de sus viajes de trabajo, todo ello para compensar su ausencia durante largos días en los que él no estaba. La pareja a pesar de los numerosos intentos por tener hijos no era capaz de engendrar uno, con lo cual el animalito les sirvió como distracción. A medida que avanzaba el tiempo, éste era tratado como uno más de la familia, como el hijo que no habían podido tener. Pero un día, la esposa del comerciante quedó embarazada, acontecimiento que tomaron con gran alegría. Cuando nació el niño, el mono, hasta ahora tratado como un integrante más de familia, se fue sintiendo desplazado. Un día, por celos hacía el recién nacido, acabo con la vida del bebé arrojándolo por la ventana. El comerciante como castigo, lo encadenó a las escaleras del palacio, dejándole morir sin hacer caso a sus gritos. Actualmente, tres gárgolas de granito adornan la fachada del palacio, se dice que una representa al mono, otra al hombre y otra a la mujer con el bebé en brazos.
Cáceres cuenta con una calle con las paredes construidas con huesos. Este sitio tan peculiar se encuentra en el lado izquierdo de la Calle Cuesta de la Compañía, justamente entre las Plazas de San Jorge y San Mateo. El llamado Callejón de Don Álvaro, lejos de ser un callejón común, cuenta con una historia lúgubre, esto se debe a que para construir una de las paredes del callejón, se utilizaron, entre otros materiales, huesos humanos. La leyenda cuenta que, en los momentos de desaparecer los cementerios cercanos a las iglesias, reutilizaban esas tierras con huesos para construir nuevas edificaciones, entre ellas, la pared de este callejón. Si deseas corroborar esta historia, si te fijas bien en la pared del callejón, lado derecho, se pueden observar cómo quedan restos de huesos visibles.
Contigua a la Plaza San Jorge se
encuentra la Plaza de San Mateo, de lo más bello de Cáceres. Una de sus
esquinas está ocupada por la Iglesia de San Mateo, posiblemente sobre el solar
ocupado por una antigua mezquita. Destacar su portada con decoración
plateresca, con medallones de San Pedro y San Pablo en los laterales, y arriba
en el centro San Mateo. Resaltar la capilla de los Sande, actual sacristía, con el interior gótico y una hermosa bóveda de crucería estrellada. En los muros se encuentran los
enterramientos de las familias nobles de la ciudad, como Ovando, Golfines,
Paredes, o Saavedra. La capilla de San Juan Bautista alberga
el Cristo de la Encina, un lienzo que relata un milagro acaecido
en América. En la capilla de San Benito se encuentra una Dolorosa
realizada en 1952, replica de la de Gregorio Fernández, de
la Cofradía de la Vera Cruz vallisoletana.
En la misma plaza, el Palacio del Capitán Diego de Ovando, destaca por la Torre de las Cigüeñas, como se la conoce por la cantidad de aves que anidan en sus almenas, mucho una torre más alta que la de ningún otro palacio cacereño, con sus 25 metros de altura. Casi todas las torres de Cáceres están desmochadas, la decisión de eliminar las almenas de las torres fue una orden de la reina Isabel la Católica, dado el apoyo que habían prestado los nobles de la ciudad a su rival al trono, Juana la Beltraneja, supuesta hija del hermanastro de Isabel, el rey Enrique IV en la guerra por la corona de Castilla, entre partidarios de Isabel y de Juana, ocurrida a la muerte de Enrique IV. (El sobrenombre de la Beltraneja se le atribuyó por Beltrán de la Cueva, el válido del rey al que algunos nobles castellanos adjudicaban la paternidad de Juana). Sólo se perdonó de los Palacios una torre, la del capitán Diego Ovando, noble que se puso de parte de la Reina Isabel en la guerra de sucesión. Por esta razón otorgó, en 1480, el permiso para levantar esta torre, construida sobre un antiguo alcázar almohade. Actualmente se ubica en este edificio la sede de la Comandancia Militar de Cáceres
En la misma plaza de San Mateo, podemos ver el Convento de San Pablo, donde hay que probar las deliciosas yemas de San Pablo.
Nos desplazamos a la contigua Plaza de las Veletas para visitar el Museo de Cáceres, que ocupa dos edificios históricos levantados sobre el solar de la alcazaba árabe: el Palacio de las Veletas (que alberga las colecciones de arqueología y etnografía), del siglo XVII, y la Casa de Caballos (bellas artes), que fue una caballeriza. Destacan la estatua romana del Genio Andrógino y sobre todo, el aljibe hispano-árabe, de los siglos XI y XII, que es uno de los más grandes de su época y de los mejor conservados, donde mil años después, sigue almacenando el agua que llueve en el patio renacentista que hay encima. El agua, las columnas y los arcos de herradura, componen una de las fotos más bella de Cáceres.
Desde la Plaza de San Mateo caminando por la calle Condes hasta la esquina de calle Olmos encontramos la imponente arquitectura del Palacio de los Golfines de Arriba, uno de los más imponentes de la Ciudad. Construido en siglo XV, nos recuerda la idea de casa-fortaleza, con un marcado carácter defensivo, con sus cuatro torres desmochadas en las esquinas, de las que hoy se conservan tres, y la gran torre del homenaje, en el centro del palacio, levantada en 1513, que se encuentra almenada, ya que se salvó de ser desmochada como el resto de las que se levantaban por aquellos entonces en Cáceres en virtud de una Real Orden concedida en 1506 por Fernando el Católico, poco después de la orden de la Reina Isabel. Destacar la torre situada frente al Arco de Santa Ana, que tiene un magnífico matacán defensivo, las otras dos torres conservan ventanas góticas y escudos de la familia. Una placa en la fachada principal indica que estando en él, Francisco Franco fue proclamado Jefe del Estado, antes de su nombramiento oficial en Burgos. Actualmente, una parte del palacio, alberga un complejo hostelero.
