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- Malaga en 3 dias
lunes, 30 de noviembre de 2015
En esta ocasión, partimos de Valladolid vía AVE y en unas
cinco horas nos presentamos en Málaga. Es de destacar el cambio que ha
experimentado la ciudad en los últimos años, resaltando el que
prácticamente toda la zona centro sea peatonal.
Lo primero que hacemos es dejar las maletas y el lugar
elegido fue:"Apartamentos NONO”, la verdad que es la primera vez que nos
quedamos en este tipo de alojamiento y ha sido todo un acierto, se trata de
unos apartamentos que llevan inaugurados dos meses, son amplios y con
unas camas confortables, lo que te hace sentirte como en casa.
Atravesamos la Alameda Principal, pulmón verde de la ciudad y
nos dirigimos a ver el Mercado de Atarazanas, llamado así porque ocupa el solar donde estaban
ubicadas las antiguas atarazanas nazaris, lugar en donde se reparaban los barcos. El recinto
original data del siglo XIV y del mismo solo se conserva la puerta principal. En su interior, destacan por su
vistosidad, los puestos del pescado y marisco y en esta
época de otoño, llama la atención los puestos donde venden castañas y madroños.
Volvemos de nuevo hacia la Alameda para deternos en el Nº 18, donde se situa La Casa de Guardia, la taberna más antigua de la ciudad, que este año celebra el 175 aniversario, conservando intacto
el ambiente de su época, rodeado de vinos tan genuinos como: Pajarete,
Quitapenas o Solera.
Seguimos en dirección a la emblemática calle Larios, importante
arteria comercial de Málaga, la cual te lleva de la Plaza de la Marina en el paseo maritimo, dónde nos llama la atención la estatua del cenachero, todo un símbolo de la ciudad, hasta la Plaza de la Constitución, el corazón del centro histórico, presidida por la fuente de Genova, que data del siglo XVI.
Parada a comer en Cervecería Los Gatos (Plaza Uncibay),
en donde es de resaltar la amabilidad de su personal y la variedad
de su cocina. Mi recomendación: El rabo de toro (12 €), la pulga
de jabuguito y la tostada de ventresca (2,5 €). Como curiosidad, al final de la
comida nos invitaron a un par de “gin tonics”.
Con energía renovada después de comer, nos dirigimos a la calle
Santa María, que nos lleva a las inmediaciones de la Catedral de la Encarnación. Esta se comenzó
a construir en el siglo XVI y se levanto en el lugar que ocuparan los terrenos
de la antigua mezquita de la ciudad árabe. Tras dos siglos de obras, se
paralizaron las mismas, quedando sin construir una de sus torres lo
que la ha valido el apelativo popular de "La Manquita”. De su
interior es de destacar la magnífica sillería del coro y los dos órganos del
s.XVIII.
Rodeando la Catedral, llegamos a la majestuosa portada de
la iglesia del Sagrario y frente a ella, en la plaza del Obispo,
se encuentra el Palacio Episcopal, con una bonita fachada barroca. El conjunto de estos
edificios, se utilizan actualmente como sala de exposiciones.
De vuelta a la plaza de la Constitución, podemos aprovechar para tomar un café en el centenario Café Central, en donde su
fundador, harto de no acertar a la hora de servir el café a sus clientes, creo
un código muy particular y les puso nombre, dependiendo de
la cantidad de café que lleve: un
"café mitad" es mitad café y mitad leche ,un "sombra"
es tres cuartos de leche y un cuarto de café, un "largo" es más
café que leche y así hasta nueve formas distintas de pedirles, incluida el
“no me lo ponga”.
En esta misma Plaza, junto al Cafe Central, no dejes de visitar el Pasaje de Chinitas, uno de los rincones con mayor encanto de la ciudad. Entre los diferentes negocios que se abrieron en este pasaje, estaba el Cafe de Chinitas, el cual aparece recogido en poemas de Federico Garcia Lorca y alli, entre escritores, cantantes flamencos y gente de la farandula, se empezo a escribir la historia de este pasaje.
El segundo día, la primera parada que hacemos es para
desayunar en Casa Aranda, la cual lleva más de 75 años funcionando y
en donde te preparan el café o chocolate con unos churros recién hechos que
son una autentica delicia.
Recorriendo las calle Larios y Granada, llegamos
hasta la entrada de la Calle Alcazabilla, lugar de nuestro siguiente destino:
La Alcazaba, el Castillo de Gibralfaro y el Teatro Romano. Lo primero que nos
encontramos es el Teatro Romano, situado a los pies de la Alcazaba. De mediano tamaño, data del siglo I a.c. y conserva algunas partes de
su estructura original, mostrando la arquitectura tradicional con los típicos asientos escalonados. Tras su restauración, ha recuperado su uso como espacio escénico.
La impresionante edificación de la Alcazaba, data en
su mayor parte del siglo XI, se eleva sobre la falda del monte de Gibralfaro, siendo utilizada
como palacio-fortaleza de los gobernantes musulmanes. Para visitarla, podras subir en un ascensor situado frente al Ayuntamiento, el cual te llevara hasta la zona mas alta de la fortificacion, de modo que luego podras ir bajando por su interior hasta la salida por el teatro romano. Posee dos conjuntos de amurallados que protegían una ciudadela interior y otra exterior. En la ciudadela exterior podrás contemplar los bellos jardines del palacio y dentro del segundo conjunto de muros está el Palacio y las casas
señoriales. Pasear por su interior te hará sentir que has viajado en el tiempo. El Palacio, se comunica por una empinada
cuesta con el Castillo de Gibralfaro, pero nosotros accederemos al mismo por transporte
público, como indicaremos más adelante.
Para comer, nos desplazamos hasta el antiguo barrio de
pescadores del Palo. (Tomar el bus línea 11 o 3, en Alameda Principal). El Restaurante
el Tintero, se encuentra situado a pie de playa del Dedo y la peculiaridad del local
se encuentra en que los camareros transportan varios platos y te los van ofreciendo
a modo de subasta. Todos valen 7 €, menos los que vienen en bandejas de metal
que son 16 €. (Tener cuidado con este detalle). Destacar la preparcion de los calamares. Una divertida experiencia y algo diferente.
Por la tarde, nos ponemos de nuevo en marcha para acercamos a
visitar el Castillo de Gibralfaro, (Lo más cómodo es coger el bus de la línea
35 a la entrada del Paseo del Parque). Esta fortaleza, fue construida a modo
de defensa de la Alcazaba y desde ella se divisan unas impresionantes vistas
de la ciudad.
Terminada esta visita, nos vamos al Hotel AC Málaga y subimos
hasta la terraza-bar del último piso, donde además de tomar una cerveza, pudimos
disfrutar de unas impresionante vistas de la ciudad, especialmente de
noche.
El tercer día, el desayuno lo hacemos en la churrería la
Malagueña, donde probamos una variedad de churros llamados "tejeringos”,
que la verdad estaban riquísimos.
Continuamos nuestra ruta caminando de nuevo por la calle
Alcazavilla, hasta llegar a la Plaza de la Merced, lugar en donde se ubica el Museo Casa natal de Picasso, un edificio
del siglo XIX donde nació y vivió el genial artista los primeros años de su vida.
En la casa podemos ver algunas obras del, junto con objetos personales del
artista. Desde esta plaza, nos desplazamos hacia la calle Granada, a cuya
entrada se encuentra la Iglesia mudéjar de Santiago, una de las más
antiguas de la ciudad. Sede de alguna de las más importantes cofradías que procesionan
en la Semana Santa de Málaga, podemos admirar la talla de "Jesús el Rico". En este templo fue bautizado Pablo Picasso.
A poca distancia de esta iglesia, llegamos a la calle San Agustín,
lugar en donde se encuentra el Palacio de Buenavista, un bello edificio
renacentista del siglo XVI, sede del Museo Picasso. En su interior, se exhibe una gran seleccion de obras del artista malagueño, que van desde
pinturas a grabados o cerámicas. Totalmente recomendable su visita.
Volviendo de nuevo a la calle Granada, recomiendo una
parada en el Nº 62, Bodega El Pimpi, un clásico del tapeo malagueño, situado en un antiguo caserón del siglo XVIII, cuyo interior se
encuentra decorado con carteles de toros antiguos y numerosas barricas de
vino. Aceptable la paella que tomamos, buenos los minibocadillos llamados "ligeritos", elaborados a base de pringa y jamón y lo mejor, las croquetas de puchero.
A la tarde, nos desplazamos hasta las inmediaciones de la calle
Compañía, lugar donde se encuentra el Palacio de Villalón, una edificacion del
siglo XVI, sede del Museo Carmen Thyssen. Este museo, expone una
interesante colección de obras de artistas españoles del siglo XIX, en donde la
pintura andaluza y española tiene gran importancia. Aquí podemos disfrutar de
obras de grandes artistas, como Julio Romero de Torres, Joaquín Sorolla o Zurbarán,
entre otros.
No queremos marcharnos de Málaga sin visitar la Iglesia
Santo Domingo de Guzman, lugar en donde se encuentra el "Cristo
de la Buena Muerte”, obra de Pedro de Mena, de cuya talla original solo conserva
una pierna, dado que el resto de la talla fue destruida en un incendio y que
cada Jueves en Semana Santa, es trasladado a hombros por
los caballeros legionarios por las calles de Málaga.