En el N.º 6 de la calle Olmos se encuentra la antigua Enfermería Franciscana de San Antonio, que actualmente es el Convento de las Madres Jerónimas. Se trata de un edificio de estilo Barroco, destacando en su fachada principal una ventana rodeada de escudos que representan las armas de Felipe II en lo alto y en los lados el escudo de la orden Franciscana y el escudo de la ciudad de Cáceres. Tienen gran fama sus dulces que venden a través de un torno situado en el zaguán de entrada del edificio.
Si seguimos caminando hasta el Adarve del Cristo (Los adarves eran los caminos que permitían una fácil conexión entre las puertas y torres de la muralla), entre las Plaza de Santa Maria y San Jorge , antes de llegar al Arco del Cristo (puerta de origen romano, que fue la entrada de la Judería Vieja), bajando a la izquierda por la Cuesta del Marqués, en cuyo número 4 nos aguarda la Casa-Museo Árabe Yusuf Al-Burch, donde se reproduce el ambiente de un hogar durante la etapa musulmana de la ciudad. En su interior entre otras salas se encuentra un aljibe, unas termas romanas, o la bodega.
Si doblamos a la izquierda por la cuesta de Aldana y seguimos hasta la calle de los Condes, encontramos Torre de Sande, una torre del siglo XV, perfectamente conservada y una de las mas reconocibles de Cáceres debido a que esta cubierta de una capa verde de enredadera en verano y con tonos rojizos en otoño. En su planta baja es ocupada por un restaurante.
Si salimos del recinto amurallado por la plaza de Santa Clara y giramos a la izquierda encontramos la Torre Mochada, una atalaya del siglo XII de planta octogonal que reforzaba las defensas de la ciudad por este flanco sur.
De regreso por la plaza de los Pereros, entramos en la Judería
Vieja, en el barrio de San Antonio, donde ya no vemos palacios, sino casitas
blanqueadas. En este tranquilo barrio de callejuelas empinadas y casitas
encaladas decoradas con flores, tiene varios puntos de interés como la Ermita
de San Antonio, donde estaba situada la antigua sinagoga, el Parque del Olivar y el Baluarte de los Pozos, la torre más grande de la muralla, donde lo mas destacable son las impresionantes vistas desde lo alto. En su interior se explica la historia de las juderías en España y Portugal.
No podemos finalizar la visita a Cáceres sin ver la Iglesia de Santiago que a pesar de esta fuera de la muralla es de gran interés. Esta iglesia del siglo XII, aunque en el XVI se restauró incorporando elementos del Renacimiento, destaca por su sobrio exterior con dos magníficas portadas, que contrastan con la belleza del interior con varias bóvedas de crucería y un precioso retablo mayor obra del imaginero Alonso Berruguete, culminado con la imagen de Santiago Apóstol. No dejes de observar la bella reja que cierra el presbiterio.
En uno de los laterales de la Plaza de Santiago se encuentra el Palacio de Godoy, que asombra por su magnífica portada de estilo renacentista y su bello balcón de esquina. En el interior, bonito patio decorado con azulejos.
Otras sugerencias y curiosidades.
* Cáceres de cine. El Arco de la Estrella, la Plaza de Santa María, la Cuesta de la Compañía y la Plaza de las Veletas formaron parte en el año 2016, del rodaje más reciente, Juego de Tronos. No obstante, Cáceres ha sido escenario de cine desde hace muchos más años de otras películas: La lozana andaluza, La Celestina, la serie Isabel la Católica o La Catedral del Mar, son algunos ejemplos.
* El Santuario de la Virgen de la
Montaña, situado en lo alto de la sierra de la Mosca, es un lugar de devoción
para los cacereños. Desde la explanada donde se levanta la monumental estatua de Sagrado Corazon disfrutarás de una de las mejores vistas
panorámicas de la ciudad.
* Si eres un amante de la gastronomía, estos son algunos de los platos típicos que deberías probar: la Torta del Casar, un queso cremoso producido en la provincia de Cáceres; las migas cacereñas, un plato cuyo ingrediente principal son las migas de pan, sencillo pero muy sabroso; el jamón ibérico criado en las dehesas de Extremadura, realmente exquisito; el "zorongollo", una ensalada de pimientos rojos asados, tomates, ajo y aceite de oliva que no puedes dejar de probar. Esto es solo el ejemplo de los muchos platos que puedes probar.
* Alguno de los locales por donde pasamos: Restaurante Eustaquio Blanco que nos ofrece dos ambientes: tapería informal o comedor que dispone de menú del día. La Cacharrería (Orellana,1), situado en un palacio del Siglo XV junto a la Plaza de San Mateo, una taperia de lo mas curioso, tienes que hacer cola en la calle, detrás de una reja, van llamando en función de las mesas que se quedan libres. Taperia Los Ibéricos (Plaza San Juan 12) . Bouquet Taperia (Plaza Plubio Hurtado, junto al Ayuntamiento). BOS taperia, una buena opción para comer de menú o raciones a pocos pasos de la Plaza Mayor. Churrería Plaza Mayor, ideal para desayunar unos churros o porras fritos al momento. Taperia Yuste, situada en los bajos del Hotel NH, buenas tapas y servicio amable.
Espero que esta ruta haya sido de interés e utilidad.
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