Nos vamos a descansar al Hotel y por la mañana partimos rumbo
a Valladolid.
Otras sugerencias y curiosidades.
* Además de los Museos comentados anteriormente, podemos visitar: en
la Plaza de los Viñeros, el Museo del Vino de Málaga, donde conoceremos todos
los secretos de la elaboración de este famoso vino; en la Calle Muro de San Julián,
el Museo de la Semana Santa; el Museo de las Artes y costumbres Populares,
ubicado en una antigua posada del siglo XVII, en donde se realiza un recorrido
por las costumbres e historia de Málaga; el Museo de Málaga en la Plaza de la
Aduana, muestra la historia de la ciudad con un recorrido arqueológico y una
buena colección de pintura. Centro Pompidou, el primero que la institucion francesa ubica fuera de Paris. Si te gustan los coches clasicos, no dejes de visitar el Museo del Automovil, donde podra admirar una interesante coleccion de 90 coches.
* Desde la Plaza de toros de la Malagueta, cruzando el Paseo
del Parque, entraremos en el Paseo de la Farola, que desemboca en el símbolo por
excelencia de la ciudad de Málaga: La Farola, antiguo faro de principios del siglo XVIII, junto al que empieza la playa de la Malagueta. Desde la Farola, disfrutaremos de unas espectaculares vistas del
Puerto de Málaga y de la ciudad, a cuyo centro histórico volveremos atravesando
el Muelle 1, que alberga una zona comercial y de ocio, donde podemos
reponer fuerzas en cualquiera de sus bares y restaurantes junto al mar.
Continuaremos por el Muelle 2, convertido en un bello bulevar llamado “El Palmeral de
las Sorpresas”.
* En los paseos por el centro de Málaga, llama la atención encontrarse con numerosos puestos de almendras fritas con sal, que te sirven en cucuruchos de papel, merece la pena probarlas, están realmente buenas.
* Si te coincide la hora de comer visitando el Mercado de Atarazanas, te recomiendo parar en Bar "Mercado de Atarazanas", donde encontraras un pescado muy fresco, atención excelente y buena relación calidad precio. Otro lugar destacable para el tapeo malagueño es "La Tranca", un local bien decorado, con buenas tapas y agradable musica ambiental. La "Farola de Orellana", es otro local intersante, a pocos pasos de la calle Larios, cada vez que visitamos la ciudad intentamos visitarlo y disfrutar de sus tapas y raciones.
* Si te coincide la hora de comer visitando el Mercado de Atarazanas, te recomiendo parar en Bar "Mercado de Atarazanas", donde encontraras un pescado muy fresco, atención excelente y buena relación calidad precio. Otro lugar destacable para el tapeo malagueño es "La Tranca", un local bien decorado, con buenas tapas y agradable musica ambiental. La "Farola de Orellana", es otro local intersante, a pocos pasos de la calle Larios, cada vez que visitamos la ciudad intentamos visitarlo y disfrutar de sus tapas y raciones.
* No quiero dejar de mencionar un plato típico de la cocina malagueña, el "espeto". Los espetos se hacen sobre unas brasas instaladas en pequeñas barcas rellenas de arena, instaladas a lo largo de la playa y normalmente lo componen seis sardinas. La técnica, es todo un arte, consiste en insertar las sardinas en la caña atravesando su lomo, dejando la espina de todas las sardinas por el mismo lado, primero la caña sujeta los lomos antes de que se reblandezcan y al darle la vuelta, la espina es la que sujeta los lomos, evitando de esta manera que se caigan sobre la brasa. Os dejo alguna recomendación en donde probar un buen espeto: En la Playa del Pedregalejo, “Miguelito El Cariñoso” (Paseo Marítimo del Pedregal, 77) y “El Caleño” (Paseo Marítimo el Pedregal, 49). En El Palo, “Gabi” (Calle Biznaga, 48).
* Un dulce tipico malagueño, las "tortas locas", puedes degustarlas en la mayoria de las pastelerias y panaderias. Se trata de un hojaldre relleno de crema pastelera, recubierto de un glaseado de yema y coronado por una guinda. No puedes irte sin probar este delicioso dulce.
José María Vicente
Gracias. Málaga es una ciudad maravillosa. Visitar Málaga es descubrir un lugar único con su historia y su magia.
ResponderEliminarGracias Nuno por tu comentario, coincido contigo en lo interesante de la visita a Málaga, siendo esta una ciudad que no se cansa uno de visitar.y en donde hacen bandera de la cultura, con sus variados e interesantes Museos, ademas de su rica gastronomía y su legado histórico.
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